Desarrollo del conflicto de la Guerra Civil española

TEMA 3: LA Guerra Civil


Desde el triunfo electoral del Frente Popular, varios sectores de la oligarquía, la derecha política y el Ejército empiezan a pensar en un golpe militar.
Ante estos rumores, el gobierno reacciona enviando a destinos alejados a los militares sospechosos. El asesinato de Calvo-Sotelo provoca una gran conmoción y sirve para que algunos militares indecisos se sumen a los preparativos para la sublevación, que finalmente se adelanta al 17 de Julio, dirigida desde Pamplona por el General Mola. Ese día comienza la insurrección en Melilla. El 18 de Julio la sublevación se extiende a la Península. El gobierno de Casares Quiroga restó importancia a la sublevación, no tuvo en cuenta la dimensión de lo que terminó como un conflicto nacional. Fue sustituido por el republicano
Giral.

Tras cruzar el Estrecho (con el apoyo de la aviación italiana y alemana), las tropas sublevadas de África avanzaron rápidamente hacia Madrid para tomar la capital. Franco, convertido en jefe del ejército del sur tras la muerte de Sanjurjo, decidíó desviarse para ocupar Toledo y liberar el Alcázar, donde resistían centenares de militares sublevados. El acontecimiento fue utilizado para enaltecer la figura de Franco y como demostración de que el ejército sublevado no abandonaría focos de resistencia. A finales de Octubre, los sublevados llegan a Madrid. La República ordenó la movilización general para salvar Madrid. En Noviembre, el gobierno republicano se trasladó a Valencia, ya que la ciudad es duramente bombardeada desde la Casa de Campo y la Ciudad Universitaria, pero Madrid resiste. Fracasado el intento de entrar en la capital, los sublevados emprendieron maniobras para aislar Madrid, básicamente con el fin de cortar sus comunicaciones con Valencia. La batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara son las más significativas de este periodo. Tras las primeras acciones del levantamiento los sublevados controlaban Galicia, León, Castilla la Vieja, Navarra, parte de Aragón, la baja Andalucía, Islas Baleares y Canarias.

La defensa de la capital quedó en manos del comandante Rojo. Madrid resistíó el ataque frontal gracias al ejército leal, a las milicias populares y a la llegada de las Brigadas Internacionales, voluntarios, de más de sesenta nacionalidades, que se dirigieron a España para ponerse al servicio de la República. En su mayoría militaban en partidos comunistas y actuaban frente a la amenaza fascista

Las milicias estaban poco entrenadas y carecían de disciplina, no reconocían el mando de los oficiales republicanos y dificultaban las operaciones militares.

Ambos bandos recibieron ayudas exteriores a pesar de la existencia de un pacto de no intervención en España, que prohibía el suministro de armas. El Comité tenía su sede en Londres y su intención era evitar que el conflicto se internacionalizara. Su labor fue un fracaso, se adhirieron veintisiete países, entre ellos Italia y Alemania. Ninguno de los dos temía un nuevo conflicto mundial y por su tendencia fascista, ayudaron al bando nacional durante toda la guerra.

La Alemania nazi de Hitler ofrecíó la ayuda más determinante, con la participación directa de la Legión Cóndor de aviación, responsable del bombardeo de Guernica. Además, contribuyó con el envío de soldados y oficiales, carros de combate y artillería. Hitler usó la “guerra de España” para probar algunas de sus nuevas armas y sus nuevos métodos militare. Cobró su ayuda con la entrega de minerales y otros productos estratégicos. La Italia fascista de Mussolini proporciónó una ayuda vital especialmente en hombres: El Corpo de Truppe Volontarie envió a España más de cien mil hombres.

Los países que apoyaron abiertamente a la República fueron la Uníón Soviética y México. La ayuda de la Uníón Soviética fue con diferencia la más importante y decisiva. A lo largo de toda la guerra aportó hombres y material armamentístico. El pago de esta ayuda ha sido uno de los temas más debatidos sobre la guerra: La República pagó esta ayuda a Moscú mediante las reservas de oro del Banco de España, sin que al final de la guerra se restituyera nada.


La elección de Franco para asumir la jefatura tras la muerte de Sanjurjo se debíó tanto al prestigio que le proporcionaron las victorias conseguidas durante la guerra como al hecho de controlar al ejército de Marruecos. Aunque la elección se hizo en Octubre de 1936 no se institucionalizó hasta Abril de 1937, por el Decreto de Unificación que creaba un partido único: Falange Española Tradicionalistas de las JONS. Aunque algunas de las directrices del nuevo régimen se establecieron durante la guerra, Franco quiso esperar al fin del conflicto para establecer su estructura definitiva

En Mayo de 1937 las calles de Barcelona se tiñeron de sangre. Estallaron los principales conflictos que arrastraba la República desde el comienzo de la Guerra Civil.
El 3 de Mayo, la CNT ocupó el edificio de la Telefónica. Tres camionetas de fuerzas de asalto sitiaron el edificio y fueron recibidos a tiros por algunos militantes de la CNT. Acudieron anarquistas armados en ayuda de los sitiados. La ciudad entera entró en conflicto. Largo Caballero convocó urgentemente al Gobierno, que residía entonces en Valencia. Se envió una delegación y cerca de cinco mil guardias. Todos los intentos de negociación resultaron infructuosos y los sangrientos combates continuaron durante los días 5 y 6. En la tarde del 7 se recuperó la normalidad. Se dio por oficial la cifra de cuatrocientos muertos y mil heridos. Largo Caballero, presidente del Gobierno hasta ese momento, se quedó sin apoyos Largo fue desplazado y sustituido por Juan Negrín hasta el final de la guerra.

La llegada de armamento soviético, recibido a través de Francia, permitíó a los republicanos lanzar su última ofensiva. La batalla del Ebro fue la más dura de la guerra, empezó el 25 de Julio de 1938 cuando un ataque republicano logró cruzar el Ebro y avanzar hacia el interior. Franco consiguió detener el ataque. Luego contraatacó y los republicanos tuvieron que replegarse en la otra orilla del río mientras el ejército de Franco ocupaba todo el sur de Tarragona. El ejército republicano había sido derrotado, y sus fuerzas quedaban mermadas y desorganizadas. Franco decidíó emprender entonces la ofensiva definitiva sobre Cataluña. Tomó Barcelona sin resistencia, mientras miles de exiliados huían hacia el Norte (entre ellos Azaña). En Febrero las tropas franquistas alcanzaron la frontera francesa.

A la República únicamente le quedaba la llamada “zona centro” (Madrid, La Mancha y desde Valencia hasta Almería). La sublevación del coronel Casado contra el gobierno republicano en Madrid fue el mazazo final para la República. Casado, encargado de la defensa de Madrid, se hizo con el control de la ciudad tras una fuerte lucha con los comunistas. Trató de negociar una “paz honrosa” con Franco, pero este sólo acepta una rendición incondicional. En Marzo de 1939, las tropas de Franco entraron en Madrid sin la menor resistencia. En los días posteriores ocupó toda la zona Mediterránea. El 1 de Abril Franco firmó en Burgos el último parte de guerra: “…cautivo y desarmado el Ejército Rojo… la guerra ha terminado”.  

La victoria nacional se debe a diferentes factores. En el bando republicano faltaba una dirección única y tuvo que enfrentarse al doble problema de derrotar al ejército sublevado y de controlar la revolución social de los grupos anarquistas, sindicalistas y comunistas que participaron a través de las milicias y no reconocían el mando de los oficiales republicanos dificultando las operaciones militares. Esto facilitó las cosas al bando nacional cuyo único objetivo era ganar la guerra y estaba compuesto en su mayoría por militares. Además, la situación económica nacional fue mucho más favorable que la republicana.


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