El Ascenso de las Derechas y la Revolución Rusa
La Crisis de la Sociedad Liberal
Los pilares de la sociedad liberal occidental, construida a partir de las revoluciones de los siglos XVII y XVIII, se sostenían en el rechazo a las dictaduras y los gobiernos autoritarios, el respeto por el sistema constitucional con gobiernos libremente electos y asambleas representativas. Garantizaban el imperio de la ley y un conjunto de derechos y libertades de expresión, de opinión y de reunión.
Durante el período comprendido entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, estos valores fueron cuestionados desde diferentes perspectivas por movimientos políticos de izquierda y derecha.
Desde la izquierda, el movimiento obrero socialista rechazaba el sistema económico del capitalismo liberal, pero compartía los valores democráticos y la civilización occidental.
El peligro procedía desde la derecha, que no solo era una amenaza para el gobierno constitucional y representativo, sino una amenaza ideológica para la civilización liberal:
- Sostenía la ineficiencia de la razón y el racionalismo y la superioridad del instinto y la voluntad.
Fue un movimiento de posible alcance mundial que fue dictado con los títulos de fascismo y totalitarismo.
Nacionalismo y Antisemitismo
Las distintas versiones de estas fuerzas de derecha fueron nacionalistas por dos motivos:
- Por el resentimiento contra algún estado extranjero por las guerras perdidas o por no haber conseguido formar un imperio.
- Porque agitar la bandera nacional en el clima de crisis social que caracterizó el período entre ambas guerras era una forma de adquirir legitimidad y popularidad en la sociedad de masas.
Ese nacionalismo fue acompañado por un incremento del antisemitismo, que en el último cuarto del siglo XIX habría comenzado a animar diversos movimientos políticos basados en la hostilidad hacia los judíos. Como los judíos estaban prácticamente en todas partes, podrían simbolizar fácilmente lo más odioso de un mundo injusto, o como símbolo del odiado capitalismo financiero o del agitador revolucionario.
La Revolución Rusa
La Revolución de Febrero de 1917
La crisis económica y social se agrabó en el invierno de 1916 y 1917 debido al racionamiento de pan que impusieron las autoridades para tratar de abastecer a las tropas en el frente de guerra. En las ciudades, las obreras de algunas fábricas textiles, pronto imitadas por los trabajadores de la industria metalúrgica, comenzaron una ola de huelgas y manifestaciones en Petrogrado, cuyo lema se resumía así: «Paz y pan». La ciudad se paralizó: casi todas las fábricas cerraron, no había transporte, ni periódicos; los bares y los bancos no abrían sus puertas. Los soldados encargados de la represión de las constantes movilizaciones comenzaron a dudar sobre su obediencia a las órdenes del zar. Estas fuerzas represivas estaban compuestas en su mayoría por heridos de guerra que vivenciaron el hambre y la falta de armamentos en el frente, y por reservistas mayores de 40 años que compartían con el resto de la población la crisis. La protesta contra la escasez de pan se había transformado en una protesta contra el zar.
El 26 de febrero de 1917, como respuesta a la movilización popular, Nicolás II disolvió la Duma. Los obreros y soldados insurrectos presionaron para formar un gobierno revolucionario. En este contexto, y a 7 días de iniciadas las protestas, el zar se vio obligado a abdicar, ya que nadie, con excepción de algunos policías, estaba dispuesto a luchar por él. La decisión contó con el apoyo del Comité de la Duma y el de los principales jefes militares. El Comité de la Duma designó un gobierno provisional presidido por un noble liberal, el príncipe Georgi Lvov. Pero este gobierno no contó con el total apoyo de los obreros y soldados que participaban del Sóviet de Petrogrado, por lo que se generó una situación en la que las acciones del gobierno provisional quedaron sometidas a las aprobaciones del Sóviet.
La Revolución de Octubre
La insurrección comenzó el 25 de octubre, cuando las fuerzas del Comité Militar Revolucionario, organizado por Trotsky en el Sóviet de Petrogrado, acompañados por militares bolcheviques armados, ocuparon los lugares estratégicos de Petrogrado y rodearon el Palacio de Invierno, donde sesionaba el gobierno provisional. A los pocos días se reunió el Congreso General de los Sóviets. Finalmente, el 25 de octubre, el Ejército Rojo llevó a cabo la toma del Palacio de Invierno, que estaba defendido por un batallón de cosacos, algunos cuerpos de cadetes y un batallón de mujeres. El nuevo poder revolucionario inició las negociaciones de paz con Alemania, expropió las tierras de la nobleza y los grandes propietarios, decretó el control obrero de las empresas, nacionalizó las principales empresas industriales y los bancos, repudió la deuda externa contraída por el zarismo y creó un Comité de Comisarios del Pueblo encargado de las tareas de gobierno y presidido por Lenin.
Las Primeras Medidas
Las anunciadas elecciones para la Asamblea Constituyente fueron el primer problema que los bolcheviques debieron enfrentar. En ellas, y gracias al apoyo de los campesinos, ganaron los miembros del Partido Socialista Revolucionario. La elección de la gente del campo. Los bolcheviques disolvieron la asamblea y asumieron todo el poder. Los grupos de manifestantes a favor de la asamblea fueron disueltos a tiros en las calles de Petrogrado, y esto indignó a muchos que se habían mostrado de acuerdo con los bolcheviques en el pasado.
La Guerra Civil
La firma del tratado de paz no solucionó todos los problemas. A los pocos meses estalló la guerra civil entre el denominado Ejército Blanco, formado por antiguos oficiales zaristas que contaban con el apoyo de las clases propietarias, y el Ejército Rojo, organizado por Trotsky e integrado por las Guardias Rojas de las fábricas y unidades pro bolcheviques del ejército y la armada. Los blancos contaron con el apoyo de potencias extranjeras porque, una vez finalizada la guerra, sus gobiernos comenzaron a preocuparse por los efectos de la Revolución sobre el movimiento obrero de sus países. Los bolcheviques percibieron el conflicto civil como una guerra de clases tanto en términos locales como internacionales: proletariado ruso contra burguesía rusa, revolución internacional versus capitalismo internacional. Por eso, la victoria roja de 1920 fue considerada el triunfo del proletariado.
El Proceso de Industrialización
Su principal objetivo fue continuar con la política de modernización económica impulsada por su padre, Alejandro. Para reforzar la posición de Rusia, impuso una política económica proteccionista, aunque acompañada con la apertura al capital extranjero. El ingreso del capital extranjero impulsó la construcción de una extensa línea ferroviaria, fundamentalmente el ferrocarril Transiberiano.
Partidos Revolucionarios y Liberales
A lo largo del siglo XIX habían surgido en Rusia voces que se oponían al zarismo. Estas voces procedían de la minoría ilustrada rusa y, si bien tenían en común la oposición a la autocracia del zar, respondían a ideologías muy disímiles entre sí. En la organización política y sindical de la naciente clase obrera rusa, por ejemplo, el marxismo tuvo un fuerte impacto a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno para impedir su penetración. De hecho, y con base en el marxismo, en 1898 se realizó un congreso que fundó el primer partido político revolucionario: el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Si bien todos sus integrantes fueron encarcelados y sus principales dirigentes se exiliaron, dejó sentadas las bases para el nuevo intento. Este tuvo lugar en 1903 en la ciudad de Bruselas y se trasladó a Londres, con la participación de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido por uno de los seudónimos que utilizó en la clandestinidad: Lenin.
La postura de Lenin generó mayores diferencias aún en el seno del Partido Obrero Socialdemócrata. Frente a esta, se alzaron quienes defendían la idea de un partido socialista democrático basado en un amplio reclutamiento dentro de la clase obrera. Esta diferencia de opiniones dio origen a las dos fracciones del partido con la siguiente denominación: bolcheviques para los partidarios de Lenin y mencheviques para quienes se oponían. Si bien el socialdemócrata fue uno de los partidos más conocidos, no fue el único. Entre 1901 y 1902 se formó un nuevo partido de izquierda: el Partido Socialista Revolucionario. De hecho, pretendía una sociedad colectivista de base rural. Su principal dirigente, Víctor Chernov, sostenía que la revolución rusa tenía una triple base social: los intelectuales de clase media, el proletariado urbano y los campesinos, que eran, según él, el sector fundamental que representaba a la mayoría de la población rusa y donde, en realidad, se encontraba la fuerza revolucionaria.
La Gran Guerra (1914-1918)
Entre 1914 y 1918, casi toda Europa y algunos países de otros continentes mantuvieron una guerra que implicó la movilización de 70 millones de combatientes. Este conflicto, que hoy se conoce como Primera Guerra Mundial, no fue producto de una sola causa, sino de múltiples factores: el crecimiento del poderío alemán, las tensiones provocadas por el reparto de África en la Conferencia de Berlín (1884-1885), las aspiraciones nacionalistas de diversos pueblos de la zona de los Balcanes y Europa central. En 1890, tras la muerte del emperador alemán Guillermo I, ascendió al trono Guillermo II. El nuevo mandatario destituyó al canciller Otto von Bismarck e inició una transformación en la política exterior alemana. El sistema de alianzas que había impulsado a Alemania a la supremacía mundial, y para ello puso en marcha una política exterior más agresiva y expansionista que se llamó Weltpolitik. Si bien durante el siglo XX la hegemonía británica en el terreno económico había sido indiscutida a nivel comercial, industrial y financiero, Alemania estaba superando al Reino Unido. Los alemanes también desafiaron la hegemonía británica en el poderío naval. Para los ingleses, esto era una provocación, y fabricaron un nuevo tipo de acorazado. Alemania, por su parte, dobló la apuesta. La carrera armamentista estaba en marcha.
La Formación de los Bloques
Las aspiraciones de Alemania provocaron la desconfianza de varias naciones y la consiguiente división de las principales potencias en lo que serían los bloques antagónicos. El primero de estos, denominado la Triple Alianza, había sido creado por Bismarck en 1887, conformado por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y los objetivos de aquel entonces habían sido garantizar un equilibrio europeo favorable a Alemania para mantener aislada a Francia. El segundo bloque, la Triple Entente: por un lado, Francia y Rusia firmaron en 1893 un pacto militar por el que ambas potencias se comprometían a movilizar sus tropas en caso de que fueran atacadas por alguno de los miembros de la Triple Alianza. Por otro lado, Francia y el Reino Unido decidieron zanjar sus diferencias coloniales y firmaron en 1904 la Entente Cordiale. En 1907, las tres potencias se aliaron e integraron la Triple Entente.
La Paz Armada
El período que transcurre entre 1871 y 1914 se conoce como «Paz Armada». Paz, porque, estrictamente hablando, las naciones no estaban en guerra. Armada, porque, como hemos visto, el clima de recelo y desconfianza entre los distintos países dio origen a un rearme masivo que incluyó la construcción de buques, torpederos, fusiles, cañones, tanques, ametralladoras, acorazados, submarinos, aeroplanos, dirigibles… Todos estos artefactos fueron posibles por los avances científicos y técnicos de la Segunda Revolución Industrial. Entre 1912 y 1914, los años previos al estallido, las posturas diplomáticas y militares de las potencias europeas se endurecieron. Alemania tomó la iniciativa, que se concretó en la votación de nuevas leyes militares que incrementaron los efectivos de su ejército y prolongaron el servicio militar a 3 años.
Bloques y Fases
La Gran Guerra enfrentó a los Imperios Centrales con la Triple Entente. En el momento del estallido, mostraba una clara superioridad numérica a favor de la Triple Entente. Esta diferencia numérica no implicaba una superioridad bélica. En cuanto a los armamentos, los dos bloques mostraban cierto equilibrio. En lo que se refiere a las fuerzas navales, los países de la Entente fueron dominantes, lo cual llevó a los alemanes a la guerra submarina. Los dos bandos buscaron nuevos aliados, y esto produjo la mundialización del conflicto. Los Imperios Centrales recibieron el apoyo de Turquía, Bulgaria y Japón. La Triple Entente, el de Italia, Rumania, Grecia, Portugal y los Estados Unidos. También intervinieron otros estados de América y Asia, aunque con una menor participación. La Primera Guerra Mundial también tuvo como característica lo extenso del conflicto.
Los Tratados de Paz
La paz entre los aliados y Alemania se firmó en el Tratado de Versalles. Francia deseaba la reincorporación de Alsacia y Lorena, y pretendía la destrucción de la capacidad militar y económica alemana. Gran Bretaña pretendía la reanudación del intercambio comercial con los alemanes, como sucedía antes de la guerra. Estados Unidos proponía el respeto por la independencia de las nacionalidades. A raíz de estas propuestas, se creó el estado polaco o los estados bálticos. Sin embargo, hacer coincidir a las naciones con los estados era muy complicado en la Europa de 1919. En los países que se crearon sobre las ruinas del Imperio austrohúngaro quedaron fuertes minorías nacionales. El resultado de los debates fue la serie de durísimas condiciones que se le impusieron a Alemania, y que tampoco dejó conforme a ninguno de los estados aliados.