La Disolución del Directorio

El poder del sistema directorial se había debilitado por la atención a la Guerra de la Independencia, el enfrentamiento con Artigas y las dificultades económicas. Hacia 1819, el Directorio ya no podía contar con el respaldo del ejército, afectado por las divisiones internas y los escasos recursos.

El Congreso, bajo la influencia del Directorio, dictó una constitución de carácter centralista que no fue aceptada en las provincias. Si bien se establecía la división de los tres poderes, no quedaba explícito que el Estado adoptaba la forma republicana de gobierno. La Constitución de 1819 dejaba ver su carácter unitario: no existían referencias a los gobiernos provinciales.

La región del Litoral rechazó la constitución y, a partir de entonces, desató un período de grave crisis política. Fuerzas dirigidas por la zona avanzaron sobre Buenos Aires para enfrentar al Directorio. El 1 de febrero de 1820, las tropas bonaerenses del director Rondeau fueron derrotadas en la Batalla de Cepeda.

Los caudillos del Litoral habían triunfado sobre Buenos Aires y exigieron la disolución del Directorio y el Congreso, y la elección de un gobierno acordado con todas las provincias.

La Separación de las Provincias

Los caudillos, personas influyentes elegidas como gobernadores, algunos destacados en la defensa de las fronteras y otros importantes hacendados, pretendían un gobierno central que respetara la autonomía de las provincias: que cada una pudiera elegir a sus propios gobernantes y manejar los recursos económicos de sus territorios. Algunos caudillos eran: José Gervasio de Artigas, Francisco Ramírez, Estanislao López, Juan Bautista Bustos, Facundo Quiroga, Manuel Dorrego y Juan Manuel de Rosas.

Las Provincias y sus Caudillos

Luego del derrocamiento del Directorio y de la disolución del Congreso a partir de 1820, el país no tuvo autoridades nacionales. Los principales protagonistas fueron las provincias, lideradas por los caudillos, que se gobernaban a sí mismas y favorecieron el desarrollo de sus productos locales.

Los Orígenes de las Provincias

En tiempos del Virreinato del Río de la Plata, el territorio argentino estaba dividido en varias intendencias. Las provincias surgieron a medida que las intendencias se iban desintegrando.

Unitarios

• Era necesaria la organización estatal basada en un sistema liberal y centralizado.
• Las provincias no tendrían autonomía.
• Defendían las ideales del liberalismo político y económico.
• Creían que el gobierno nacional tenía que tener grandes poderes políticos y económicos.
• Consideraban esencial el dictado de una constitución.
• Se encontraban en este grupo comerciantes y sectores ilustrados de la ciudad.

Federales

• Era primordial la organización del país en varios estados autónomos.
• Rechazaban las ideas liberales, tenían un espíritu conservador.
• Los federales no veían como necesidad el dictado de una constitución, preferían realizar pactos interprovinciales.
• Se encontraban sectores de buena posición económica del campo y la ciudad, sectores de menores recursos (gauchos, campesinos en las regiones rurales) y trabajadores de la ciudad (mulatos).

Feliz Experiencia

Después de la disolución de las autoridades nacionales, en Buenos Aires se constituyó un grupo dirigente que incluía políticos y miembros de los grupos económicos poderosos, denominado Partido del Orden. Su principal objetivo era realizar una serie de reformas que dieran paz y prosperidad a la provincia después de la crisis política de 1820. El principal impulsor de los cambios fue Bernardino Rivadavia. Algunos llamaron a esta etapa la «Feliz Experiencia» porque consideraron que las reformas favorecieron a la provincia.

Las Reformas Rivadavianas

Una serie de reformas político-administrativas tuvo por objetivo superar la superposición de atribuciones y funciones que venía de la era colonial y centralizar el poder en manos del grupo gobernante. Se suprimieron los dos cabildos existentes en la provincia y se creó una Junta de Representantes como poder legislativo. Para la elección de representantes se estableció el sufragio universal masculino, que convirtió en votantes a todos los varones mayores de edad, sin importar cuál fuera su clase social.

Reforma en la Administración de Justicia

Se crearon dos instancias judiciales. La primera era ejercida por dos jueces en la capital y tres en la campaña. La segunda correspondía a los jueces de paz. Para organizar la seguridad, se creó el Departamento de Policía.

Reforma Militar

Se buscó reducir los excesivos gastos de guerra y poner fin a la politización de los cuerpos militares, que en varias ocasiones se habían levantado contra los gobiernos civiles. Una ley dispuso el retiro de muchos militares.

Reforma Eclesiástica

Produjo enfrentamientos entre la autoridad civil y la religiosa. El gobierno suprimió el diezmo y algunas órdenes religiosas, cuyos bienes (casas y esclavos) pasaron al Estado.