La Prosperidad Americana Después de la Primera Guerra Mundial

El crecimiento americano se prolongó durante los diez años que siguieron al fin de la guerra: fue la década de la prosperidad y de la consolidación de un modo de vida americano, que se basaba en un gran consumismo.

Esta prosperidad tuvo un gran auge en la Bolsa. Los buenos resultados empresariales hicieron aumentar la demanda de acciones y su valor subía constantemente.

Hubo un aumento del valor de las acciones como resultado de la creciente demanda y no del aumento de los beneficios de las industrias.

Crack Bursátil: La Gran Depresión Económica

Ante la desconfianza entre los inversores, el 24 de octubre de 1929 todo el mundo quería vender sus acciones y nadie quería comprarlas. Esto hizo que su valor cayera en picado, dando lugar al “crack bursátil” de 1929.

El pánico se extendió entre los ciudadanos que acudieron a los bancos para retirar su dinero. Los bancos tuvieron que cerrar por falta de fondos, y no pudieron cobrar préstamos hechos a particulares y empresas que se arruinaron. Este crack ocasionó la quiebra de muchos bancos.

Esta crisis se extendió a la industria, el comercio y la agricultura provocando una recesión (Gran Depresión).

El consumo disminuyó, los parados aumentaron.

Desde Estados Unidos, la crisis se extendió al resto del mundo, pues los bancos estadounidenses retiraron los capitales depositados en los bancos europeos.

La Lucha Contra la Crisis: El New Deal

En 1932 Franklin D. Roosevelt, proponía un nuevo programa para la recuperación económica y sacar al país de la crisis. Se llamó New Deal, y defendía la intervención del Estado para reactivar la economía.

Propuso una serie de medidas:

• Ayuda a las empresas en dificultades.
• Creación de empresas públicas en los sectores donde no había inversión privada.
• Destrucción de los stocks agrícolas acumulados.

El estado controlaba los bancos, obligándolos a facilitar préstamos con intereses bajos, para que los empresarios ampliaran sus negocios o crearan nuevos.

Para luchar contra el paro, el Estado impulsó la realización de un gran plan de obras públicas.

Todas estas medidas relanzaron la economía estadounidense, descendieron los parados, y en 1934 la productividad del país alcanzó el nivel de 1929.

Fascismo Italiano: El Ascenso y la Dictadura

El fin de la Gran Guerra, dejó en Italia grandes secuelas, una elevada deuda exterior, el coste de la vida se incrementó.

Acuerdos de paz por un lado, y la inestabilidad política hicieron que los gobiernos de la monarquía no consiguieran una mayoría suficiente y entre 1919 y 1922 hubieron 5 gobiernos diferentes.

Con la crisis económica se desarrolló un movimiento huelguístico. Algunos campesinos ocuparon las tierras de los grandes propietarios y los obreros se hicieron con numerosas fábricas, y el miedo a una revolución social empezó a asustar a las clases más conservadoras.

En 1919 apareció Benito Mussolini, quien creó los Fasci de Combate, paramilitares que frenaban el movimiento obrero, atacando a los sindicatos obreros y a sus líderes.

En 1921, los Fasci se transformaron en el Partido Nacional Fascista, y se presentaron como el recurso más eficaz para detener los movimientos revolucionarios en Italia.

Este nuevo partido contó con el apoyo de la pequeña burguesía, y la financiación de los grandes propietarios agrícolas e industriales.

En las elecciones de 1922, el Partido Fascista, consiguió tan solo 22 diputados. Pero ese mismo año los Camisas Negras aplastaron la huelga general de los sindicatos socialistas y anarquistas.

Mussolini exigió al rey que le entregara el gobierno y para mostrar su fuerza organizó una marcha sobre Roma. En octubre, el rey, presionado por las fuerzas conservadoras, le nombró jefe del gobierno.

Entre 1922 y 1925, Mussolini desarrolló un proceso de restricción de las libertades y de persecución de sus adversarios.

Después de las elecciones de 1924, anunció la instauración de un régimen autoritario. En este régimen Mussolini se atribuyó plenos poderes y se hizo llamar Duce.

Los partidos políticos fueron prohibidos, sus líderes perseguidos y encarcelados, y el Parlamento, sustituido por una Cámara de los Fasci. Las huelgas fueron prohibidas y los sindicatos sustituidos por un sistema de corporaciones.

El Estado controlaba a través del partido todos los aspectos de la vida social y dominaba los medios de comunicación.

Nazismo Alemán: Hitler y el Ascenso Nazi al Poder

Adolf Hitler era un soldado de la Primera Guerra Mundial, en 1920 fundó el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores de Alemania, del que se consolidó como líder indiscutible. El partido se dotó de una organización paramilitar, (SA) Secciones de Asalto.

Su ideología, fue recogida en el libro Mi Lucha, donde expresó su desprecio por la democracia parlamentaria y su odio al bolchevismo. Defendía el antisemitismo, la superioridad de la raza aria y la necesidad de forjar un gran imperio que uniese todos los pueblos de habla alemana.

Hitler prometió trabajo para todos, mejorar los salarios y arremetió fuertemente contra los judíos, comunistas y demócratas, porque los creía responsables de la crisis alemana.

Las consecuencias de la crisis de 1929 fueron muy duras en Alemania. Al retirar capital los americanos hicieron que muchos bancos fueran a la quiebra, cerraron muchas fábricas y aumentó el paro. Este malestar en la sociedad hizo que burgueses, campesinos y obreros creyeran en las promesas nazis.

El partido empezó a contar con el apoyo de importantes personalidades de la industria y de las finanzas y también de ayudas económicas.

En las elecciones de 1932, el partido consiguió 13 millones de votos, y en enero de 1933 se nombró a Hitler canciller.

En 1934, tras la muerte de Hindenburg, Hitler se proclamó Führer y Canciller del III Reich (Imperio).

La Dictadura Nazi: Un Régimen de Terror

Se disolvieron todos los partidos y sindicatos, se clausuró el Parlamento, se suprimieron las elecciones y las libertades individuales y se inició una persecución de sus opositores. Solo quedó autorizado el partido nazi.

La administración pública y la judicatura desaparecieron como poder independiente quedando sometida a la voluntad del partido.

Se censuró toda la producción literaria y artística, y se crearon listas de autores prohibidos.

El nazismo otorgaba a la mujer un papel social muy marginal, limitaba su actividad a los hijos, la iglesia y la cocina.

El estado alemán se convirtió en un Estado policiaco que impuso su régimen por medio del terror. Poderosos cuerpos policiales como las Secciones de Seguridad y la Gestapo, se encargaban de perseguir y de imponer el orden.

Para mantener la pureza racial se perseguían a los judíos.

A partir de 1933, se crearon los campos de concentración para recluir a los opositores y enemigos del Reich. Muchos judíos fueron internados en ellos, obligados a realizar trabajos forzados y también fueron exterminados.

La Dictadura Nazi: El Rearme Alemán

Hitler quería hacer de Alemania una potencia mundial, preparada para enfrentarse a una guerra que se creía inevitable, a Francia y Gran Bretaña.

Se dio prioridad a la industria pesada, sobre todo la de armamento. Para hacer frente al paro se llevó a cabo un programa de obras públicas y se construyeron numerosas autopistas, etc.

Hitler inició una política militarista, reforzó el ejército con la institución del servicio militar, la creación de un nuevo ejército y de una aviación moderna.

Hitler se sintió preparado para la construcción de una gran imperio y la conquista del este de Europa, preparándose así la Segunda Guerra Mundial.