Desarrollo y Consecuencias de la Guerra Civil Española: Frentes, Estrategias y Impacto

Con estas unidades militares, Franco inicia un progreso hacia Madrid, consolidando el dominio sobre la Andalucía del Guadalquivir, saltando a Extremadura y por el valle del Tajo, dirigiéndose hacia Madrid. Por el norte, Mola ocupa Irún y aísla el País Vasco de Francia; el siguiente paso es presionar Madrid por la Sierra. Los republicanos van a actuar fundamentalmente desde Cataluña, sobre todo con la movilización de los anarquistas que tratarán de ocupar las capitales de Aragón, Zaragoza y Teruel; empeño en el que terminarán fracasando, así como en el intento de recuperar las islas Baleares. Desde finales de 1936 y hasta la primavera de 1937 el objetivo de los nacionales (Mola y Franco) será ocupar Madrid. La presión sobre Madrid se organiza, por el norte: desde Segovia y la Granja; y por el sur: Franco inicia la penetración hacia Madrid por la carretera de la Coruña.

La República va a encargar la defensa de la ciudad al general Miaja, que se va a mostrar como un militar muy experto en guerra defensiva; por otra parte, la llegada de las brigadas internacionales va a aportar gente decidida a la defensa de Madrid. El ataque franquista es detenido por las defensas republicanas, con lo que Franco cambia de plan estratégico e intenta una táctica de flanqueo (no atacar directamente, sino por los flancos) para aislar a la capital del resto de la zona republicana, lo hace en las campañas de Guadalajara y el Jarama, que terminarán fracasando. La defensa de Madrid se muestra sólida por lo que en este frente se paraliza la actividad militar para, desde abril hasta finales de año, volcarse en el frente del norte, en la conquista del País Vasco, Santander y Asturias.


La campaña del norte recae sobre todo en Mola, a los requetés navarros y cuenta con la Legión Cóndor, que con sus bombardeos va a ablandar las defensas (cinturón de hierro) y va a desmoralizar a los combatientes republicanos. La defensa sobre Bilbao se mostró relativamente eficaz en la medida en que el ingeniero que organizó las defensas se pasó, con los planos, al bando nacional. Esto favoreció la caída del País Vasco. Santander fue conquistada casi sin lucha ya que de los restos del ejército vasco que habían escapado hacia Santander, las unidades militares del PNV (Gudaris) se rinden a los italianos sin presentar resistencia; únicamente resistirán las unidades socialistas, que terminarán cayendo también. Asturias resistió más ya que las organizaciones obreras tenían mucha fuerza. A finales de 1937 los nacionales controlaban toda esta franja que tenía además de interés demográfico interés económico por la industria de armas. La batalla del Ebro va a ser la operación militar más importante después de la de Madrid. Se inicia con el paso del río por el ejército republicano, una ofensiva que pretende poner en contacto ambas zonas de la república. El debilitamiento del ejército republicano del Ebro favorecerá sus intereses estratégicos. Dispone del mejor material y sobre todo de una superioridad en artillería, aviación y carros. Tras tres meses de lucha, los republicanos caen y Cataluña se abre a las tropas franquistas.




El denominado alzamiento nacional se produce inicialmente en territorio marroquí el día 17 de julio de 1936 y en concreto en la ciudad de Melilla. Dos días después, el 19, después de haber conseguido que Canarias quedara controlada por los sublevados, Franco llega a Marruecos en un avión inglés alquilado por la derecha monárquica para hacerse cargo del ejército del norte de África. En la península también en estos días, 16 – 20, se producen alzamientos de guarniciones militares por todo el territorio. El éxito de estos alzamientos va a depender de numerosos factores como la decisión de los mandos militares, de la división que haya entre ellos, de la reacción del propio gobierno o de sus fuerzas de orden público, de la existencia de organizaciones obreras, etc. De hecho, el alzamiento no cumple el objetivo fundamental que es hacerse con el poder y acabar con el gobierno republicano, pero tampoco el gobierno es capaz de poner orden, ya que en numerosos lugares los militares se hacen con el poder. El resultado a finales de julio es una España dividida en dos partes, una controlada por los militares (España Nacional) y otra controlada por la República (España Republicana).


La España Nacional comprende las islas, excepto Menorca, el norte de África y sobre todo Galicia, Castilla-León, la Rioja y Álava, Navarra y Aragón, y el estrecho. La República controla Cataluña, País Vasco, Cantabria, Asturias, gran parte de Andalucía, Extremadura, la Mancha, Levante y Murcia además de Madrid. En cuanto a recursos humanos y económicos, la España republicana es más rica debido a la industrialización y gran cantidad de población. Los recursos militares estaban muy repartidos, de 200.000 soldados, 120.000 estaban con los nacionales y 80.000 con la república, sin embargo este tiene la ventaja de controlar la flota y la aviación, pero no los mandos ni los pilotos. Pero el ejército mejor preparado, armado y decidido es el del norte de España que está controlado por los nacionales y está integrado en la Legión y los regulares.

NACIONALES: Eran la gente que estaba a favor de la dictadura de Franco. Tenían ideas políticas de derechas. No todos tenían la misma ideología, ya que había algunos partidos monárquicos, que luego no perdonarían a Franco el destruir la monarquía y entrar en la dictadura.

REPUBLICANOS: Estaban en contra de los nacionales, claro. Eran los defensores del gobierno de la república. Los republicanos repartieron ametralladoras, pistolas y otras armas a civiles, los cuales debían combatir contra los nacionales. Se involucraron muchos civiles en esta guerra, pero por parte de los republicanos.

La guerra estalla el 18 de julio de 1936 y finaliza el 1 de abril de 1939. La primera operación militar de envergadura fue el paso del estrecho por parte del ejército del norte de África. El apoyo de Italia y Alemania a Franco fue decisivo para su éxito. La república fracasó. Dentro de las consecuencias humanas, se habla de un millón de víctimas. Es una cifra exagerada pero a la que se llega si sumamos muertos por la guerra, por combate, por la represión, la mortalidad por hambre y enfermedades además de la disminución de la natalidad y el exilio. Por otra parte, en los primeros años posteriores a la guerra, el país contó con una población reclusa de más de 350.000 individuos.

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