CRISIS ECONOMICA Y SOCIAL. 4.1. La crisis demográfica. La península ibérica experimentó un proceso de crecimiento continuado desde el siglo XI. El aumento había permitido la repoblación y explotación de tierras conquistadas a los musulmanes, y habían impulsado las guerras de conquista. En los inicios del XIV se produce un estancamiento, malas cosechas, abandono de tierras y carestía de alimentos. En 1348-1351, la peste negra, procedente de Asia penetro en la península por la costa mediterránea y causo una gran mortandad. Entre un 20 y un 40 % de perdida de población. La peste, una enfermad endémica, reapareció cada 10 ó 12 años. La caída de población fue mayor en Cataluña y en el norte de castilla. En el siglo XV la población se fue recuperando sobretodo en castilla y valencia. En Cataluña la crisis se mantuvo. 4.2. La crisis agraria. La mayoría de la población eran campesinos. La agricultura apenas había evolucionado: usaban el arado romano y el barbecho. Las cosechas eran escasas. Casi toda la producción se consumía. La peste negra afecto a la agricultura. Muchas aldeas fueron abandonadas. Los precios subieron debido a la escasez. Y ante la falta de campesinos aumento la explotación. La situación de crisis durante el siglo XV se mantuvo sobre todo en Aragón y Cataluña. 4.3. La meseta. Desde el siglo XIII la ganadería ovina tuvo un crecimiento espectacular, en castilla y Aragón. Los grandes rebaños eran propiedad de los señores que Alfonso X reconoció su sindicato, el Honrado Concejo de la Meseta. Zonas de pastos y caminos (cañadas) les fueron reservadas para poder practicar la trashumancia. Sus intereses chocaban con los de los campesinos. Los reyes protegieron los intereses de los ganaderos que poseían importantes rebaños y cobraban un impuesto elevado por la producción. El auge ganadero se debió a la demanda de lana de los talleres de Flandes. La crisis demográfica facilito el aumento de la cabaña porque la ganadería requería menor mano de obra. Burgos y los puertos del norte estaban entorno al esquilado, transporte y venda de la lana merina castellana. 4.4.La artesanía. La producción artesanal orientada al autoconsumo tenía un peso reducido en la economía. En algunas ciudades había concentración. El cuero y la cerámica en valencia, o el hierro en Vizcaya y la fabricación de paños fueron los que mas se desarrollaron. Se producían paños en Segovia, Cuenca y Ávila, y la seda y los paños de lujo se producían en Córdoba, Sevilla, Toledo o Murcia. La corona de Aragón tuvo un importante sector textil. Barcelona alcanzo el desarrollo más importante en la fabricación de paños. A finales del XIII se incentivo el desarrollo de la producción local realizada con lana y lino de Aragón. Los paños catalanes eran uno de los motores del auge comercial de la corona aragonesa. La producción estaba organizada y controlada por loa gremios, que agrupaban a los artesanos
y a los talleres de cada oficio en las diferentes ciudades. Regulaban los precios y la calidad de los productos y limitaban la competencia. La producción estaba en manos de una oligarquía de fabricantes que controlaba la apertura de los talleres y desempeñaba un papel influyente en el gobierno. La crisis demográfica golpeo a la producción artesana. En Cataluña la producción textil entro en decadencia mientras que en valencia iba creciendo. En castilla la producción había disminuido a mediados del XIV, se recupero mas tarde. 4.5. El comercio castellano. La producción iba destinada al autoconsumo o a los mercados locales. El intercambio de productos era habitual en las aldeas. A pesar de la crisis en castilla se produjo un constante crecimiento de las actividades mercantiles. Los reyes promovieron la actividad comercial mediante medidas proteccionistas que favorecían a los mercaderes y marinos castellanos. La alcabala, el impuesto que grababa los intercambios comerciales era la principal fuente de ingresos de la corona. Las ferias concedidas a determinadas ciudades se celebraban dos veces al año y se otorgaban ventajas fiscales y facilidades para promover los intercambios y los negocios (Medina del Campo). Se desarrollaron la banca y las finanzas y hubo debilidad de la moneda castellana. El comercio con el exterior se caracterizaba por la exportación de materias primas y la importación de manufacturas, lujo, paños y obras de arte. Sevilla y el eje Burgos-Bilbao, fueron los principales puertos de exportación e importación del reino. 4.6. Auge y crisis del comercio en la corona de Aragón. El desarrollo del comercio en Barcelona tuvo un papel primordial. En los siglo XII y XIII los mercaderes barceloneses extendieron sus rutas comerciales hacia oriente. A finales del XIII Barcelona contaba con cónsules (representantes políticos y comerciales ante otros países) y factorías comerciales en el mediterráneo, que permitía a los comerciantes catalanes traficar con las especias de oriente, oro y los esclavos del norte a África. La ciudad fue creciendo gracias a la burguesía, y se construyeron la lonja y las ataranzas. Aparecieron bancos y desarrollaron el crédito y las letras de cambio o las sociedades comanditarias, asociaciones temporales entre capitalistas y transportistas que se establecían para viajes de comercio a largas distancias. Mallorca y valencia tuvieron su propia proyección mercantil. La corona protegió la expansión del comercio. La Universitat de los Prohomes de la Ribera reconoció el sindicato de marinos barceloneses y se creo el Consolat del mar, tribunal para asuntos mercantiles. Más tarde se establecieron en valencia y Mallorca. El Libre del Consolat del mar, a mediados del XIV se convirtió en el código mercantil, ejemplo para muchas ciudades del mediterráneo.