Decreto desamortización de Mendizábal

  1. Introducción


Ya Durante el reinado de Carlos III aparecieron duras críticas a la amortización De bienes raíces, tanto eclesiásticos como vinculados a la nobleza o comunales De los ayuntamientos. El problema radicaba en que la mayor parte de la riqueza de La España rural del Siglo XVIII estaba amortizada, es decir, la tierra y Propiedades de la Iglesia, de los nobles y de los ayuntamientos no podían Comprarse ni venderse, estaban fuera del mercado.

El proceso desamortizador es un proceso político y Económico de larga duración en España (1766-1924) en el cual la acción estatal Transformará en bienes nacionales las propiedades y derechos que hasta entonces Habían constituido un patrimonio amortizado (sustraído del mercado libre) de Entidades civiles y eclesiásticas para enajenarlos (transmitir a otra persona) A favor de ciudadanos libres.

La desamortización pretendíó la Formación de una propiedad coherente con el sistema liberal, es decir: la Instauración de la propiedad libre, plena e individual que permitiría maximizar Los rendimientos y, el desarrollo del capitalismo en el campo. Las reformas Permitirían liberar mano de obra, que podría ser utilizada por otros sectores, Y acabar con la autosuficiencia y autarquía rural, favoreciendo la creación de Un mercado nacional.

             La Entrada de esta masa de bienes en el mercado se efectuó a través de dos Procedimientos: la subasta al mejor postor y la amortización de la deuda Pública, que sería sustituida por dichos bienes. Hubo varias desamortizaciones.

  1. La desamortización de Godoy (1798-1805)


        La Política belicista del gobierno y el consiguiente aumento de la deuda pública Obligaron al ministro a iniciar la desamortización. Dicha desamortización Afectó a los bienes de los Jesuitas y de otras instituciones eclesiásticas. Los Fondos obtenidos se destinaron en un principio a indemnizar a la Iglesia y a Amortizar parte de la deuda pública. Entre 1798 y 1805 se vendieron tierras por Un valor de 1600 millones de reales, en total la sexta parte del patrimonio de La Iglesia, pero en vez de destinar el dinero a su fin inicial, se gastó en Nuevas campañas militares.
  1. La desamortización Bonapartista y Gaditana (1808-19


     Durante La Guerra de Independencia tanto el gobierno bonapartista como las Cortes de Cádiz realizaron una intensa labor paralela de supresión de conventos y órdenes Religiosas y de puesta en venta de sus propiedades, destinando el producto a Amortizar la deuda del Estado. La restauración del absolutismo en 1814 Significó la anulación de estas medidas y la devolución de los bienes vendidos A los frailes.

             En El Trienio Liberal volvieron a entrar en vigor las decisiones de las Cortes de Cádiz y se emprendíó la desamortización de bienes de propios y baldíos. Una Buena parte de los bienes de los conventos fue vendida a inversores burgueses. Pero en 1823, el retorno al régimen absolutista obligó a restituir los bienes, Lo que provocó la indignación de los compradores.

  1. La desamortización de Mendizábal (1836-1844)


     Con Estos precedentes, en 1836 el proceso de desamortización se aceleró por varias Causas. En primer lugar, la Guerra Carlista obligaba al Estado a obtener Recursos. En segundo lugar, se difundíó por el país un clima anticlerical, a Causa del apoyo del clero al bando carlista. En tercer lugar, los antiguos Compradores de bienes amortizados por el Trienio presionaban al gobierno para Que les devolvieran sus bienes. Hombres ricos, que formaban grupos muy Poderosos en el bando cristino.

             En Esta situación se publicaría en Febrero de 1836 la primera gran ley de Desamortización liberal, la del ministro Mendizábal. Con esta ley se declaraban En venta todos los bienes pertenecientes al clero regular. La desamortización Se llevaba a cabo con los siguientes fines:

  1. Sanear La hacienda pública: para lograrlo se admitieron títulos de deuda pública Como medio de pago.
  2. Asegurar En el trono a Isabel II, es por ello que se aceptaron títulos de deuda por Su valor nominal, aunque estuvieran depreciados.
  3. Conseguir El suficiente dinero para ganar la guerra.
  4. Crear Una clase media agraria que, al poder consolidar su riqueza gracias a la Compra de bienes, estaría agradecida al Estado liberal.

En total, entre 1836 y 1844 se Vendieron propiedades por valor de 3274 millones de reales, quedando aún por Vender bienes por valor de 910 millones, de los que tres cuartas partes Pertenecían al clero secular que había sufrido idéntica suerte que el regular Durante la regencia de Espartero. Se había desamortizado el 62% de las Propiedades de la Iglesia.

Dado el tamaño de los lotes, los Propietarios e inversores burgueses y nobiliarios acapararon todas las compras, Puesto que eran los únicos que tenían liquidez, sabían pujar y podían controlar Las subastas. Además, comprar era un excelente negocio: sólo se abonaba el 20% Al contado, el resto se pagaba aplazado y se admitían títulos de deuda por su Valor nominal.

Las consecuencias de esta Desamortización fueron muy variadas:

1.Prácticamente Se desmanteló la propiedad de la Iglesia y de sus fuentes de riqueza

2.La Desamortización no soluciónó el problema de la deuda, pero lo atenuó y gracias A estos ingresos se consiguió ganar la guerra.

3.La Desamortización no produjo un aumento de la producción agraria. Los nuevos Propietarios no emprendieron mejoras, sino que se limitaron a seguir cobrando Rentas.

4.Las Tierras y las fincas urbanas fueron a parar a los antiguos terratenientes Locales, a la nobleza, a la burguésía financiera y comercial, a especuladores.

5.Los que No compraron fueron los campesinos: o no sabían pujar o no tenían dinero. Cuando lo intentaron se encontraron con lotes demasiado grandes, pujas muy Altas o subastas amañadas.

La desamortización de Madoz (1855-1856)


   Esta Medida formaba parte del programa progresista y fue iniciada por dicho ministro En 1855. Establecía la venta en subasta publica de toda clase de propiedades Rusticas y urbanas pertenecientes al Estado, a la Iglesia y a los Municipios. Se trataba de completar el proceso iniciado en el 36. Entre 1855 y 1856 se Subastaron más de 43000 fincas rústicas y 9000 urbanas por un valor cercano a Los 8000 millones de reales, mediante el pago de una entrada de un 10% y el Resto aplazado, y admitiendo sólo el abono en efectivo. Con este dinero se Amortizó la deuda pública y cubrieron las necesidades de la Hacienda.   Las Consecuencias de esta segunda desamortización fueron la eliminación de la Propiedad comunal y de lo que quedaba de la eclesiástica, lo que provocó un Empeoramiento de la situación económica del campesinado y la ruptura de Relaciones con la Iglesia, ante la flagrante violación del Concordato.

  1. Conclusión


     Con La desamortización de Madoz se completó la enajenación de los bienes Amortizados. La privatización de las fincas rústicas afectó al 25% del territorio Nacional. El cometido financiero fue cubierto satisfactoriamente, a juzgar por Las cantidades que Hacienda percibíó en títulos y en metálico (15000 millones De reales). La extracción social de los compradores se restringíó a los Círculos más acaudalados. Fueron los miembros de la burguésía y la nobleza Quienes compraron. Los colonos y campesinos no tuvieron posibilidades de Acceder a la tierra. La tierra volvíó a concentrarse en pocas manos y el Campesinado siguió su

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