La Expansión Europea
En el último tercio del siglo XIX, el desarrollo del capitalismo en el contexto de la Segunda Revolución Industrial originó un gran crecimiento económico y demográfico en la mayor parte de los estados europeos, y también en los Estados Unidos y Japón.
Por diversas causas, las potencias industriales iniciaron una marcha frenética para conquistar territorios, que evidenciaban tanto las limitaciones de su propio desarrollo económico, como las ambiciones de poder y las rivalidades internacionales para conseguir la hegemonía mundial. Entre 1870 y 1914 protagonizaron la era del imperialismo, periodo caracterizado por la explotación sistemática de territorios dominados política y económicamente.
El imperialismo significó el reparto de África y de buena parte de Asia y Oceanía entre las grandes potencias europeas, encabezadas por Gran Bretaña y Francia, aunque también intervinieron los Estados Unidos y Japón.
La expansión colonial originó profundas transformaciones en las sociedades indígenas, tensiones y conflictos internacionales entre las potencias imperialistas. El resultado de todo fue la explosión de la Primera Guerra Mundial. Para los pueblos colonizados, la época sobre el dominio extranjero sentó las bases del subdesarrollo en que se encontraron, y se encuentran todavía, con la descolonización. Por eso, el imperialismo es un fenómeno clave para entender el mundo actual.
La Primera Guerra Mundial
Entre 1914 y 1918 en Europa hubo una de las guerras más crueles de la humanidad. La razón de fondo fue la disputa por el dominio del mundo por parte de las grandes potencias.
Contexto Previo a la Guerra
Hay que tener en cuenta el ambiente que se vivía en Europa y, por extensión, en algunas zonas del mundo:
- Europa había pasado a ser el centro del mundo a nivel político, económico y cultural, debido, entre otras razones, al gran empujón que había supuesto la Segunda Revolución Industrial junto con el dominio colonial que había conseguido.
- Precisamente en otros países lejos de Europa, en concreto Estados Unidos y Japón, empezaban a sobresalir con la consecuente amenaza que esto podía significar para el dominio exclusivo de Europa. Los Estados Unidos como potencia industrial y Japón como potencia naval del extremo Oriente.
Por otra parte, Europa estaba dominada por cinco potencias desiguales en dos aspectos fundamentalmente:
- A nivel político: Gran Bretaña y Francia tenían regímenes democráticos. Alemania, Austria o Hungría, en cambio, todavía pervivían algunos aspectos autoritarios procedentes de épocas feudales. Rusia era el símbolo más contundente de un sistema político cerrado y absoluto.
- A nivel económico: Gran Bretaña y Alemania, por un lado, eran las dos grandes potencias industriales, y mantenían una rivalidad y competencia en este sentido. Por otro lado, Rusia y Austria-Hungría estaban todavía en el inicio de la modernización, lo cual quiere decir que iban muy atrasadas respecto a las otras dos.
Causas Profundas de la Guerra
Las causas profundas pueden apuntar principalmente a:
- Económicas: Alemania se había convertido, tras su unificación en el año 1871, en una gran potencia económica y demográfica que superaba a Gran Bretaña y Francia. La rivalidad entre Alemania y Gran Bretaña se tradujo en una desmesurada fabricación de armamentos.
- Nacionalistas: Se unieron naciones divididas hasta entonces en muchos estados (Alemania, Italia). En cambio, otras naciones no habían conseguido separarse del gran imperio del que formaban parte (por ejemplo, los austrohúngaros).
- Coloniales: Gran Bretaña y Francia poseían extensos territorios coloniales, mientras que Alemania y Austria-Hungría habían llegado tarde al reparto de colonias que, por otro lado, también necesitaban.
Causas Inmediatas de la Guerra
Hay otras causas, conocidas como inmediatas, que acabaron de calentar el ya existente ambiente caliente. Entre otras, se pueden apuntar:
- Una fuerte marcha de armamentos: Los países iban armándose con el factor de prevención, ya que en el ambiente reinaba una tensión que en cualquier momento podía explotar. A esta política armamentística se la conoció como “paz armada”.
- Enfrentamiento entre Francia y Alemania: Por cuestiones que ya venían de antes, concretamente de la guerra franco-prusiana de 1870, por la cual Francia había perdido las regiones de Alsacia y Lorena, muy ricas en materias primas como el carbón y el hierro.
- La tensión cada vez más grande entre el Reino Unido y Alemania: A causa de la pretensión de esta de desplazar al Reino Unido como primera potencia política, económica y territorial del mundo. Concretamente, la necesidad que tenía Alemania de crear una flota más potente por la cuestión colonial puso en pie de guerra a Gran Bretaña, que hasta ahora había sido la potencia naval indiscutible.
- La conflictividad de los Balcanes: Aquí se juntaban diferentes problemas:
- Por un lado, una serie de pueblos, como los serbios, rumanos, albanos y búlgaros, querían independizarse de los imperios austrohúngaros, a los cuales estaban sometidos.
- Por otro lado, Rusia veía cerrada una salida totalmente libre hacia el Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo.
- Finalmente, el Imperio Austrohúngaro, que dominaba algunos de estos pueblos eslavos y que también quería conseguir una salida al Mediterráneo a través de Grecia (Tesalónica), razón por la cual estaba enfrentado a Rusia.
- Y, en general, un ambiente bélico al cual la población cada vez se fue acostumbrando: Por esto, el hecho de que la guerra llegó a ser una cuestión normal.
Las Alianzas y el Estallido de la Guerra
Toda la situación que acabamos de ver, desencadenó ya antes de 1914 un sistema de alianzas militares. Dos fueron estas alianzas:
- Por una parte, la Triple Alianza formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia.
- Por otra, Francia, que veía cómo Alemania comenzaba a hacerle sombra a nivel económico y militar, razón por la que buscó ayuda en Rusia y Gran Bretaña, formando una alianza con ambas: la Triple Entente.
La causa inmediata del desencadenamiento de la guerra va a ser el atentado de Sarajevo (28 de junio de 1914) en el que muere el príncipe heredero de Austria-Hungría, Francisco Fernando, junto con su mujer a manos de un estudiante nacionalista serbio.
Austria va a culpar a Serbia de este asesinato y le declara la guerra. La reacción en cadena comienza a producirse de forma inmediata: Rusia va a pasar a defender a su aliado (Serbia), por lo cual declara la guerra a Austria. En defensa de esta sale Alemania. Es entonces cuando Francia interviene y, más tarde, Gran Bretaña, que en principio no quería, pero que se vio obligada cuando los alemanes invadieron Bélgica para atacar a los franceses por la retaguardia.
Desarrollo de la Guerra
La guerra va a tener finalmente dos fases:
- Guerra de Movimientos (1914): Alemania y Austria-Hungría atacaron de forma fulminante Francia y Bélgica, pensando que, una vez conseguida una victoria rápida, podrían ir contra Rusia en el frente del este. Pero, cuando menos se lo esperaban, fueron detenidos a las puertas de París. No obstante, los alemanes infligieron una derrota a los rusos en el otro frente.
- Guerra de Posiciones o de Trincheras (1915-1917): A partir de aquí va a comenzar la guerra de posiciones o de trincheras, que sobre todo va a ser una guerra de desgaste, en unos frentes que se habían estabilizado a lo largo de 180 km. Va a suponer una cantidad inmensa de muertos y de heridos y un alargamiento de la guerra que nadie esperaba.
Final de la Guerra
En el año 1917 se produjeron dos hechos clave a la hora de acabar con el conflicto:
- Intervención de Estados Unidos: Aportaron contingentes de soldados y nuevas tecnologías bélicas, declarando la guerra a Alemania, con lo que el equilibrio existente hasta ahora se decanta a favor de Francia, Rusia y Gran Bretaña.
- Revolución Rusa y Tratado de Brest-Litovsk: Alemania firma el tratado de paz con Rusia después de la Revolución de 1917. Alemania traslada soldados al frente occidental pensando que podría conseguir algunos de sus objetivos, pero los ejércitos aliados estaban todavía demasiado enteros como para concederle el mínimo respiro. Alemania se rinde finalmente en noviembre de 1918.
La Paz: El Tratado de Versalles
Tras la rendición de Alemania, se reúne en París una conferencia de paz, donde los vencedores (los aliados) firman con Alemania la paz imponiéndoles unas condiciones muy duras y humillantes a nivel político, territorial, militar y económico. Concretamente:
- Alemania tenía que aceptar que era la única responsable de la guerra.
- Cedía tierras en el este en favor de Polonia, y perdía también una gran parte de su imperio colonial.
- El ejército quedaba reducido a la mínima expresión.
- Se le obligaba a pagar una suma inmensa de dinero para sufragar las reparaciones causadas por la guerra.
Alemania no va a perdonar ni olvidar esta humillación, que va a producir un fuerte resentimiento en muchos de sus habitantes y que, de alguna manera, será la causa de la que más tarde sería la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, el mapa de Europa va a experimentar grandes cambios:
- Rusia pierde unas zonas que van a pasar a formar naciones nuevas.
- Desaparecen los imperios austrohúngaro y otomano.
- En el centro de Europa se crean estados nuevos y se establecen nuevas fronteras.