La acumulación de poder durante la Guerra Civil por Franco, se vio reforzada por:una nueva Ley de la Jefatura de Estado los nuevos estatutos del partido único, Falange EspañolaTradicionalistaydelasJONS.
El nuevo régimen político establecido como un sistema totalitario, inspirado netamente en el de los estados fascistas de Italia y Alemania, sin constitución y sin libertades democráticas, en el cual todoslospoderesseconcentrabanenla figura de Franco;
Esta fue objeto en la posguerrade una desaforada propaganda laudatoria, destacándose sus virtudes militares y humanas, de modo que el Caudillo sólo era responsable de su poder absoluto “ante Dios y la Historia”.
La consolidación del franquismo en la década de los cincuenta se vio favorecida por el inicio de la guerra fría. En 1953 EE.UU. Firma con la España de Franco un tratado bilateral en el que, a cambio de ayuda económica, puede establecer bases militaresen Morón, Rota, Torrejón y Zaragoza. Ese mismo año se firmó también el Concordato con la Santa Sede, que acaba de legitimar moralmente al régimen ante la comunidad internacional.
A partir de estos acuerdos, se inicia la rehabilitación internacional del franquismo, con la admisión de España en varios organismos internacionales como la UNESCO (1952), la ONU (1955) y el Fondo Monetario Internacional (1955).
Las primeras ayudas norteamericanas coincidieron con el inicio de la liberalización del estricto marco económico autárquico anterior: las autoridades franquistas, reconociendo el fracaso del modelo anterior:
impulsaron la apertura de la economía española al comercio internacional,favorecieron la importación de productos industriales y disminuyeron las intervenciones estatales innecesarias.El resultado fue un proceso de crecimiento de modo que en 1954 se logró recuperar el nivel de renta de 1935, pero hacia 1956 el déficit de la balanza comercial era altísimo y la fuerte inflación dejó sin efecto real los aumentos salariales
; esas dificultades económicas provocaron elaumento de las protestas socialesque coincidieron con las primeras revueltas
La dictadura del Primo de Rivera surgíó a causa del descontento de la población con el gobierno de Alfonso XIII, las derrotas militares en la guerra contra Marruecos y la perdida en 1898 de las ultimas colonias españolas:Cuba y Filipinas, aprovechando esta situación de descontento Primo de Rivera dio un Golpe de Estado e instauró una dictadura es decir asumíó todos los poderes del estado, suprimíó la constitución y prohibíó los partidos políticos. Contó con los apoyos del sector militar, el político cercano la iglesia y la aristocracia. El Directorio Militar fue una etapa estrictamente militar que estaba formado por nueve generales y un almirante. Primo de Rivera asumíó todos los poderes, cuya finalidad en sus propias palabras era «poner España en orden» para devolverla después a manos civiles.Se consiguió restablecer el orden público, y para conseguirlo se adoptó como medida el estado de guerra y se abolieron las libertades. Además, se intensificaron las actuaciones represivas contra el movimiento obrero, se creó una milicia nacional que fue puesta al servicio del régimen y se formó la uníón patriótica formada por conservadores, burgueses católicos y grandes terratenientes; también se organizó un sistema ágil de administración central, provincial y municipal. La pacificación de Marruecos afianzó el poder personal de Primo de Rivera. En 1925, abandonando la idea de transitoriedad, nombra un gobierno civil compuesto por 4 militares y 6 civiles. El nuevo gobierno contaba con políticos jóvenes y técnicamente bien preparados (Calvo Sotelo, Aunós, Lorenzo Pardo, Conde de Guadalhorce, etc..).La entrada de estas personas supone en cierta medida el paso de las soluciones improvisadas a una economía planificada y dirigida. Además, contaba con el apoyo de la Uníón Patriótica, fundada en 1924, y que pretendía ser una especie de partido llamado a dar continuidad en su día a la obra de Primo de Rivera.Un hecho que caracteriza a la época es el proceso de industrialización, que se desarrolla paralelo a la escasa atención que se pone en la agricultura, que permanecíó inamovible.Mientras duró la relativa prosperidad económica, la Dictadura se mantuvo sin demasiadas dificultades, pero al terminar aquella perdíó rápidamente la fácil popularidad que había conquistado. Al ver que se había quedado claramente sin apoyo alguno, que incluso la burguésía (antes esperanzada con él) se manifestaba en su contra,Durante los meses que siguieron, el rey experimentó con diversos gabinetes militares. El general Berenguer fue el encargado de sustituirle, pero el prometido retorno a la normalidad constitucional se llevaba tan lentamente que la oposición y la opinión pública mostraron su descontento hacia lo que irónicamente se llamaba «dictablanda».En el verano de 1930, se firmó un pacto entre varios políticos e intelectuales republicanos, socialistas, defensores del nacionalismo catalán y constituyeron el movimiento al servicio de la República.
Los pueblos peninsulares adquirieron los modos de vida y de pensamiento de Roma; es decir, se romanizaron.
Fue un proceso lento que comenzó al mismo tiempo que la conquista de Hispania y se extendíó desde las costas mediterráneas y del valle de Guadalquivir, zonas de más intensa romanización, hasta las tierras del interior y del norte donde fue un proceso más lento e inacabado.El triunfo de la romanización se vio posibilitado por el establecimiento de colonos llegados de Italia, el asentamiento de soldados veteranos, tras concluir sus servicios en las legiones, o por la atracción que ejercían las riquezas de Hispania sobre las gentes que vivían fuera de la Península. La fundación de ciudades fue otro elemento de romanización. Al lado de las ciudades indígenas los romanos fundaron otras (colonias) como Hispalis (Sevilla), Itálica, Barcino (Barcelona), Caesaraugusta (Zaragoza), Valentía (Valencia), Emérita Augusta (Mérida), Astorga (Astúrica Augusta)… En ellas se establecían soldados veteranos licenciados, comerciantes romanos y pobladores indígenas. A su vez, una densa red de calzadas comunicaban a las ciudades entre sí y con los lugares más importantes del Imperio