El LIBERALISMO DE LOS AÑOS 30:
En las décadas de 1920 y 1930 se produce la crisis del Estado liberal: en lo económico con la crisis de 1929 que elevó los niveles de depresión y paro y en lo político, con la aparición de nuevos movimientos sociales como el socialismo, comunismo, fascismo…opuestos al liberalismo. Además en lo internacional, el Estado liberal era incapaz de garantizar unas relaciones internacionales pacíficas como demostraba la Primera Guerra Mundial y después lo hará la Segunda.El liberalismo deriva, en estos años, en dos visiones diferentes: Liberalismo clásico: para algunos la solución para salir de la crisis es volver a las tesis clásicas, es decir, al Estado Gendarme en el que éste apenas interviene porque si la sociedad fuera libre, las desigualdades se deberían a causas naturales, a la iniciativa y valía de cada uno y no, como ocurría en la realidad, (nacismo, fascismo, comunismo, etc.) por privilegios legales, coacciones físicas, etc Liberalismo renovado: Keynes “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” 1936.
Keynes recomendaba la intervención de los gobiernos en la economía para solucionar la crisis. Defendía que en el desarrollo económico tenía especial importancia el incremento de la demanda efectiva y afirmaba que la inversión depende de muchos factores diferentes de los monetarios. Por eso estimulaba a los gobiernos a fomentar la inversión que facilitaría la demanda de bienes y servicios y propónía aumentos del gasto público o reducciones de los ingresos fiscales para aumentar la capacidad adquisitiva de los consumidores, liberar inversión privada y complementarla con inversión pública.
Para algunos economistas, la crisis del 29 fue una crisis de sobreproducción; para otros un defecto de consumo, es decir de demanda. Por eso Keynes defiende políticas para estimular la demanda como remedio a la crisis. Era necesario crear empleo y para ello había que lograr un aumento de la demanda efectiva, lo cual era más fácil de lograr, según Keynes, por la intervención del Estado. Keynes propone: política de amplias inversiones y de obras públicas. Aunque creen déficit público, benefician a muchos sectores aumentando el consumo. Aumento de la masa monetaria en circulación: supondrá más inflación pero menos paro. Redistribución de los ingresos: con impuestos progresivos sobre la renta, a favor de los asalariados y de los empresarios “dinámicos”. Vuelta al proteccionismo.En definitiva, Keynes cree necesaria la intervención moderada y temporal del Estado, no era socialista pero creía necesario revisar el liberalismo clásico. Sacó a la opinión pública de la idea de que el progreso es automático y se mantiene gracias a la ley de la oferta y la demanda. Las ideas de Keynes se aplicaron en USA con la política del New Deal en los años 30: el Estado interviene en la economía, crea obras públicas para crear empleo, controla la agricultura y la industria, medidas de seguridad social (pensiones) y reconocimiento de los sindicatos en las empresas.
EL ESTADO DEL BIENESTAR: Tras las Segunda Guerra Mundial, a partir de 1945, y siguiendo en gran medida a Keynes el viejo Estado liberal se transforma en Estado del Bienestar, deja de ser mínimo y se hace máximo. Es el resultado de un pacto entre socialdemócratas y liberales tras la 2ª Guerra Mundial.
Los socialistas rechazan los modelos soviéticos y aceptan el capitalismo, renunciando a la revolución, a la vez que los liberales ceden también por su parte. Así surge un nuevo modelo de Estado que mantendrá una economía mixta de sector público y sector privado. El Estado del Bienestar se cimentó, sobre todo, en las políticas sugeridas por el Informe de Lord Beveridge en Gran Bretaña en 1942 que ponía las bases de la seguridad social universal para todos los ciudadanos, y señalaba la necesidad de la responsabilidad del Estado en el bienestar de los mismos a través de la organización de servicios sociales que deberían de proteger todo su ciclo vital “desde la cuna hasta la tumba”. Este informe fue propuesto como modelo por la OIT y se acabó extendiendo a los demás países europeos occidentales (aunque ya se había implantado algo similar en Suecia en 1924). El Estado del bienestar nace para la defensa de los derechos sociales de todos los ciudadanos y para contrarrestar, mediante la intervención de los gobiernos en la economía y en la sociedad, las deficiencias del liberalismo y las injusticias sociales que causaba el libre mercado.
Elementos constitutivos del Estado del Bienestar:
Dotación universal de servicios públicos como educación, sanidad, etc. Sistemas públicos de protección y seguridad social:
(que sustituyen a los seguros privados) para todos los ciudadanos sobre la base de derechos sociales que se les reconocen para vivir una vida digna. Se aseguran a todo ciudadano, unas rentas mínimas para vivir, bien conseguidas a través del mercado (trabajo remunerado o rentas de rendimientos propios) o al margen de él (pensiones, salarios, subsidios otorgados por las Administraciones Públicas según las diferentes circunstancias personales: retiro, enfermedad, invalidez, desempleo…
El gasto público cumple una función clave en el crecimiento económico
Se compaginan los intereses privados con los públicos configurando la “economía mixta de mercado”, desarrollada por estos países. Con el empleo del gasto público se ha podido estimular la demanda y lograr el pleno empleo, actuando como elemento estabilizador durante los ciclos económicos.
Sistemas impositivos basados en criterios redistributivos:
ligados a impuestos personales y progresivos.
El pleno empleo:
creando empleo público directamente por el Estado, regulando el mercado laboral. Para ocuparse de los ciudadanos sin empleo, el Estado ha implantado 3 medidas: Creación de empleo directo por el Estado. Estimulación de la creación indirecta por otros agentes. La concesión de subsidios y prestaciones que posibiliten la vida fuera del mercado.
Política de convenios colectivos:
con la que la presión sindical consigue, con mejores salarios, otras ventajas en las condiciones laborales. Unas estratificación social más plural y menos clasista que en otros modelos de Estado.
La manifestación más carácterística de este modelo de Estado fue la que se desarrolló en Gran Bretaña desde 1945 con el triunfo del Partido Laborista de Atlee. Tomaron medidas como:
Nacionalización de empresas industriales y de servicios (crédito, energía, transporte…):
minas de carbón, transporte, gas, electricidad, siderurgia, aviación, Banco de Inglaterra…Se busca racionalizar la producción y obtener los mejores beneficios.
Reformas en la sanidad, educación, vivienda y otros sectores hasta llegar a establecer el “Estado del Bienestar”, asegurando el bienestar “de la cuna a la tumba”:
pleno empleo y mejora de las condiciones de vida de los sectores menos beneficiados. Eliminar los riesgos más serios de la vida como el desempleo, enfermedad, vejez, proteger a las familias con subsidios, programa masivo de inversiones públicas, construir viviendas, ampliar el periodo de escolarización, becas, etc.
Planificación de la economía
No con decisiones autoritarias como en la URSS, sino que se mantiene la propiedad privada y la iniciativa individual. Se marcan unos objetivos orientadores que el Estado intentará que se cumplan a través de una serie de órdenes a las empresas nacionalizadas que dependen de él y mediante incentivos financieros (subvenciones, exenciones fiscales…) y orientación de las inversiones.
El modelo británico (aunque se había llevado a cabo antes en Suecia y Dinamarca) sirve de ejemplo y acaba extendíéndose a los demás países europeos occidentales, de forma más o menos desarrollada. En unos países, este modelo lo implantan gobiernos de “derechas”, demócratas-cristianos (Italia o Alemania Occidental), en otros, socialistas. Lo cierto, es que éste va a ser el modelo predominante en los países desarrollados hasta 1975. LA CRISIS DE 1973. Algunas causas de la crisis:
La dependencia del petróleo:
A pesar de que en 1960 un 60% de las necesidades energéticas mundiales eran cubiertas por el carbón, poco a poco su lugar lo fue ocupando el petróleo.
Los precios del crudo, bajo control de empresas petrolíferas occidentales, se manténían entonces estables frente a las continuas subidas del precio del carbón.( a finales de los años 60, Gran Bretaña había cerrado 700 minas debido a su escasa rentabilidad y Alemania Occidental unas 240).
Había una “cartelización” del mercado por 7 compañías (“Las Siete Hermanas”):
las cuales llegaron a un acuerdo en 1928 para crear un cártel y repartirse las fuentes de suministro y los mercados del petróleo. De las 7 compañías, 5 eran estadounidenses, 1 británica y 1 anglo-holandesa que controlaban la explotación, precios, comercialización…
En 1960 se crea la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)
Inicialmente con Irak, Irán, Kuwait, Arabía Saudí y Venezuela, para formar un bloque de defensa de intereses encaminados a transformar la relación de beneficio del comercio del petróleo, a favor de los países productores. Con poco éxito porque ya en 1968 las multinacionales occidentales dominaban el 90% de la exportación y el comercio del crudo mundial.
La OPEP se crea con 3 objetivos: Participar en los beneficios que obténían de su subsuelo el cártel de “las 7 hermanas” por ello subieron los impuestos a las empresas multinacionales que extraían crudo.Restringir la competencia, pactando precios y consensuando cuotas de producción, lo que también interesaba a las multinacionales. Nacionalizar los pozos para convertir el petróleo en un arma política sobre todo en los años setenta, tras la guerra de los seis días de 1967 y el fracaso árabe frente a Israel. No obstante no fue hasta los años 80 cuando los Estados petrolíferos alcanzaron la mayoría de la propiedad de los pozos.
En 1968 se crea una rama de la OPEP, una organización específicamente árabe, la OPAEP, de decisiva intervención en la crisis de 1973. Bajo su inspiración y mediante moderadas nacionalizaciones o tomas de participación en las principales compañías, los Estados árabes mejoraron su posición de conjunto en la explotación del petróleo. Al margen de la nacionalización, la comercialización siguió en manos de las multinacionales.
La toma de conciencia de su poder por parte de los países productores
Y no de forma individual, sino a través de acuerdos en el marco de la OPEP, que se vio influida por un joven dirigente libio, el coronel Gadafi. En 1971 la OPEP dio un paso importante al preconizar la nacionalización de sus yacimientos. Argelia, Irak, Libia e incluso Arabía Saudí entraron en esa vía. Entre 1971-1973, las presiones de Gadafi para aumentar el precio, elevaron el coste del barril de 2 a 3 dólares.
Devaluación del Dólar:
originó el acuerdo de la OPEP de ajustar los precios petroleros a la paridad del dólar. Desde entonces ese ajuste ya no se perdíó de vista.
Interés de las multinacionales occidentales en la subida de precios: las multinacionales occidentales aceptaron la subida de los precios para así hacer explotables sus propios recursos, de mayor coste, de Alaska y del Mar del Norte y para revalorizar sus stocks y viejos yacimientos de EEUU. Los beneficios fueron cuantiosos entre 1973-1981 y pese a haber perdido el control directo de los yacimientos del área OPEP, las multinacionales siguieron ocupándose de la extracción del crudo y de su comercialización. Las multinacionales del petróleo tiene mayor poder de mercado que la OPEP, ya que ésta no tiene capacidad de refino, transporte y distribución. Los productos deben de contar con la intermediación de las compañías occidentales para dar salida a su producción en el mercado internacional.
La guerra del Yom Kippur
A raíz de la guerra entre los países árabes e Israel de Octubre de 1973, guerra del Yom Kippur, los países musulmanes deciden incrementar el precio del petróleo de 3 a 5 dólares el barril, reducir el suministro del crudo y comenzar un embargo total hacia USA y Holanda para forzarlos a un cambio de posición política respecto a Israel.
La OPEP exigíó a las multinacionales la elevación de precios de 3 a 5 dólares el barril. Las compañías pidieron tiempo, pero la OPEP decidíó mientras tanto la subida unilateral. Dado el embargo árabe a Occidente, la subida fue fácilmente aceptada. Dos meses después subieron de 5 a 10 dólares y los países consumidores se vieron obligados a incorporar planes económicos de ahorro energético y del consumo del petróleo ( hasta entonces ilimitado y fomentado). Los árabes tomaron el liderazgo de los países productores de materias primas y mostraban al Tercer Mundo el camino a seguir ante las arrogantes potencias. La rebelión árabe situó a los productores a la cabeza de la protesta mundial contra las desigualdades regionales. Hay que tener en cuenta que los Gobiernos de los países consumidores cargan con impuestos los precios de los productos petrolíferos (más del 50%) obteniendo más beneficios que los productores. Este triunfo árabe sirvió para revitalizar el fundamentalismo islámico. Japón y la Comunidad Europea rompieron lazos con Israel y reconocieron a la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), llegando a ser recibido Arafat ( hasta entonces considerado por muchos como un terrorista) en 1974 en la ONU con honores de Jefe de Estado.
SEGUNDA CRISIS DEL PETRÓLEO: Tuvo lugar a finales de 1978, coincidiendo con la revolución islámica de Irán y la llegada al poder del Ayatolá Jomeini, alcanzándose los 40 dólares por barril, agravando así la crisis. La subida distorsiónó toda la planificación económica del desarrollismo basada desde el final de la 2ª Guerra Mundial en alimentos, energías y materias primas baratas, junto a salarios estables y precios al consumo moderados.Tras la crisis de 1973 producirá en todo el mundo la caída del crecimiento económico, el aumento de la inflación y del desempleo, inestabilidad monetaria, crisis de la bolsa, cierre de empresas y empobrecimiento general de las clases medias y bajas. Durante los 70, en los países industrializados la tasa media de inflación se situaba en el 10% anual (En España el IPC de 1977 fue de 24,5%). Los Estados capitalistas tuvieron que auxiliar a las empresas en crisis, subvencionar reconversiones, atender a los parados y a un creciente número de pensionistas. Esto producía el parcial desmantelamiento del Estado del bienestar.
CONSECUENCIAS DE LA CRISIS: Se replantea la validez del Estado del Bienestar construido tras la Segunda Guerra Mundial y cobra fuerza de nuevo el liberalismo “clásico” (opuesto a la intervención del Estado) adaptado a los nuevos tiempos. Una de las consecuencias más graves es:
El aumento del gasto público y la reducción de los ingresos del Estado:
El Estado del Bienestar gasta más de lo que ingresa, lo que a la larga podría suponer el hundimiento del propio Estado. Es difícil frenar el gasto público por lo que el déficit público no deja de aumentar. Pero la crisis reduce los ingresos del Estado al aumentar el desempleo, reducirse la población activa, las inversiones y aumentar la economía sumergida. Entonces si el Estado no puede garantizar las prestaciones sociales que venía ofreciendo, se plantea una crisis de legitimidad. La situación se convierte en un círculo vicioso, dándose el caso de que amplios sectores (industriales, obreros, agrarios, etc) puedan coincidir en la necesidad de que se reduzca el déficit público y de que se sanee la economía, al tiempo que ante determinadas situaciones pretendan resolver sus problemas exigiendo la intervención del Estado, para que les otorgue algún tipo de ayuda.
Criticas al Estado del Bienestar y aparición del Neoliberalismo:
con la caída de los sistemas comunistas ha cobrado más fuerza aún. Sigue proclamando la no intervención del Estado en la economía y, sobre todo, en la regulación del mercado laboral. Se defiende, por tanto, la flexibilidad en la contratación, el despido libre, etc. Consideran, también, que la enorme deuda pública es resultado de la creciente demanda de servicios sociales. Se argumenta que la carga impositiva que exigen, a las empresas. Y a los ciudadanos, causa inflación y bajo estímulo a la productividad aumentando el desempleo. Se defiende por tanto, la reducción del gasto público, sobre todo en seguridad y protección social.
La forma de eliminar el endeudamiento sería reducir la intervención estatal en la economía y recortar los gastos públicos, devolviendo al ámbito privado una mayor iniciativa en la gestión de servicios de bienestar
seguros, pensiones, sanidad, educación etc y desmantelando aquellas parte del Estado del bienestar que hayan demostrado ser mas ineficaces y hayan traído más problemas pasándolos a la iniciativa privada.
¿Qué consecuencias negativas puede ocasionar esta política neoliberal?: Según J. Camarero “El déficit social neoliberal”, serían:
No preocuparse por abolir la pobreza ni elevar los niveles de protección social: En los últimos años, los países más adelantados del mundo y con políticas neoliberales, como USA, eran los que tenían los índices de pobreza más altos.Aumenta las diferencias sociales, se disparan las diferencias salariales a costa de disminuir la clase mediaLa globalización de las relaciones económicas y financieras: disminuye la capacidad de intervención de los gobiernos dado que los grandes centros de decisión se desvinculan de los intereses de los Estados Nacionales y origina también mayor desigualdad entre países.Supermercantilismo de la vida y de las relaciones humanas. Disminuye la solidaridad y todos los valores éticos, políticos, sociales y religiosos quedan supeditados al crecimiento económico. Predominan los intereses del mercado sobre los valores tradicionales.