Crisis y transformaciones en el reinado de Alfonso XIII

Durante el reinado de Alfonso XIII se produjo la crisis de la Restauración por la propia crisis del turno de partidos y de los propios partidos. Se reforzó la oposición republicana, nacionalista y los movimientos obreros, al tiempo que la sociedad y economía experimentaban una modernización.

Regeneracionismo y Revisionismo Político. El Regeneracionismo en Castilla y León

Los primeros años del reinado de Alfonso XIII están marcados por el Regeneracionismo, que intentó reformar el sistema de la Restauración desde dentro y adaptarlo a las demandas sociales. La primera manifestación de Revisionismo político fue la ‘revolución desde arriba’ del gobierno conservador de Maura. Fue más importante la creación del Instituto Nacional de Previsión. La única reforma política fue la Ley de Reforma Electoral de 1907, aunque no solucionó el fraude electoral. El partido liberal de Canalejas llevó a cabo un regeneracionismo político de mayor alcance entre 1910-1912: nuevas leyes laborales, la eliminación del impuesto de consumos, la Ley del Condado y sobre todo, la Ley de Reclutamiento (1912). Estas reformas se vieron truncadas por el asesinato de Canalejas en 1912. El campesinado castellano no optó por una vía revolucionaria, sino que adoptó el agrarismo. El campesinado castellano militó en los sindicatos y círculos católicos. El caso más importante de regeneracionismo castellano-leonés surgió en Valladolid: la Unión Nacional de la mano de Santiago Alba que intentaba agrupar a la pequeña burguesía. Asimismo, en 1916 intentó llevar a cabo una reforma agraria.

Las Crisis de 1909 y 1917

La Semana Trágica de Barcelona (1909) fue la primera crisis grave que sufrió el sistema de la Restauración tras la guerra de Cuba. Fue un descontento popular motivado por el paro en el sector textil y el embarque de los soldados destinados a Marruecos. Entre los amotinados había anarquistas, republicanos y catalanistas. La respuesta del gobierno de Maura contra la Semana Trágica fue el uso de la fuerza y una represión exagerada lo cual le costó perder el poder. La Semana Trágica y el asesinato de Canalejas (1912) pusieron fin al Revisionismo político y abrieron un nuevo periodo en el que se manifestó la crisis de los Partidos de Turno y el Turno de partidos. La crisis de los partidos de turno se debió a que dependían de líderes como Cánovas o Sagasta y cuando desaparecieron, la falta de liderazgo produjo luchas internas por el poder. A raíz de la Semana Trágica, el partido conservador se vio obligado a dejar el poder por la presión internacional y de la oposición. Paralelamente, la oposición política se reforzaba en los primeros años del s.XX. Adquirieron fuerza los partidos republicanos, el partido radical de Lerroux o el partido reformista de Melquiades Álvarez, también se siguieron desarrollando los partidos obreros, PSOE y anarquistas, al ritmo del desarrollo industrial. Los anarquistas organizaron su sindicato, la CNT, a partir de 1910. Destaca el desarrollo de los partidos nacionalistas. Se siguió desarrollando el nacionalismo catalán conservador en torno a la Lliga Regionalista de F. Cambó, asimismo surgió un nacionalismo catalán de izquierdas y republicanos: Esquerra Republicana de Cataluña de F. Macià. El PNV se moderó respecto a las posturas radicales y antiespañolistas.

La I Guerra Mundial provocó un aumento de las exportaciones que mejoró la balanza comercial pero provocó un ascenso generalizado en los precios que provocó que las clases bajas perdieran poder adquisitivo y aumentó el descontento. Los problemas económicos y sociales, el problema político y el descontento en el ejército provocaron la crisis de 1917. Se crearon las juntas militares de defensa en 1916 y se sublevaron en 1917 por el descontento contra la política del gobierno liberal de Romanones. De esta forma el manifiesto de las juntas de defensa supone la reaparición del protagonismo del ejército en la política. El rey Alfonso XIII lo apoyó, convencido de que era la mejor defensa contra la oposición política a la Restauración. La asamblea de parlamentarios se trató de un parlamento alternativo a las Cortes, reunido en Barcelona, por iniciativa de Cambó y la Lliga Regionalista, pero que pretendía unir a la oposición política al sistema de la Restauración. Pretendía comportarse como una asamblea constituyente que modificara el sistema de Cánovas. Sin embargo, fracasó por las diferencias entre sus componentes. La oposición del rey y del ejército, el miedo de los grupos burgueses a la huelga general y el ofrecimiento a los catalanistas de la Lliga a participar en gobiernos de concentración. Se produjo la huelga general que protestaba contra la pérdida de poder adquisitivo de los obreros. Reivindicaban un cambio en el sistema político que justifican que se califique a esta como una Huelga Revolucionaria. La huelga tuvo éxito en zonas urbanas. La respuesta del gobierno fue el uso de la fuerza mediante el ejército. La huelga contribuyó a hacer fracasar a la junta de defensa y el rey. Tras la crisis de 1917 se hizo patente la inoperancia del sistema político y su incapacidad de abrirse a un modelo más democrático.

La Guerra Colonial en Marruecos. El Desastre de Annual

Su origen está en la conferencia de Algeciras, en que las disputas entre las grandes potencias por el protectorado de Marruecos provocaron la concesión del Rif a España. El gobierno de Maura y el ejército español se plantearon la conquista de el Rif como una cuestión de honor que permitiera olvidar el desastre del 98. Sin embargo, lejos de una victoria fácil se convirtió en una pesadilla por la resistencia de los rifeños dirigidos por Abd-el-krim. La guerra de Marruecos dividió a la sociedad española y los militares. Por último, se agrupaba el problema de los soldados de cuotas que libraba del servicio militar a los hijos de las clases acomodadas. En 1921 el general Fernández Silvestre fue derrotado en Annual. La oposición acusó al gobierno y al rey de ineptitud. El desastre de Annual fue una de las causas más importantes del golpe de estado del general Primo de Rivera.

La Dictadura de Primo de Rivera

Surgió como la última oportunidad que tenía la monarquía de Alfonso XIII de perpetuarse mediante la solución de los problemas que aquejaban España. Entre sus causas está la inoperancia de los partidos de turno, el estado de agitación social influido por la revolución rusa de 1917, el desastre de Annual y el ejemplo del triunfo del Fascismo en Italia. Primo de Rivera contó con el apoyo del empresariado catalán, un sector del ejército y el rey Alfonso XIII. El directorio militar fue el primer periodo de la dictadura (1923-1925). Era un gobierno formado por militares que suspendió la Constitución de 1876. Este primer periodo estuvo marcado por éxitos como el desembarco de Alhucemas y la represión del Anarquismo en Barcelona. El directorio civil (1925-1930) supuso un intento de perpetuar la dictadura, para ello Primo de Ribera quiso crear un partido, la Unión Patriótica y quiso reformar la constitución, sin embargo, no tuvo suficientes apoyos y se retiró de la política. La retirada de Primo de Ribera llevó a la oposición política ilegalizada durante la dictadura, al pacto de San Sebastián. En este, la oposición se une para derribar a la Monarquía. Sin embargo, el fin de la Monarquía de Alfonso XIII proviene de la voluntad popular, por los buenos resultados de la coalición republicana en las elecciones municipales de Abril de 1931. Alfonso XIII abdicó y abandonó España. Así se proclamó la II República Española.

Evolución Económica. La Sociedad

A partir de los años 20 se fue produciendo una transición demográfica: caída de la mortalidad y natalidad, aumento la esperanza de vida y se produjo una mayor intensidad de los movimientos migratorios. Respecto a la economía, siguió dominando el sector primario, se produjo un crecimiento del sector secundario y la sociedad se hizo más urbana. En la industria, el sector dominante fue la siderurgia vasca. La dictadura de Primo de Ribera llevó a cabo una política económica intervencionista, en la que el estado subvencionaría ciertas actividades industriales poco competitivas. Asimismo, fomentó el nacimiento de monopolios y un ambicioso programa de obras públicas. La debilidad fiscal de la hacienda española impidió al estado llevar adelante muchas de estas iniciativas. La sociedad seguía siendo mayoritariamente rural aunque creció la población urbana. La clase dominante, la alta burguesía terrateniente, se convirtió en un grupo conservador y católico. La burguesía periférica era más cercana a los modelos europeos, las clases medias eran aún muy débiles y por último, el proletariado fue el grupo social que más creció.

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