El auge de los totalitarismos de derecha: Fascismo y Nazismo

1. Principios Ideológicos y Métodos de Organización

El sostén ideológico de estos regímenes fue redactado por Hitler en su libro-programa Mein Kampf, entre 1924 y 1927. Mussolini expuso sus doctrinas en su obra La Doctrina del Fascismo (1932-1934). Los principios comunes eran:

  • Establecimiento del Estado omnipotente, totalitario y absoluto: El Estado se convierte en un órgano de dominación y control de todas las esferas de la vida. La primacía del Estado sobre el individuo implicó la negación de los principios del liberalismo: respeto a los derechos individuales y la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Se desprecia el principio de la soberanía nacional y popular.
  • Culto a la personalidad del jefe o caudillo: El Duce y el Führer lideraban una organización jerárquica, con un concepto de infalibilidad: «El Duce nunca se equivoca», rezaba un lema en las escuelas italianas.
  • Régimen antiigualitario y antidemocrático de partido único: La sociedad debía ser dirigida por los «mejores» y «más fuertes»: el hombre superior a la mujer, el militar al civil y el miembro del partido al que no lo es. Destaca el antifeminismo, especialmente en el caso alemán. El odio a la democracia se debía a que, según ellos, los partidos y sindicatos dividían y enfrentaban a la sociedad.
  • Falso anticapitalismo y violento anticomunismo: Fascistas y nazis predicaban un «socialismo nacional» con falsas reivindicaciones anticapitalistas, tanto a obreros como a clases medias.
  • Nacionalismo agresivo, expansionista, militarista e imperialista: El nacionalismo se tradujo en el objetivo de una «Gran Alemania» y la exigencia de un «espacio vital» para la raza aria.
  • Superioridad racial aria, antisemitismo y xenofobia: El fin supremo del Estado nazi era preservar la «pureza racial». El eje de su doctrina tuvo consecuencias trágicas con el exterminio de razas consideradas «inferiores».
  • Primacía de lo irracional, del fanatismo, de la violencia, del dogmatismo y de la intolerancia: Consideraban como valores positivos la violencia, las virtudes militares y la guerra. Su dogmatismo los hacía creerse en posesión de la verdad.
  • Creación de agrupaciones paramilitares uniformadas y armadas: Se usaban símbolos como las fasces romanas o la cruz gamada alemana, y se crearon agrupaciones juveniles.
  • Régimen de base social muy variada: Colaboraban desde excombatientes desarraigados hasta jóvenes nacionalistas frustrados con el sistema liberal, además de un amplio sector de parados.
  • Estado que interviene en la economía tratando de lograr la autarquía: Fascismo y nazismo recibieron apoyo de grandes terratenientes y de la burguesía industrial y financiera.
  • Oposición al orden internacional establecido: Se consideraban maltratados por los acuerdos de Versalles de 1919. Despreciaban la Sociedad de Naciones y la abandonaron para realizar sus anexiones territoriales.
  • Control de la enseñanza, la cultura y la propaganda: El fascismo y el nazismo controlaron todos los niveles de enseñanza con un profesorado adepto a su ideología. Los Ministerios de Propaganda dirigían la opinión pública.

2. La Italia Fascista

A) Factores que influyeron en el nacimiento del fascismo:

Tras la Primera Guerra Mundial, en la que Italia participó del lado de la Triple Entente (los vencedores), el fascismo nació gracias a:

  • Tratados de paz de 1919: No concedieron a Italia las promesas territoriales del Tratado de Londres de 1915. Mussolini capitalizó este descontento.
  • Crisis económica: La crisis de reconversión posbélica de 1920-1921 sumió a Italia en graves dificultades.
  • Agitación social: El alza del coste de la vida y el elevado número de parados provocaron la ocupación de fábricas y tierras en 1920.
  • Crisis del sistema político: La monarquía constitucional y liberal, sustentada en el turno político de los partidos tradicionales, se vio debilitada por los continuos cambios de gobierno.

B) La marcha hacia el poder del fascismo italiano:

En 1920, el movimiento fascista se presenta como una fuerza al servicio del orden. Las squadre d’azione y los fasci di combattimento actuaban en toda Italia destruyendo locales de partidos y sindicatos. En 1921, los fascistas entraron en el Parlamento con 36 diputados. Mussolini transformó su organización en un movimiento de masas: el Partido Nacional Fascista. En octubre de 1922, Mussolini reunió en Nápoles el Consejo del Partido y comenzó los preparativos de la Marcha sobre Roma. El rey Víctor Manuel III, impresionado, recurrió a Mussolini, quien formó gobierno el 29 de octubre. Se iniciaba la etapa de consolidación del fascismo (1922-1925). En 1924, se modificó la ley electoral. El socialista Matteotti denunció la violencia fascista y exigió la anulación de las elecciones. A finales de 1925, se otorgaron plenos poderes a Mussolini, se suprimió el derecho de huelga, se estableció el sindicato fascista como único, se creó un tribunal especial (la OVRA). Tras los acuerdos de Letrán de 1929, la Iglesia católica se acercó al régimen.

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