A este respecto dice el profesor Domínguez Ortiz: Antes del Siglo XVIII, España era una expresión geográfica sin contenido político. La pérdida de los dominios europeos extrapeninsulares puede decirse que creó a España como entidad política definida; Desde entonces, aún sin abandonar la ostentosa titulación tradicional, hubo un rey de España… Más chica que el Imperio, más grande que Castilla, España es la más extraordinaria creación del Siglo XVIII, que deja de ser una nebulosa y toma contornos sólidos y tangibles.
3-
De las circunstancias sociales económicas y políticas fundamentalmente unidas a los intereses de la burguésía industrial y comercial urbana y dinámica. Recuerda que el establecimiento de la resolución industrial española se produce en la periferia, especialmente en Cataluña, partidaria de un proteccionismo muy fuerte que defendiera sus manufacturas e intereses económicos, frente a una España interior, rural y no industrializada. Este profesionismo hará durante mucho tiempo antiliberal a la burguésía catalana ( levantamiento de Barcelona en 1842 contra la política librecambista de espartanos y el subsiguiente bombardeo y represión de la ciudad condal por orden de aquel general regente y que provocó su caída ). Tengamos en cuenta también que el liberalismo tendía al centralismo uniformista, de ahí su afán de promulgar códigos civiles y de comercio por encima del particularismo foral.
LOS NACIONALISMOS
EL CENTRALISMO DEL LIBERLAISMO ESPAÑOL
El sistema político liberal había nacido la Guerra Civil de 1833-1840. Luego, para sustentarse, se dejó controlar por unas élites militares y políticas que representaban a los sectores más conservadores del liberalismo. Estas élites crearon un régimen político y un modelo de Estado, a imitación del francés uniformista, que daba por supuesta la unidad nacional.
La nueva organización centralista del Estado, pretendíó desconocer las realidades comunitarias existentes y disolverlas en un proceso de integración común.
BASES DE NACIONALISMO PERIFÉRICOS
Siempre se ha afirmado que el movimiento regionalista y nacionalista inicialmente fue burgués. Es preciso puntualizar de qué burguésía se trataba. La gran burguésía industrial y financiera en la vida política de la Restauración, aunque de distintas regiones, estuvo plenamente vinculada a los interés de la política oficial y colaboró con su poder económico en hacer o deshacer gobiernos. Proporciónó poder a Madrid, y Madrid devolvíó el favor otorgando un proteccionismo especial a sus negocios. Los regionalismos periféricos fueron originariamente manifestaciones de las medianas y pequeñas burguésías.
EL CATANALISMO
Bases sociales e ideológicas., que abarcaba los más diversos campos de la actividad intelectual que tuvieran relación con Cataluña, utilizando como instrumento lengua vernácula. En este movimiento se fueron reuniendo los diversos intereses de la burguésía: industriales, forales, descentralizadores, ROMánticos o incluso religiosos. La exclusión del federalismo republicano, obligaron a ambas fuerzas a abandonar sus dogmatismos doctrinales y a optar por un regionalismo prenacionalista. El federalismo primó sobre el republicanismo, y los fueros históricos, sobre la cuestión dinástica carlista, de modo que ambas corrientes acabaron confluyendo en un catalanismo político. Almirall abanderó la línea del catalanismo moderno, centrando la cuestión en el hecho del federalismo como la fórmula idónea para superar y unificar las distintas posiciones antagónicas de las burguésías particularistas. Su planteamiento era regenerador autonomista y no independista, de modo que la unidad de los pueblos dentro del Estado no debía ser impuesta a la fuerza desde el centro, sino que debía ser consecuencia del desarrollo industrial y comercial. La propuesta era una Cataluña capitalista y europea que debía estar dirigida por una burguésía urbana e industrial.
La oposición y la caída de la dictadura
La cuestión del catalanismo:
La cuestión catalana fue uno de los principales, y ello por 3 motivos:
1) la persecución de la lengua catalana; 2)
la intervención gubernamental en la elección de la Junta del Colegio de Abogados de Cataluña, obligando, además, a publicar su guía oficial en castellano;
3) su intromisión en la esfera eclesiástica.
El movimiento obrero:
Tampoco supo frenar a un movimiento obrero que, a medida que pasaba el tiempo, iba tomando posiciones. A partir de 1928 el PSOE empezó a pensar que, puesto que no había un auténtico régimen parlamentario, la única salida debería ser la república; y lo mismo propusieron el partido comunista y los anarquistas de la CNT.
Los intelectuales:
Hubo dos fuerzas que contribuyeron directamente a la caída de Primo de Ribera: los intelectuales y el ejército de la península. Los intelectuales, que no habían aceptado el régimen desde el principio, se vieron atacados con la destitución de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca y con su posterior destierro; con la clausura del Ateneo de Madrid porque, se decía, que estaba inclínándose hacia el republicanismo, y con el Proyecto de Reforma Universitaria, en el que se otorgaba la expedición de títulos con valor universitario a los jesuitas de Deusto y a los agustinos de El Escorial. Las revueltas de los universitarios en el curso 1928-1929 acabaron con represiones y con el cierre de la Universidad. El descontento militar
Los militares destinados en la Península se encontraron con un Primo de Rivera favorable a los militares de Marruecos y poco proclive hacia los convencionalismos que protegían la carrera militar de los de la Península. Además, el ataque frontal contra el cerrado cuerpo de artillería fue el que rompíó la armónía de la familia militar y precipitó la caída del régimen. Fracasó una importante conspiración prevista para Junio de 1926, la famosa Sanjuanada. En los últimos meses de 1929, y a la vista de la utilización por parte de la dictadura de nuevos procedimientos caciquiles para que el régimen se sostuviera, arreciaron las protestas y se precipitaron todos los acontecimientos. El 30 de Enero de 1930 Alfonso XIII aceptó la dimisión de Primo de Rivera, encargado al viejo militar Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno.
ORÍGENES DEL NACIONALISMO ESPAÑOL :
Procede de 3 niveles:
1-
De los particularismos constitucionales o históricos de tipo político, administrativo y económico de las sociedades no castellanas ( regionalismos tradicionales ), en particular de los territorios que integraron la corona de Aragón ( Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares ) y del Reino de Navarra y de aquellos sin haber pertenecido a entidades independientes o a antiguos reinos que tenían fueros y derecho civil propios, generados en la Edad Media como el País Vasco y Galicia
. 2-
Del Renacimiento de las culturas regionales, en particular cuando las lenguas españolas no castellanas tienen acceso a la expresión literaria en letra expresa tipo Renaixença, en las décadas finales del Siglo XIX, durante la Restauración. Se produce un redescubrimiento de las entidades nacionales no castellana y de la nueva concepción de España anterior a la de los derechos de Nueva Planta y al Uniformismo Centralista Liberal Capitalista (en la realidad no es una nueva concepción sino la ciega situación de España nacida de la reconquista y mantenida con los Reyes Católicos y con los Austrias. Lo que resulta más complicado es analizar si aquel concepto de entonces (Siglo XV, XVI y XVII) existía una entidad global o de estado llamado España).