Las primeras crisis antes del crack
Los felices años 20 no lo fueron en todos los aspectos de la economía, pues hay sectores productivos en crisis o en declive y se inicia una insuficiencia de la demanda y de los créditos internacionales. Estos elementos negativos son:
- La agricultura y los mercados de materias primas y minerales sufren una crisis permanente y una acumulación de stocks debido a la superproducción. Desde 1920 la reconstrucción y la modernización de la agricultura provocan un descenso de los precios agrarios con lo que disminuyen los beneficios y las rentas de los campesinos, mientras que los precios de los abonos, la maquinaria y los carburantes aumentan.
- Las industrias tradicionales experimentan un declive, frente al dinamismo de las nuevas industrias, que concentran la mayor parte de la inversión.
- La redistribución social de la renta presenta claros desequilibrios. Pese a la aparente prosperidad, la demanda interior crece más lentamente que la oferta, debido a que los salarios de los obreros aumentan a un ritmo muy inferior al de la producción, la productividad y los beneficios empresariales, lo que restringe el consumo que se destina en su mayor parte a los alimentos.
- El comercio internacional está falto de dinamismo ante la caída de la demanda exterior. Esta situación se agrava por la tendencia al proteccionismo, iniciado con la crisis de 1921 y aplicado por EEUU, lo que frena las exportaciones.
- Las inversiones productivas descienden desde 1925 y hay una insuficiencia de créditos internacionales. EEUU retorna a su tradicional aislacionismo a pesar de su enorme riqueza y su permanente excedente en la balanza de pagos. Otra grave amenaza es la enorme facilidad que tienen los estadounidenses para obtener créditos e invertirlos en la Bolsa de Nueva York, lo que provoca una eufórica especulación y alza desproporcionada del valor nominal de las acciones de las empresas.
El hundimiento de la Bolsa de Nueva York
A finales de 1929 los EEUU. se hallan en el hundimiento de la Bolsa de Nueva York, se resalta la concurrencia de otros factores como son: la caída de los precios de los productos primarios durante los años precedentes o la importancia de los desequilibrios.
La crisis bursátil tiene sus orígenes en la euforia especulativa de los años anteriores. El rápido aumento de los valores bursátiles favoreció que muchas personas invirtieran en Bolsa con el fin de conseguir dinero fácil. Desde 1927 y a pesar de que la prosperidad de muchas empresas empieza a declinar, los beneficios se usaban para especular en la Bolsa. Allí los Brokers facilitaban a sus clientes préstamos de hasta un 90% del valor de las acciones, tomando como garantía las propias acciones compradas. Esto permitió que de 1926 a 1929 se duplicaran los préstamos y se mantuviese el signo alcista de la Bolsa, sin tener en cuenta la verdadera marcha de la economía norteamericana (inflación bursátil). En la primavera de 1929 se produjo un cambio del alza a la baja y las primeras ventas de acciones. Las autoridades monetarias norteamericanas elevaron el interés del dinero para frenarla, lo cual atrajo a los capitales norteamericanos invertidos en Europa, y aumentó, así, la especulación. Estalló la crisis el 24 de octubre de 1929. Ese jueves negro se pusieron a la venta 13 millones de acciones con una demanda nula, y el 29 de octubre otros 16 millones fueron puestos a la venta. A pesar de la intervención de los bancos, la Bolsa se hundió y la catástrofe prosiguió hasta 1932.
La Gran Depresión en EEUU (1929-1932)
El desastre bursátil provocó una grave crisis financiera y económica en EEUU que destruyó el mecanismo del crédito y la inversión. Causó una quiebra de bancos y empresas. Abrió una de las crisis más profundas y duraderas del siglo XX. Las principales manifestaciones que sufre la actividad económica de EEUU entre 1929 y 1932 son:
- La crisis del sector financiero. Los particulares, temerosos de perder sus depósitos, los retiraron y muchos bancos, incapaces de recuperar lo que prestaron y lo invertido a largo plazo en las industrias. En esta crisis también influyó la política monetaria que aplicaron las autoridades norteamericanas y que generó una grave falta de liquidez.
- La quiebra bancaria paraliza el ahorro, el crédito y la inversión, lo cual redujo drásticamente la producción industrial a la mitad, se acumulaban los stocks y los precios se hundían por lo que cerca de 110000 empresas quebraron. Todo ello afectó gravemente el comercio exterior, mermado también por las medidas proteccionistas que se tomaron. La renta nacional cayó de 87000 a 39000 millones de dólares.
- La crisis mundial incrementó el paro en índices hasta entonces desconocidos. En 1932 había 12 millones de parados en EEUU. Al elevado número de personas desocupadas se añade la ruina de los agricultores y el éxodo rural. Todo ello, unido a la disminución de la capacidad adquisitiva, contrajo la demanda.