Descubrimiento de america y el virreinato de las indias

8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI

Hasta 1580, España conoce una época de expansión demográfica y económica. Se inicia entonces un lento declive que se acelera en el XVII. Deficitaria en trigo, tanto Castilla como Aragón deben importarlo (de Sicilia, del Báltico) y no faltan las hambrunas. En Andalucía, grandes extensiones de cereal se sustituyen por el olivo y la vid, más rentables por la demanda americana y europea. La Mesta domina la meseta, aunque a partir de 1570 la exportación de lana va decayendo con el cierre del Canal de la Mancha. La industria textil de la lana (Segovia, Ávila, Córdoba, Baeza) y de la seda (Toledo, Granada, Murcia, Valencia) soporta con dificultad la competencia de los tejidos flamencos, italianos y franceses (más baratos, de mejor calidad). Se vive una revolución de los precios por la entrada de plata americana, el aumento de la demanda y la incapacidad de la oferta. A fines de siglo, el comercio exterior está en manos de mercaderes foráneos. La sociedad es estamental: cada grupo tiene sus leyes. La base es el campesinado, ya sea propietario (labradores) o simples jornaleros; viven cosidos a impuestos. La cúspide (y espejo de todos) es la nobleza. Los Grandes de España acaparan honores y riquezas, mientras los hidalgos pueden pasar hambre (con honor). En las ciudades domina un patriciado, hereditario y aliado con algunos burgueses ricos. Los miembros del clero no dejan de aumentar, así como el número de órdenes religiosas. La alta jerarquía eclesiástica (obispos, canónigos) pertenece a las familias nobles; mientras que los curas rurales pueden incluso vivir en la miseria. Al margen, una masa de pobres de solemnidad, vagabundos, pícaros y esclavos.


8.5. Cultura y mentalidades en la España del siglo XVI. La Inquisición


El siglo XVI español vive a caballo entre el espíritu humanista del Renacimiento y la ortodoxia católica de la Contrarreforma. El gótico ofrece sus últimos resultados (catedral de Segovia). El Renacimiento entra en la Península vía Italia, aunque son importantes las influencias artísticas y humanistas procedentes de Flandes. En arquitectura se pasa del plateresco (fachada de la Universidad de Salamanca) al estilo herreriano (El Escorial), con una fase intermedia de clasicismo italianizante (palacio de Carlos V en Granada). En pintura, se adopta la moda flamenca (Van der Weyden), la enseñanzas de Tiziano y, ya en el manierismo de fines de siglo, destaca El Greco. En literatura en prosa, aparece la novela picaresca (El Lazarillo, El Guzmán de Alfarache); en poesía, Garcilaso de la Vega introduce los metros italianos; alcanza gran desarrollo la mística (Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Fray Luis). Las Universidades de Salamanca (“derecho de gentes”) y la de Alcalá de Henares (Biblia Políglota) dominan el panorama intelectual, con fuerte presencia del erasmismo hasta 1527. Desde 1560, destaca el humanista Benito Arias Montano. El Concilio de Trento (1545-1563) estuvo dominado por teólogos peninsulares. La Inquisición, tras una primera etapa de dura persecución contra los conversos, amplía la gama de delitos contra la fe y la moral (brujería, blasfemia, bigamia, homosexualidad, luteranismo). En 1553 se publica el primer índice de libros prohibidos. En 1558-1559 se aplastan los focos luteranos de Sevilla y Valladolid. Se van extendiendo los estatutos de limpieza de sangre (prohibición de alcanzar cargos a los descendientes de judíos y musulmanes).


7.3. Gobierno y administración

El gobierno y administración de América sigue, en lo posible, el modelo institucional castellano. Desde la Península, la política americana la dirige, a partir 1524, el Consejo de Indias (antes una sección del Consejo de Castilla). En 1503 se fundó la Casa de la Contratación de Sevilla: una jefatura de tráfico que organiza las flotas, una aduana que registra mercancías, emigrantes y recauda impuestos, y una escuela de náutica y cartografía. En Indias, el territorio se divide en virreinatos con un virrey a la cabeza (hasta el siglo xviii, solo hubo dos: el de Nueva España y el de Perú). Cada virreinato se divide en Audiencias (formadas por varios oidores y un presidente), con funciones jurídicas y administrativas; y Gobernaciones con un gobernador al cargo de las decisiones políticas y dependiente en lo judicial de la Audiencia. Los asuntos militares son propios del Capitán general. En el siglo xviii, algunos territorios conflictivos se organizan como Capitanías generales y dependen directamente del Consejo de Indias, sin intervención del virrey (Chile, Venezuela, Guatemala). Los municipios se organizan en cabildos formados por regidores. La justicia municipal está en manos de alcaldes mayores, y en algunas ciudades interviene el corregidor por encima del cabildo.
Los indígenas fueron considerados súbditos de la Corona, aunque formaron una especie de república paralela (república de indios) con autoridades propias (alcaldes y cabildos de indios) aunque sometidas a las españolas. Las instituciones que regulan las relaciones laborales entre indígenas y españoles (encomienda, mita
) resultan nefastas para los indios, a pesar de la legislación protectora (Leyes de Burgos, Leyes Nuevas y otras ordenanzas).

7.4. Impacto de América en España


Las posesiones americanas hacen de España la cabeza de un imperio que la convierte en la primera potencia europea hasta mediados del siglo xvii, y que cuente en el escenario internacional hasta principios del xix. El descubrimiento de América revoluciona los conocimientos de geografía, náutica, cartografía, antropología, botánica y zoología, y España ejerce de intermediaria entre el Nuevo Mundo y el Viejo a través de multitud de libros. La Escuela de Salamanca crea las bases de los derechos humanos y el derecho internacional en defensa de los indios. Llegaron nuevas especies comestibles como la patata y el maíz que a partir del siglo xvii se van generalizando, sobre todo, por el norte de España y el resto del continente; otras especies, como el tabaco y el cacao, se convierten en una costumbre social. Nuevos tintes, como la cochinilla o el palo de Campeche revolucionan la moda. La farmacopea se perfecciona con el jengibre, la cañafístula, el bálsamo o la quina. Pero de América llega sobre todo plata y oro, en cantidades desconocidas. Algunas personas se enriquecen con el comercio con Indias; muchas obras de arte se financian con el dinero americano; también se produce una «revolución de los precios», un proceso de inflación que perjudica a los más pobres. Con la plata venida de América la Corona financia su política hegemónica en Europa (de guerra y diplomacia). La emigración a Indias alivia las penalidades de bastantes personas, aunque distorsiona la estructura demográfica de algunas comarcas.

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