El Ascenso del Nazismo en Alemania
Dirigismo Económico y Control Social en la Italia Fascista
El régimen fascista italiano promovió el intervencionismo económico con el objetivo de implantar la autarquía y conseguir que Italia fuese económicamente autosuficiente. Para ello, redujeron al mínimo las importaciones e intensificaron y controlaron la producción agrícola e industrial. Esta política generó grandes beneficios para las oligarquías industriales y financieras, pero la contención de salarios y la ausencia de derechos laborales provocó un fuerte descenso del nivel de vida de los obreros italianos. A nivel social, se pretendió controlar y dirigir a toda la sociedad mediante una política demográfica destinada a favorecer el crecimiento de la población, impulsando la natalidad y limitando la emigración.
El Partido Nazi y su Ascenso al Poder en Alemania
La nueva república de Alemania estuvo amenazada por tres elementos que progresivamente desprestigiaron al sistema democrático:
- Las insurrecciones de la extrema izquierda comunista, origen de constantes disturbios en sus intentos de propiciar una revolución.
- La hostilidad de la extrema derecha nacionalista, especialmente grupos de excombatientes, que rechazaban el Tratado de Versalles y contaban con el apoyo de las organizaciones patronales, temerosas de la expansión del obrerismo.
- La difícil situación económica de la posguerra, originada por las deudas de guerra y las reparaciones que Alemania debía pagar a los vencedores.
En este contexto, hay que entender el origen y el ascenso del Partido Nacionalsocialista. Rechazaba la democracia y el comunismo; denunciaba el Tratado de Versalles y la incapacidad de los partidos burgueses; pedía un régimen que garantizase el orden, la autoridad y el trabajo; y era profundamente antisemita. Fue la crisis económica de 1929 la que dio al partido una fuerza imparable, derivada de la convicción de que solo Hitler podía proporcionar a cada ciudadano y a Alemania un futuro de grandeza y prosperidad.
El Régimen Totalitario de Hitler
Hitler en el Poder: El Camino al Totalitarismo
Tras su nombramiento como canciller, Hitler procedió a establecer un régimen totalitario en Alemania. En febrero de 1933, promulgó un decreto por el que se establecían limitaciones al derecho de reunión y a la libertad de prensa. El incendio del edificio del Reichstag el 27 de febrero de 1933, atribuido sin pruebas a los comunistas, sirvió de pretexto para desencadenar una violenta persecución contra sus militantes y para promulgar un nuevo decreto por el que quedaban suprimidos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución. En este ambiente de represión e intimidación, las elecciones de marzo de 1933, ya sin garantías democráticas, depararon un nuevo triunfo del Partido Nazi, que alcanzó los 288 diputados, pero no la mayoría absoluta. Tras llegar a un acuerdo con los nacionalistas y los miembros del Partido del Centro Católico, Hitler aprobó una ley de plenos poderes que le facultaba para gobernar durante cuatro años al margen del Parlamento y para anular el contenido de la Constitución siempre que lo considerase necesario.
Establecimiento del Régimen Nazi
A partir de 1933, una serie de medidas completaron el proceso de nazificación de Alemania:
- Ilegalización de los partidos socialdemócrata y comunista, cuyos dirigentes fueron detenidos y enviados a campos de «reeducación», y sus bienes, confiscados. Esta medida se hizo extensiva poco después a las restantes organizaciones políticas y, a partir de julio de 1933, habría por ley un régimen de partido único.
- Unificación de los Länder mediante la supresión del sistema federal y la disolución de los parlamentos territoriales.
- Depuración de la administración, excluyendo de los escalafones oficiales a todos aquellos funcionarios no arios o presumiblemente no adictos al régimen.
- Reforzamiento de la represión, dotando de funciones policiales a las SS y creando la Gestapo. Asimismo, se empezó la construcción de campos de concentración para internar en ellos a las personas consideradas peligrosas o indeseables.
- Eliminación de la disidencia dentro del partido. En las SA se habían producido críticas a la concentración de poder en manos de Hitler y a la deriva capitalista del partido. En junio-julio de 1934 (Noche de los cuchillos largos), Ernst Röhm y los principales dirigentes de las SA fueron asesinados. Se consagró así la hegemonía de las SS de Himmler.
- Conquista de espacio vital, que garantizase la expansión territorial necesaria para el desarrollo de la raza aria y para llevar a cabo la rectificación del Tratado de Versalles.
- Nombramiento de Hitler como jefe de Estado después de morir el presidente Hindenburg. Se convirtió en Führer y canciller del III Reich.