A principios del s.XIX españa sólo contaba con las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Cuba, era la principal posesión española y reunía numerosos intereses y negocios españoles. La vida económica se basaba en una gran agricultura de plantación, con la que se conseguían ingresos para el Estado y algunas empresas españolas.
La política de aranceles convertía a las islas en mercados cautivos, la legislación española les dificultaba la la exportación hacia Europa o Estados Unidos.
El caso de Filipinas fue diferente, porque la población española era escasa y los intereses económicas se basaron en la producción de tabaco.
A nivel político estos territorios recibían un trato colonial y no tenían ningún derecho a enviar representantes a las Cortes españolas.
En la Paz de Zanjón de 1878 se llevaron a cabo reformas para facilitar la autonomía cubana, para la eliminación de la esclavitud y para la presencia de diputados suyos en el Parlamento.
El sector más intransigente, apoyaba estas reformas y formó el Partido Uníón Constitucional mientras que los grupos más progresistas crearon el Partido Radical Cubano.
El malestar de la población cubana aumentó cuando España introdujo en Cuba un impuesto a la importación de productos no procedentes de España, el llamado Arancel de Cánovas.
El incumplimiento de las medidas de la Paz de Zanjón, el nuevo arancel y el apoyo de USA, hicieron que se iniciara el conflicto cubano. España quería poner fin al conflicto y envió casi 200.000 soldados a la isla, muchos de los cuales enfermaron o murieron.
El asesinato de Cánovas dió lugar a un imprevisto cambio de gobierno. Sagasta inició una estrategia de conciliación: ordenó la autonomía de Cuba, el sufragio universal masculino y la igualdad de derechos entre insulares y peninsulares. Pero llegaron demasiado tarde.
En Filipinas el malestar provénía del descontento de la población con los métodos de la Administración española y el poder de las órdenes religiosas.
La insurrección cubana presentó la ocasión para mostrar el apoyo de Estados Unidos, el que propuso un ultimátum a España.
En el tratado de París , España cedíó a Cuba, Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos.
La derrota de la guerra provocó en España un impacto, el “ desastre del 98”. El desastre del 98 puso en jaque al sistema de la Restauración y a los dos partidos políticos del turno. Esto impulsó el crecimiento de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña.
En la Conferencia de Algeciras(1906) establecieron un protectorado Franco español en la zona de Marruecos. A España le correspondía el territorio del Rif, con la obligación de pacificarlo y organizarlo (el primer documento trata de esto) .La presencia española fue contestada por continuos ataques rifeños, y por ello se decidíó aumentar el número de tropas española, lo cual provocó un movimiento de protesta popular.
La movilización contra la guerra se inició en el puerto de Barcelona. El 26 de Julio se hizo un llamamiento a la huelga general pero derivó en una revuelta popular y acabó siendo un estallido espontáneo de todas las tensiones acumuladas. Las autoridades respondieron declarando el Estallido de guerra y enviando fuerzas para frenar las manifestaciones.
La represión posterior fue muy dura por parte del gobierno de Maura y por ello la represión de la Semana Trágica levantó una oleada de protestas. El gobierno tuvo que enfrentarse a duras críticas y los liberales y republicanos se unieron para exigir la dimisión de Maura.
En 1914 se produjo el estallido de 1914, e inmediatamente se declaró neutralidad española. Esta situación supuso una oportunidad para la economía española, sin embargo las condiciones de vida empeoraron, los precios subieron y los salarios no. Esto generó un conflicto social que fue creciendo y desembocó en un movimiento huelguístico .
En 1917 el descontento militar y la conflictividad social provocaron una protesta generalizada de carácter antigubernamental. En cuanto a la protesta militar el descontento de los oficiales llevó a la creación de la Juntas de Defensa (asociación de militares que reclamaban un aumento salarial y se oponen a los ascensos por méritos de guerra). Respecto a la crisis política el gobierno de Dato fue sustituido y se continuó con la corrupción política . Como reacción se organizó una Asamblea de Parlamentarios (como podemos ver en el segundo documento)
En 1916 ya se había producido un importante movimiento huelguístico, pero la tensión estalló al año siguiente a raíz de un conflicto ferroviario y la VGT con el PSOE decidíó llamar a la huelga general. En los años siguientes el sistema político de la Restauración entró en crisis definitiva.