Especulación y Superproducción: Antecedentes de la Crisis

La especulación se define como una serie de operaciones comerciales y/o financieras que buscan el máximo beneficio económico basándose en las fluctuaciones de los precios. Se compran productos o servicios con la intención de obtener una ganancia rápida, vendiéndolos a un precio más alto.

La superproducción, por otro lado, es el exceso de producción en relación con la demanda. Se produce más de lo que se vende, lo que provoca una caída de los precios que perjudica a productores y agricultores.

El Crack del 29 y la Gran Depresión

El Crack del 29 fue la caída de la bolsa de Wall Street, causada por la venta masiva de acciones que, al no encontrar compradores, perdieron todo su valor. Esto llevó a la ruina de los inversores y a la quiebra de bancos y empresas. Su causa principal fue la especulación en la bolsa, que, junto con una crisis de sobreproducción, desencadenó una crisis económica.

El New Deal fue un programa económico implementado por el presidente Roosevelt, basado en las ideas del economista Keynes. Su objetivo era combatir la crisis económica que se inició tras la caída de la bolsa en 1929, conocida como la Gran Depresión. Se basó en la intervención estatal en la economía a través de ayudas directas, la creación de empresas públicas, la regulación de la banca, el control de precios y salarios, y la creación del Estado del Bienestar (subsidios por desempleo, pensiones, sanidad, etc.).

El Crack del 29 y la Gran Depresión: Causas y Desarrollo

Tras la Primera Guerra Mundial, la economía estadounidense experimentó un crecimiento sin precedentes, lo que llevó a una gran cantidad de personas a comprar acciones. El aumento de las inversiones en bolsa generó especulación, y el valor de las empresas en bolsa no reflejaba su valor real.

Además, se produjo una crisis de superproducción. El espectacular crecimiento económico de Estados Unidos se debió a que se convirtió en proveedor de productos durante la Primera Guerra Mundial para el resto del mundo. Ahora, la economía estadounidense se basaba en las actividades financieras y la especulación.

En 1928, comenzaron los problemas económicos, con salarios bajos que llevaron a la disminución del consumo, la caída de las ventas y despidos. Sin embargo, la bolsa, que no representaba la economía real, continuó en auge. Esto culminó en la crisis bursátil.

El Crack del 29, conocido como el Jueves Negro, marcó el inicio de la Gran Depresión, una grave crisis económica que afectó a todos y se extendió a Europa.

El Periodo de Entreguerras

El periodo de entreguerras se caracterizó por el empobrecimiento en Europa y el crecimiento económico en Estados Unidos. En Europa, se observó el auge de estados autoritarios y el temor a la expansión del comunismo. La Sociedad de Naciones no logró resolver los conflictos entre las potencias ni evitar el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los principales acontecimientos fueron:

• Los felices años 20 y el Crack del 29.
• El ascenso de los totalitarismos: Italia y Alemania.
• La formación de la URSS.
• El estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Los Felices Años 20

Estados Unidos se convirtió en la principal potencia económica tras la Primera Guerra Mundial, experimentando un periodo de consumismo en la sociedad norteamericana y una confianza ciega en el capitalismo. La producción crecía constantemente y el desempleo disminuía.

La inmigración, que fue la base del crecimiento económico, se enfrentó al racismo. Se aprobaron leyes que restringieron la llegada de asiáticos, esclavos y latinos.

La inmigración se relacionó con el consumo de alcohol, lo que llevó a la aprobación de la “Ley Seca”, que fortaleció a las mafias y dio lugar a una época de mercado negro y a figuras como Al Capone.

Estos años culminaron con una de las mayores crisis económicas de la historia, el Crack del 29, debido a los excesos del capital financiero, y que fue el desencadenante de la Segunda Guerra Mundial.

En Europa, Alemania, considerada culpable de la guerra y duramente castigada, dejó de pagar las indemnizaciones a Francia, que respondió ocupando el RUR, una zona industrial muy importante para la economía alemana.

El Plan Dawes fue un préstamo a Alemania para que pudiera pagar a Francia, y a su vez, Francia pudiera pagar la deuda que tenía con Estados Unidos.

El New Deal

El New Deal fue la apuesta del presidente Roosevelt por el crecimiento económico, que consistió básicamente en reducir la producción y aumentar la demanda. Propuso cambios en:

• El sector financiero: Mayor control estatal sobre la banca, obligándolos a otorgar créditos con intereses bajos y a aumentar los créditos a los empresarios.
• El sector industrial: Subvenciones, más obra pública (embalses, reforestación, etc.), que llegó a crear más de 3 millones de empleos, y la creación de empresas públicas.
• El sector agrícola: Disminución de la producción para elevar los precios, ya que los campesinos se estaban arruinando con los precios bajos, e indemnización por la destrucción de su producción.
• El mundo laboral: Establecimiento de un salario mínimo, aumento de salarios, una jornada máxima de 40 horas, convenios colectivos, seguro de desempleo, sanidad y pensiones públicas, creando así una masa de asalariados con poder adquisitivo.

El Ascenso de los Totalitarismos

Muchos sistemas democráticos en países como Italia o Alemania se vieron afectados. Muchos de ellos terminaron imponiendo sistemas autoritarios a raíz de la expansión de la crisis económica.

Factores que contribuyeron a la aparición de gobiernos no democráticos:

• Los efectos de los tratados de paz de 1919 (principalmente el Tratado de Versalles).
• Los efectos de la Revolución rusa de 1917.
• Las consecuencias de la crisis económica de 1929.
• La falta de tradición democrática en muchos países.

El Estado totalitario alcanzó su mayor nivel de organización en dos países:

• Alemania (Hitler)
• Italia (Mussolini)

La Italia Fascista

Mussolini, miembro del Partido Socialista del que fue expulsado, fue maestro y periodista. Creó un grupo paramilitar ultranacionalista, anticomunista y antiliberal, que fue el germen del Partido Fascista. Este grupo utilizó la violencia contra la izquierda y los demócratas.

Italia no vio cumplidas sus aspiraciones territoriales tras la Primera Guerra Mundial, y a esto se sumó una grave crisis económica: inflación, desempleo, huelgas, y el miedo de las élites a la expansión del comunismo, junto con la inestabilidad gubernamental. La crisis generó una fuerte tensión social, y el miedo a la expansión del comunismo se extendió entre las élites económicas. Los gobiernos en Italia caían constantemente, lo que generó el descrédito de la democracia. Los grandes poderes, temerosos del comunismo, se refugiaron en el Partido Fascista, creado en 1921 por Mussolini.

Bases ideológicas del fascismo:

• Es antidemocrático, anticomunista y rechaza el Estado liberal.
• Exige una total sumisión del individuo al Estado, sin libertades individuales. Se persigue a la oposición mediante la violencia.
• Partido único, culto al líder y a la violencia. Se exige la obediencia ciega al líder.
• Control estatal de la economía, autarquía, control de los medios de comunicación y uso de la propaganda.
• Exaltación de los valores nacionales, racismo, control de la educación y persecución de minorías.
• Machismo, con un papel restringido de la mujer al ámbito doméstico.
• Militarización de la sociedad y búsqueda de la expansión colonial.

El Partido Fascista defendía la creación de un Estado fuerte, la reconstrucción de la economía, la construcción de un imperio y la contención del comunismo. Contó con el apoyo de las clases adineradas. En 1922, Mussolini, sin tener la fuerza decisiva, convocó la Marcha sobre Roma con el objetivo de tomar el poder. Miles de fascistas, los camisas negras, llegaron a la capital. Ante esta demostración de fuerza, y gracias al apoyo de la patronal y el ejército, el rey le dio el gobierno a Mussolini. En 1924, convocó elecciones tras una reforma electoral y bajo un clima de represión y terror, logrando vencer e instaurar una dictadura. Se llevaron a cabo asesinatos de opositores, y en 1925, Italia se convirtió en una dictadura: prohibió los partidos, los sindicatos y las huelgas, las libertades individuales, y se establecieron la censura y la policía política. En lo económico, estableció una política autárquica, basada en la autosuficiencia económica. También inició su política expansionista invadiendo Etiopía. La simbología que adoptó Mussolini emulaba al antiguo Imperio romano: las “fasces” dieron nombre al partido, se hizo llamar “il Duce”, y estableció el saludo romano con el brazo en alto. El Partido Fascista mantuvo el poder hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual se acercó a la Alemania nazi y apoyó al bando franquista durante la Guerra Civil española. Mussolini fue capturado por un grupo de partisanos al final de la guerra, en 1945, cuando intentaba huir de Italia, y fue ejecutado junto a su mujer.

Alemania en la Posguerra: La República de Weimar

Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, el emperador alemán abdicó y se estableció en Alemania una república democrática: la República de Weimar.

El partido más importante era el Partido Socialdemócrata, que tenía mayoría en el Parlamento y controlaba el gobierno, pero este se caracterizaba por su inestabilidad. La nueva democracia se enfrentó a la oposición de los grupos políticos más extremistas.

Los grupos más conservadores opinaban que el nuevo régimen no era legítimo, ya que había traicionado a Alemania al aceptar las condiciones del Tratado de Versalles.

En 1920, Adolf Hitler fue uno de los fundadores del Partido Nacionalsocialista (NSDAP), al que se afiliaron algunos de estos descontentos.

En 1923, Hitler intentó tomar el poder por la fuerza y dio un golpe de estado (putsch de Múnich), que fracasó. Hitler y otros dirigentes nazis fueron encarcelados, pero salieron a los nueve meses por buena conducta. En la cárcel, Hitler escribió su libro “Mein Kampf” (Mi Lucha), en el que recogió toda su ideología política.

La situación económica agravó el descontento. El Tratado de Versalles impuso a Alemania duras condiciones económicas. Para hacer frente al pago de las reparaciones de guerra, el gobierno tuvo que imprimir gran cantidad de billetes, lo que provocó hiperinflación. En 1923, un dólar llegó a costar 4.200 millones de marcos. El dinero no valía nada y la población se empobreció aún más.

Ideología Nazi

El ideario que Hitler recogió en su obra “Mein Kampf” se basaba, al igual que el fascismo, en el culto al líder, la primacía del Estado, la exaltación de la violencia y el machismo. Sin embargo, también tenía rasgos propios como el antisemitismo y el pangermanismo.

La Crisis de 1929 y el Ascenso del Nazismo

A partir de 1924, un nuevo gobierno formado por una coalición de socialdemócratas y partidos de centro logró mejorar la situación económica. El mariscal Hindenburg, un héroe de la guerra, fue elegido presidente de la república. Los partidos extremistas perdieron peso y la vida política pareció calmarse. Alemania fue uno de los países más afectados por el crack de 1929. La mejora económica alemana se explicaba por la gran cantidad de capitales estadounidenses que se habían invertido en el país. La crisis estalló en Estados Unidos, y las empresas estadounidenses retiraron sus inversiones, lo que provocó el cierre de muchas empresas en Alemania y, con ello, el aumento del paro. En 1932, había 6 millones de parados en Alemania. La crisis económica incrementó el descontento y la tensión social. Como el paro afectó, sobre todo, a los obreros y las clases medias, muchas de estas personas dejaron de apoyar al gobierno y comenzaron a votar opciones extremistas. Así, tanto el Partido Comunista como el Partido Nacionalsocialista aumentaron enormemente el número de votos. Ante el temor de que se produjera una revolución obrera, los industriales y financieros decidieron apoyar económicamente al partido nazi, al que consideraban el único capaz de restablecer el orden y de mantener sus intereses.

El Ascenso de Hitler al Poder

En las elecciones al Parlamento de 1932, los comunistas y los nazis fueron las fuerzas más votadas, mientras que los socialistas y los partidos de centro sufrieron un fuerte descalabro. Pero ningún partido tuvo mayoría absoluta y, por tanto, ninguno podía formar un gobierno en solitario.

El presidente de la República, Hindenburg, presionado por las élites económicas, decidió entregar la presidencia del gobierno a Hitler, ante el temor al avance del comunismo. Así, en 1933, Hitler fue nombrado canciller.

Los nazis se hicieron con todo el poder. Dos hechos fueron clave para acabar con la oposición:

• El incendio del Parlamento en 1933: Tras provocar el incendio del Parlamento y acusar a los comunistas, se anularon todos los partidos políticos y sindicatos. Los comunistas fueron perseguidos y encarcelados en campos de concentración. Solo sobrevivió el partido nazi.
• La noche de los cuchillos largos: En 1934, con el objetivo de acabar con la oposición interna dentro del partido, Hitler ordenó asesinar a todos sus adversarios políticos, generales y altos mandos del ejército en la conocida como “noche de los cuchillos largos”. Los asesinatos fueron llevados a cabo por las SS y la Gestapo.

En agosto, Hindenburg murió, y Hitler se convirtió también en el presidente de la República, acumulando los tres cargos principales: jefe de Estado, jefe del gobierno y presidente del único partido legal.

El Antisemitismo Nazi

El racismo, la creencia de que existen razas inferiores y razas superiores, era una idea muy extendida desde finales del siglo XIX. El régimen nazi llevó esta idea hasta sus últimas consecuencias.

Para Hitler, los alemanes eran la raza aria, una raza superior que había realizado todas las grandes creaciones de la humanidad, y debía imponerse a los «pueblos inferiores», como los latinos, los eslavos, los gitanos y, sobre todo, los judíos. Hitler consideraba que la mezcla de razas, y especialmente la presencia de población judía, explicaba la decadencia en la que había caído Alemania.

Hitler consideraba una prioridad devolver la pureza racial a la población. Se recluyó o se asesinó a todo aquel que se consideraba que no era perfecto racialmente: los locos, los discapacitados mentales y físicos, y los homosexuales. Se implantó una sistemática política antisemita, que se fue endureciendo paulatinamente. Se prohibió a los judíos ejercer la mayoría de las profesiones, se estableció un boicot a sus negocios, etc. Dentro de su política antisemita, se dieron tres hechos clave:

• Las leyes de Nuremberg: En 1935, se prohibieron los matrimonios entre judíos y arios y se les excluyó de la ciudadanía alemana. Se les obligó a llevar un distintivo.
• En 1938, la noche de los cristales rotos: Decenas de judíos fueron asesinados, sus tiendas fueron saqueadas, las sinagogas incendiadas y 26.000 judíos fueron encerrados en campos de concentración.
• En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler decidió aplicar la llamada solución final. Todos los judíos y los gitanos de Alemania y de los países que había conquistado (Austria, Polonia, etc.) fueron deportados a campos de exterminio. Los investigadores han demostrado que al menos murieron 6 millones de judíos en estos campos. Por eso, sus nombres (Auschwitz) se han convertido en símbolos del horror y la deshumanización total.

Resumen de la Política Nazi