El 17 de julio, las tropas militares del protectorado español se sublevaron de Melilla a Marruecos. El día 18 y 19 se sublevaron los militares de la península, lo que los sublevados llamaron al movimiento “alzamiento nacional”. Fue una insurrección contra el reformismo republicano. El golpe de Estado no consiguió triunfar en un principio, por lo que tuvo lugar una guerra civil que duró desde 1936 hasta 1939. El primer documento muestra un discurso de Francisco Franco Bahamonde, general sublevado que encabezaba el nuevo régimen tras la victoria en la guerra. Los partidarios del bloque nacional son presentados por el general como paladines de la fe y defensores de la patria contra lo que ellos denominaban “mal de las izquierdas”. Según estos ideales, desarrollaron una guerra contra el bloque republicano que la iglesia, con gran apoyo del bloque nacional, calificó de cruzada.
Una vez tomado el poder, según las propias palabras de Franco, y como queda recogido en el documento, pretendían suprimir la lucha de clases (a través de la creación de un sindicato vertical, una organización presidida por el Ministerio de Trabajo que regulaba las condiciones laborales agrupando tanto a obreros como patrones) y establecer los principios del Movimiento Nacional (único partido reconocido basado en la ideología de las “FET-JONS”). Cabe señalar que durante la contienda los sublevados formaron la Junta Nacional de Defensa en Burgos. Su primer órgano de mando, en el que establecieron las bases del régimen que establecerían tras la victoria, y otorgaron al general Franco la dirección del mismo (debido a una serie de acontecimientos, como la muerte de Sanjurjo y José Antonio Primo de Rivera).
Con respecto al ámbito económico, una vez ganada la guerra y establecida la dictadura, como queda recogido en el segundo documento, el panorama quedó marcado por un sistema autárquico, con lo que Franco pretendía reajustar la balanza de pagos, con el principal objetivo de lograr la autosuficiencia económica y la independencia con el exterior. El documento recoge una serie de medidas para lograr tales propósitos: en primer lugar, suprimir las importaciones en la medida de lo posible y aumentar las exportaciones como contrapunto.
También da especial importancia al desarrollo de la producción interior, en el ámbito industrial (creación del INI) y agrícola (creación del INC, política de extensión del regadío…).
Pese a las medidas, el período autárquico estuvo caracterizado por la escasez, la inflación y el desabastecimiento (son comunes en este momento el estraperlo, el mercado negro) y la extensión de las cartillas de racionamiento para evitar el desabastecimiento de alimentos.
En lo referente al panorama internacional, Franco pretendió una política de amistad y acercamiento con las potencias fascistas (la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini y, en menor medida, el Portugal de Salazar). Estos países prestaron ayuda al Bloque Nacional: Italia con voluntarios, los camisas negras; Alemania con apoyo bélico, como la Legión Cóndor que bombardeó Guernica; y Portugal con armas y víveres a través de la frontera, pero en menor medida. Estos acuerdos de amistad quedan plasmados en la fotografía del tercer documento, en la que se observa la reunión entre Franco y Hitler que tuvo lugar en Hendaya. Asimismo, también tuvieron reuniones similares con Mussolini.
No obstante, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, España mantendrá una posición de neutralidad para evitar repercusiones. Sin embargo, con el encadenamiento de victorias por parte de las potencias del Eje, Franco decide pasar de la neutralidad a la no beligerancia (implica evitar la participación directa en el frente, pero permitió desarrollar una política de amistad). Además, cuando Alemania invadió la URSS, España lo considera como una nueva cruzada contra el comunismo, con lo que se forma un cuerpo de voluntarios conocidos como “la División Azul”, que son enviados a luchar al frente soviético. Finalmente, a partir de 1943, la balanza se inclina a favor de las potencias aliadas, por lo que España vuelve a adoptar una posición de neutralidad para evitar consecuencias negativas. A partir de este momento, España quedará condenada al aislamiento internacional, como queda recogido en el cuarto documento.
En la conferencia de Potsdam (conferencia de paz de 1945), donde se negociarán las condiciones de paz de la Segunda Guerra Mundial, ante la propuesta de EE. UU. se gesta la creación de la Sociedad de Naciones, que evolucionará a lo que se conoce como la ONU, una organización destinada a evitar conflictos internacionales. Así pues, de acuerdo a las bases de la organización y como hace mención el último documento, la España franquista no es admitida, en consecuencia de una serie de motivos como la naturaleza fascista del régimen, en contra de los principios democráticos, la ayuda y política de colaboración de Franco con los fascismos europeos, así como la combinación de que el régimen de Franco no represente la voluntad del pueblo español. Además, en esta reunión se recomienda a los países miembros cortar relaciones con Madrid.
Las elecciones de esta asamblea alcanzadas ocasionaron un gran revuelo en España, proliferando las manifestaciones en contra de la ONU y las exaltaciones a la figura del dictador.
Como conclusión, cabe señalar que este aislamiento internacional, que verá su fin a partir de 1953, con la firma del concordato con la Santa Sede, así como de un importante acuerdo con EE. UU., que ayudará a España a lograr la inclusión en los organismos internacionales. No hay que olvidar que, con el inicio de la Guerra Fría en 1947 y la polarización del mundo en dos bloques, capitalismo y comunismo, las potencias occidentales buscarán apoyos entre los países anticomunistas.