Preguntas Cortas Tema 10
1.- Los partidos políticos durante el reinado de Isabel II
No eran como los actuales, sino agrupaciones de personas alrededor de un civil, militar o notable. Eran más bien corrientes de opinión o camarillas.
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Moderados
Terratenientes, comerciales e intelectuales conservadores, junto a restos de la antigua nobleza, clero y altos mandos militares. Defendían el derecho a la propiedad para preservar el orden y restringían el sufragio a la riqueza. Antepónían la autoridad y el orden a la libertad (que estaba limitada), y la soberanía estaba en el rey y las Cortes. Destacan Narváez y Bravo Murillo.
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Progresistas
Mediana y pequeña burguésía, clases medias urbanas, oficialidad media del ejército. Defienden la soberanía nacional, el predominio de las Cortes, poderes locales, amplios derechos individuales, sufragio censitario más amplio. Destacan Mendizábal, Espartero y Prim. En 1854 surge la Uníón Liberal, que agrupó a algunos moderados y a los progresistas más conservadores, siendo un partido de centro con finalidad de gobierno, presidido por O’Donnell
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Demócratas
Escisión de los progresistas que defendía la soberanía popular y el sufragio universal masculino. Una única cámara electiva, ampliación de libertades públicas y derechos colectivos, creación de la Milicia Nacional, implicación de la administración en la educación, libertad de culto… Clases populares y urbanas. Por el desprestigio de Isabel II gana fuerza el partido republicano, como única forma verdaderamente democrática, eligiendo todos los miembros del gobierno.
2.-Explica la frase «la Revolución del 68 es un pronunciamiento militar disfrazado de revolución»
El pronunciamiento militar de Prim y de Topete en Septiembre de 1868 tuvo éxito y a la reina Isabel II no le quedó más remedio que exiliarse. Un año antes, el partido Progresista, el Demócrata y los Unionistas habían firmado el Pacto de Ostende por el que se comprometían a poner fin a la monarquía borbónica y abrir un periodo constituyente. Desde los primeros momentos esta insurrección tuvo una gran acogida popular, sobre todo en las ciudades. Surgieron las Juntas Revolucionarias por toda España con proclamas radicales. Las peticiones iban desde la abolición de los consumos y supresión de quintas hasta la proclamación de la República y el reparto de tierras. Pero pronto se pudo comprobar que existían grandes diferencias en los objetivos políticos del Gobierno Provisional (Prim y Serrano) y las Juntas Revolucionarias.
El Gobierno Provisional no participaba de las reivindicaciones sociales de las Juntas. Por eso, las primeras medidas que tomó el gobierno de Prim fue disolverlas y acabar con la Milicia Nacional.
Los protagonistas de la llamada “revolución de Septiembre” en ningún momento tenían intenciones revolucionarias. Se limitaron a derrocar a la monarquía borbónica y a modernizar políticamente el país. Pero esa modernización no pasaba por atacar los intereses y propiedades de la burguésía.
3.- El sexenio es un perioddo turbulento de la historia de España: relaciona brevemente los conflitos que se dan en el periodo
El Sexenio
Democrático (1868-74) representa el último intento de consolidar la democracia en el Estado liberal, construido durante el reinado de Isabel II en España. Pero ese intento no fue fácil. Problemas sociales, económicos y políticos se cruzaron en el camino.
Socialmente asistimos a la radicalización del movimiento obrero en demanda de mejores condiciones de trabajo. El campesinado andaluz y el obrero industrial buscaron en el anarquismo y el socialismo, doctrinas que llegan en esta época a España, una solución para sus males.
Económicamente se pudo comprobar la debilidad del capitalismo español que apenas pudo recuperarse de las tres grandes crisis (financiera, industrial y agrícola) con las que comenzó el periodo. Aunque el gran debate económico fue la lucha política entre los partidarios del librecambismo frente a los defensores del proteccionismo representados por la burguésía catalana y los cerealistas castellanos respectivamente.3
Políticamente fue una época de gran inestabilidad.
En las tres etapas que se dividíó el Sexenio (Gobierno Provisional; monarquía de Amadeo y I República) no se lograron controlar los conflictos que surgieron. Los carlistas, animados por el clima de libertad, provocaron la III y última de las guerras y en Cuba se produjo una insurrección que acabó en la guerra de los Diez Años. Pero la derechización de los últimos gobiernos de la I República, atemorizados por la sublevación cantonal de gran parte del país, acabaría dejando paso a un nuevo pronunciamiento militar, el de Martínez Campos. Los Borbones, en la persona de Alfonso XII, volvían al trono