Contexto Previo a la Crisis: La Conspiración de El Escorial y el Tratado de Fontainebleau
La creciente indignación de todos los grupos sociales se dirigía contra Godoy, y también contra los reyes, por mantenerlo al frente del gobierno. La oposición se concentró en torno al príncipe Fernando, apartado del gobierno por Godoy. En octubre de 1807, se descubrió una primera conspiración de Fernando, que acabó obteniendo el perdón de sus padres en el llamado Proceso de El Escorial.
La situación se deterioró aún más tras la subida de Napoleón al poder, cuando España firmó el Tratado de Fontainebleau, que autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en el país para atacar Portugal.
El Motín de Aranjuez y la Abdicación de Carlos IV
En esta situación, se produjo el Motín de Aranjuez, impulsado por nobles y eclesiásticos, y protagonizado por soldados y sectores populares, que exigían la destitución de Godoy y la renuncia de Carlos IV a favor de su hijo Fernando. Al día siguiente, fue proclamado rey Fernando VII.
Carlos IV solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar el trono. Bonaparte, constatando la debilidad de los Borbones, convocó a los monarcas en Bayona y decidió ocupar España para anexionarla a su imperio. En Bayona, ambos reyes abdicaron de la Corona. Napoleón nombró a su hermano José I rey de España y convocó unas Cortes en Bayona para aprobar una nueva Constitución.
En otoño de 1808, Napoleón entró en España y, en pocas semanas, ocupó Aragón, Cataluña y Madrid, dando paso a la Guerra de la Independencia.
La Guerra de la Independencia (1808-1814): Fases y Consecuencias
Desarrollo del Conflicto
El 2 de mayo de 1808 estallaron las protestas en Madrid, duramente reprimidas por Murat. La sublevación se extendió por todo el país, y ante el vacío de poder se formaron Juntas, primero locales y luego provinciales.
- Primera fase: Las primeras defensas organizadas fueron las de algunas ciudades sitiadas durante meses. Tras la derrota francesa en Bailén, los franceses se retiraron al norte del Ebro.
- Segunda fase: Napoleón intervino personalmente con un gran ejército e invadió toda España.
Consecuencias de la Guerra
Los seis años de conflicto dejaron el país en una situación crítica:
- Pérdidas humanas: Aproximadamente 500.000 muertos y el exilio de miles de afrancesados.
- Daños materiales: Destrucción en ciudades, monumentos y robo de obras de arte.
- Daños económicos: Agricultura y la poca industria existente paralizadas; comercio con América interrumpido; Hacienda arruinada.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
En 1810, desprestigiada por los fracasos en la guerra, la Junta Suprema Central se disolvió y convocó Cortes para organizar el gobierno de España. La mayoría de los diputados eran liberales. En 1812, se promulgó la Constitución de Cádiz, conocida como «La Pepa», de marcado carácter liberal, con una amplia declaración de derechos y libertades, y estableciendo una nueva estructura del estado.
Además de la Constitución, las Cortes elaboraron leyes para eliminar el Antiguo Régimen:
- Supresión de señoríos jurisdiccionales.
- Los señoríos territoriales pasan a ser propiedad privada.
- Eliminación de mayorazgos.
- Abolición de la Inquisición.
- Libertad de trabajo, contratación y comercio, y eliminación de gremios.
El Reinado de Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo en Conflicto
El Retorno al Absolutismo (1814-1820)
A su retorno a España, Fernando VII firmó el Manifiesto de los Persas, que defendía la vuelta al Antiguo Régimen y al absolutismo. Los liberales, influenciados por la Revolución Francesa y la Ilustración, fueron perseguidos.
Fernando VII no cumplió sus promesas de acatar la Constitución y restableció el Antiguo Régimen. Restauró las antiguas instituciones y el régimen señorial. Se negó a emprender reformas, lo que llevó a España a una situación de debilidad militar y económica.
El Trienio Liberal (1820-1823)
El Trienio Liberal tuvo como objetivo consolidar la abolición del Antiguo Régimen. Se restableció la Constitución de 1812, se realizaron desamortizaciones de tierras del clero, reformas agrarias y se impulsaron las libertades. Surgieron divisiones entre los liberales:
- Moderados: Partidarios de reformas más favorables a las élites sociales.
- Radicales (Exaltados): Defendían las libertades y el pleno desarrollo de la Constitución.
La Década Ominosa (1823-1833)
La última fase, llamada Década Ominosa, se inició con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército francés que pretendía garantizar la pervivencia del Antiguo Régimen en Europa. Este período se caracterizó por la inestabilidad y el conflicto político y social, aunque se produjeron cambios y reformas que modelaron la sociedad española.