El Auge y Decadencia de España: Un Recorrido Histórico por la Edad Moderna

La Edad Moderna en España: Un Periodo de Transformación

La Edad Moderna en España se inició con el reinado de los Reyes Católicos. En este periodo se establecieron las bases de la hegemonía española en Europa, que se consolidó en el siglo XVI con Carlos I y Felipe II.

Unión Dinástica y Expansión Territorial

El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 fue el primer paso hacia la unidad territorial de la península ibérica. Esta unión fue dinástica, manteniendo cada reino sus propias instituciones, leyes y costumbres. Sin embargo, fortaleció el poder de la monarquía y facilitó la unidad territorial y religiosa.

La unidad territorial se logró con la conquista del reino nazarí de Granada en 1492 y la anexión del reino de Navarra en 1512. Además, se preparó la futura unión con Portugal mediante enlaces matrimoniales, aunque esta no se concretó hasta la segunda mitad del siglo XVI.

Unidad Religiosa y el Estado Moderno

La unidad religiosa se impuso con medidas contra judíos y musulmanes. En 1478, los Reyes Católicos crearon el Tribunal de la Inquisición para perseguir a los herejes y judaizantes. En 1492, obligaron a los judíos a bautizarse o marcharse, y en 1500 hicieron lo mismo con los mudéjares de Granada.

Los Reyes Católicos implantaron el Estado moderno y la monarquía autoritaria en España. Para ello, fortalecieron el poder real, controlaron los poderes del Estado, sometieron a la alta nobleza, controlaron los bienes de las órdenes militares, redujeron la autonomía de los municipios y convocaron las Cortes en contadas ocasiones.

También mejoraron la administración creando Consejos integrados por juristas, instituyeron tribunales reales o Audiencias, establecieron el cobro de impuestos, crearon la Santa Hermandad para mantener el orden en el campo y modernizaron el ejército organizándolo en tercios.

En política exterior, Aragón recuperó Nápoles, Sicilia, el Rosellón y la Cerdaña, enfrentándose a Francia. Castilla conquistó plazas en el norte de África y prosiguió su expansión atlántica, culminando con la conquista y organización de América.

La Conquista y Organización de América

Tras la fase de descubrimiento, en el siglo XVI, los españoles se adentraron en el territorio americano para su conquista y organización. Las nuevas exploraciones se llevaron a cabo, en su mayoría, en el reinado de Carlos I.

En 1513, Vasco Núñez de Balboa cruzó el istmo de Panamá y descubrió el mar del Sur, llamado posteriormente océano Pacífico. Entre 1519 y 1522, Magallanes y Elcano dieron la primera vuelta al mundo, demostrando que la Tierra era redonda.

La conquista del territorio americano fue rápida (1520-1545) debido a la superioridad del armamento español. Se llevó a cabo en dos etapas:

  • Primera etapa: Conquista de los grandes imperios americanos. Hernán Cortés conquistó el imperio azteca (1519-1521) y Francisco Pizarro conquistó el imperio inca (1531).
  • Segunda etapa: Incorporación del resto de América Central y del Sur, excepto Brasil; el sur de América del Norte y las islas Filipinas.

Tras la conquista, las Indias se incorporaron a Castilla, que organizó su gobierno y administración. El gobierno de los nuevos territorios se encomendó al Consejo de Indias, creado en 1524. La administración del territorio se organizó en virreinatos (Nueva España y Perú).

Los conquistadores eran particulares que deseaban hacer fortuna. Recibían de la Corona unas capitulaciones a cambio de ciertas concesiones y unas Reales Instrucciones o normas de actuación.

Economía y Sociedad en la América Colonial

La minería fue la principal actividad económica, basada en la explotación de oro y plata. Se utilizó el sistema de la mita, o trabajo forzoso asalariado de los indios. Las actividades agrarias se practicaron en grandes propiedades, las haciendas y estancias, trabajadas con indígenas en régimen de encomienda y con esclavos negros africanos.

El comercio con las Indias era monopolio de Castilla, gestionado por la Casa de Contratación en Sevilla. Los españoles introdujeron en América cultivos europeos y animales desconocidos hasta entonces. Las colonias americanas proporcionaron a los países europeos nuevas plantas, productos alimenticios y animales.

Consecuencias de la Conquista

Las consecuencias de la conquista fueron muy distintas para los pueblos americanos y para Castilla. Para los primeros, fueron negativas: desaparición de sus imperios, descenso demográfico, abandono de su economía tradicional, subordinación social y desaparición de sus culturas. Para Castilla, la conquista financió la hegemonía europea, estimuló la economía, desarrolló el comercio, provocó una subida de precios e impulsó ciencias como la cartografía y la geografía.

El Siglo XVI: Hegemonía Hispana y Conflictos

En el siglo XVI, Carlos I (1516-1556) y Felipe II (1556-1598) consiguieron imponer la hegemonía hispana en Europa y ampliaron las posesiones españolas en el mundo. Sin embargo, ambos monarcas tuvieron que enfrentarse a numerosos problemas internos y externos.

Carlos I: Un Imperio en Expansión

Carlos I, hijo de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, nació y se crio en los Países Bajos. Sucedió a su abuelo Fernando el Católico en 1516, introduciendo en España la casa de Austria o de Habsburgo. Su llegada a España desató una fuerte oposición debido a que no hablaba castellano y dejó el gobierno en manos de consejeros flamencos. Esto provocó las revueltas de las Comunidades en Castilla y las Germanías en Valencia y Mallorca.

En 1519 fue elegido emperador de Alemania, con el nombre de Carlos V. Fue un monarca viajero que pretendió reunir a toda la cristiandad bajo su autoridad para luchar contra los enemigos de la fe católica. Heredó de sus abuelos paternos y maternos una gran cantidad de territorios en el centro y el norte de Europa y en Italia, que amplió con nuevas conquistas en América.

Felipe II: El Imperio Donde Nunca se Pone el Sol

Felipe II, hijo de Carlos I y de Isabel de Portugal, no heredó el título de emperador. Residió en España y fijó su corte en Madrid. De carácter muy distinto al de su padre, y ferviente católico, dedicó toda su vida a luchar contra el protestantismo. En 1580 heredó el reino de Portugal con su enorme imperio, creando un imperio en el que, al decir de la época, “nunca se ponía el sol”.

Felipe II se enfrentó a una rebelión de los moriscos en las Alpujarras granadinas y a una rebelión en Aragón. También tuvo que lidiar con la rivalidad con Francia, el avance del imperio turco y el problema protestante.

El Siglo XVII: Decadencia y Crisis

En España reinaron en el siglo XVII los denominados Austrias menores: Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700). Estos monarcas tuvieron una personalidad más débil que la de sus antecesores, y con ellos se produjo la progresiva decadencia política, demográfica y económica. La monarquía hispana, sin embargo, continuaba siendo una gran potencia internacional.

La Monarquía Absoluta y los Validos

En España también se implantó la monarquía absoluta, aunque los reyes delegaron las tareas de gobierno en validos, personas de su absoluta confianza. Fue el caso de los duques de Lerma y de Uceda, en el reinado de Felipe III, o del conde-duque de Olivares, en el de Felipe IV.

En 1640 se produjo una sublevación en Portugal, que se independizó de España (1668), y otra en Cataluña, que terminó cuando Felipe IV juró obediencia a las leyes catalanas.

La Guerra de los Treinta Años

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) comenzó como un conflicto alemán que enfrentó al emperador, católico, con los príncipes alemanes, protestantes. El enfrentamiento se internacionalizó cuando el emperador recibió el apoyo de España y los príncipes alemanes el de Francia, Suecia, Dinamarca, las Provincias Unidas e Inglaterra. Como resultado, España y el emperador fueron derrotados y tuvieron que firmar la Paz de Westfalia en 1648.

Crisis Demográfica y Económica

La población española se redujo de ocho a seis millones de habitantes debido a las continuas guerras, las malas cosechas, las epidemias de peste bubónica y la expulsión de los moriscos en 1609.

También fue un siglo de crisis económica. La producción agrícola descendió, la industria tuvo escaso desarrollo, los mercados exteriores se perdieron y el comercio con América decayó. La reducción de la llegada de metales preciosos de América supuso un grave perjuicio para la economía.

La Sociedad y la Cultura del Siglo XVII

La burguesía comercial y de negocios era escasa en España, a diferencia de Europa occidental. Ante la incertidumbre de los negocios, invirtió su dinero en la adquisición de tierras y en acceder a la nobleza.

A pesar de la crisis, el siglo XVII fue una época de esplendor cultural, tanto en Europa como en España. En nuestro país continuó el esplendor cultural del Siglo de Oro. En literatura destacaron Cervantes, Quevedo y Góngora.

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