Fundamentos ideológicos del franquismo
El régimen que gobernó España desde el final de la Guerra Civil en 1939 hasta 1975 con la muerte de Franco. Se basó en la concentración del poder en Franco.
Esta dictadura se asentó en una durísima represión y en la mezcla de diversas ideologías:
La Falange Española, el fascismo, el militarismo y el tradicionalismo, que consideraba el régimen como heredero de la España de los Reyes Católicos y los primeros Austrias. Un elemento esencial fue el nacionalcatolicismo, la alianza firme entre el régimen y la Iglesia católica.
La ausencia de una Constitución se sustituyó con unas Leyes Fundamentales que prohibían los partidos políticos, salvo Movimiento, que era un partido único presidido por Franco.
También se prohibían los sindicatos libres y de clase, que fueron sustituidos por unos sindicatos verticales en donde habían patronos y obreros por oficios. En resumen, las Leyes Fundamentales tenían como objetivo principal concentrar todo el poder en la figura del dictador.
A falta de un parlamento elegido democráticamente, se fundaron unas Cortes cuyos diputados representaban a las instituciones del régimen o eran nombrados directamente por el dictador. Su función era meramente consultiva y se limitaban a aprobar las leyes propuestas por la dictadura.
El franquismo no realizó cambios significativos en su forma de ejercer el poder. Sin embargo, su nueva situación durante la Guerra Fría le obligó a un cambio de imagen de cara al exterior por medio de las siguientes medidas:
Creación del Tribunal de Orden Público (1963)
Con él se pretendía dar apariencia de legalidad a las causas por motivos políticos, ya que estas pasaban a ser juzgadas por la vía civil en lugar de por la militar como se había hecho hasta entonces.Ley de Seguridad Social (1966)
Conténía medidas favorables para la clase trabajadora, como las pensiones de jubilación y el acceso a la sanidad pública.Ley de Prensa (1966)
Hacía desaparecer la censura previa, aunque no toda la censura, que se seguía ejerciendo sobre textos ya publicados. Esta circunstancia dio lugar a multas y secuestros de publicaciones e, incluso, al cierre de periódicos.
1939
Victoria franquista en la Guerra Civil
1940. Entrevista de Franco y Hitler en Hendaya.
1945. Derrota del Eje y aislamiento del Régimen.
1953. Tratados hispano-norteamericanos. Fin del aislamiento.
1955. España es admitida en la ONU.
1959. Plan de Estabilización
1962. La oposición se reúne en el Congreso del Movimiento Europeo de Múnich.
1963. Primer plan de desarrollo.
1965. Graves agitaciones universitarias contra el Régimen.
1967. Ley Orgánica del Estado.
1973. Carrero Blanco, nuevo jefe de Gobierno franquista, muere en un atentado.
20 de Noviembre 1975
Muerte de Franco.
La posición internacional del franquismo varíó según razones derivadas de la Guerra Fría.
España no participó en la Segunda Guerra Mundial, pero su simpatía por los fascismos, forjada en la Guerra Civil, se hizo muy evidente con el envío de la División Azul en apoyo de los nazis.
Tras la derrota de Alemania y el resto de las potencias del Eje, la caída del régimen de Franco parecía cuestión de tiempo. Todo apuntaba en esa dirección durante la segunda mitad de los años cuarenta, considerando que España no fue admitida en la ONU bajo la acusación de ser hija del fascismo alemán e italiano.
Pero las circunstancias de la Guerra Fría y la política de bloques cambiaron la situación internacional del régimen. Estados Unidos vio en el anticomunismo de Franco un aliado útil frente a la URSS y, en 1953, suscribíó con España un acuerdo que supónía la aceptación en las relaciones internacionales. Ese mismo año se firmó un concordato con el Vaticano, y en 1955 España fue admitida en la ONU.
Así terminó su aislamiento internacional.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, aislado internacionalmente y con un país arruinado por los efectos de la Guerra Civil, el franquismo se refugió en la autarquía o el autoabastecimiento. Era algo que ya habían ensayado los regíMenes fascistas europeos antes de la guerra y que consistía en fomentar el consumo de productos nacionales para depender lo menos posible del mercado internacional.
Esta política acarreó el racionamiento: los alimentos solo podían adquirirse de forma controlada mediante cartillas cuyos cupones se intercambiaban por productos básicos. El resultado fueron los llamados “años del hambre”, caracterizados por el empobrecimiento de la población y el crecimiento del contrabando y del mercado negro.
Tras el reconocimiento del régimen por EE. UU.
, la ayuda norteamericana contribuyó a una mejoría económica.
En 1959, con la sustitución en los cargos de gobierno de militares y falangistas por economistas jóvenes, pertenecientes en su mayoría a la congregación católica del Opus Dei, se diseñó un Plan de Estabilización para el relanzamiento económico que supuso el inicio de la etapa de desarrollo.
En los años sesenta, se pusieron en marcha los llamados Planes de Desarrollo, cuyos instrumentos fueron:
- La creación de Polos de Desarrollo repartidos por diferentes puntos de la geografía española.
- La mecanización de la agricultura.
- La construcción de pantanos para una mayor producción de energía.
- El fomento del consumo, con la autorización de la venta a plazos.
- Las mejoras en el transporte, con la electrificación de la red ferroviaria.
- La atracción del turismo internacional mediante campañas publicitarias.
El desarrollo económico de esta etapa se conoce con el sobrenombre de desarrollismo. El objetivo era el crecimiento a toda costa sin tener en cuenta las consecuencias negativas a medio y largo plazo. Una coyuntura económica internacional favorable contribuyó al logro de un alto índice de crecimiento y al aumento del nivel de vida de los españoles, aunque este se mantuvo muy por debajo del de los países del entorno.
Destacan las siguientes:
Desigualdades regionales y sociales
Unas zonas resultaron más favorecidas que otras y se acentuaron las diferencias entre las clases sociales.
Emigración masiva
Los movimientos del campo a la ciudad provocaron problemas de vivienda y chabolismo en las ciudades y la despoblación de las zonas rurales. Los movimientos hacia los países más ricos de Europa hicieron que llegasen a España divisas enviadas por los emigrantes, bien recibidas tanto por las familias como por el régimen. Sin embargo, la experiencia de muchos migrantes no fue grata, por las duras condiciones de trabajo que debían soportar.
La represión del franquismo sobre la oposición en la posguerra fue tan violenta que aplastó cualquier forma de resistencia. Durante un tiempo, grupos de guerrilleros, conocidos como el maquis, mantuvieron la lucha armada en algunas zonas rurales, pero pronto fueron desarticulados por la Guardia Civil.
En los años 50, el reconocimiento del régimen de Franco por Estados Unidos supuso un duro golpe para la oposición, que manténía en el exilio un gobierno de poca efectividad.
Durante esta década, la oposición solo se manifestó en huelgas obreras aisladas y protestas estudiantiles que eran duramente reprimidas.
En los años sesenta, la oposición empezó a organizarse. Surgíó el sindicato Comisiones Obreras y, por primera vez, los grupos opositores del interior y del exilio se encontraron; fue en la Conferencia de Múnich (1962), un encuentro que el franquismo calificó despectivamente como “el contubernio de Múnich”.
Consciente de su deterioro físico, Franco había nombrado, por la Ley de Sucesión de 1959, al príncipe Juan Carlos de Borbón para sucederle a título de rey. Era un intento de dejarlo todo “atado y bien atado”.
En 1973, Franco cedíó la presidencia del Gobierno al almirante Luis Carrero Blanco, reservándose para sí la jefatura del Estado. Pero Carrero fue asesinado por el grupo terrorista vasco ETA, lo que dejó en evidencia la debilidad del régimen.
Por otra parte, en la crisis del franquismo confluyeron factores internacionales.
En el cuadro siguiente se recogen los más importantes.
Crisis económica de 1973
Las industrias europeas se vieron gravemente afectadas, lo que obligó al regreso de los emigrantes españoles, con el consiguiente aumento del paro y de la conflictividad laboral.
Ejecución de opositores
La imagen internacional del régimen se deterioró a raíz de la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich y los fusilamientos, en Septiembre de 1975, de cinco miembros de ETA y del FRAP.
El levantamiento acabó con la dictadura portuguesa el 25 de Abril de 1974. El ejemplo del país vecino alimentó las esperanzas de la oposición española.
En los últimos días de vida de Franco, Marruecos organizó una marcha multitudinaria con el fin de ocupar las posesiones españolas en el Sáhará.
El 20 de Noviembre de 1975 murió Franco.
Según lo que había dispuesto, Juan Carlos I fue reconocido como rey de España. Pronto se vio que, tanto por razones internas como externas, el mantenimiento del franquismo era imposible, y España inició la transición hacia la democracia.
El primer presidente de Gobierno nombrado por el rey, Adolfo Suárez, sacó adelante la Ley de Reforma Política y legalizó los partidos políticos, incluido el partido comunista; además, convocó Cortes constituyentes, que redactaron la Constitución de 1978, la primera desde la de 1931. A partir de ahí, comenzó el funcionamiento de un régimen democrático, que se inauguró con un gobierno presidido por el propio Suárez, líder de la Uníón del Centro Democrático (UCD). Desde 1982, se sucederán en el poder gobiernos socialistas (PSOE) y conservadores (Partido Popular, anteriormente Alianza Popular).
El franquismo en crisis se dividíó en dos tendencias:
Los inmovilistas, que deseaban la continuación del régimen a la muerte del dictador. Eran partidarios del “franquismo sin Franco”.
Los aperturistas, que creían que había que introducir reformas para adaptarse a los nuevos tiempos. El sucesor de Carrero, Arias Navarro, anunció un tímido programa reformista que se conocíó como “el espíritu del 12 de Febrero” por la fecha de 1974 en la que se divulgó.
Ley Orgánica del Estado (1967)
Fundía en un único texto el contenido de las Leyes Fundamentales. Esta ley separaba la jefatura del Estado de la jefatura del Gobierno, aunque establecía que ambos cargos serían desempeñados por Franco mientras este así lo deseara.Ley de Sucesión (1969)
Atribuía a Franco la facultad de nombrar a su sucesor. En uso de esa potestad, el Caudillo nombró en 1969 como sucesor en la Jefatura del Estado al príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII.