A. Los Partidos Políticos Enfrentados
Durante los dos años de gobierno radical-cedista, conocidos como el «bienio negro», hubo constantes crisis de gobierno y el movimiento obrero se radicalizó, produciéndose graves enfrentamientos. El abismo que separaba a las dos Españas era cada vez mayor. Las dos figuras más sobresalientes en este período fueron Alejandro Lerrouz y José María Gil Robles.
El Presidente de la República encargó a los radicales (Lerroux y Samper) formar gobierno y no a la CEDA aunque fue el más votado. Los radicales sólo podían gobernar con el apoyo de la CEDA y su líder Gil Robles dejó clara su postura: apoyaría al gobierno si éste desmontaba las reformas de Azaña.
La izquierda seguía dividida. Dentro del PSOE y la UGT Largo Caballero se negaba a colaborar con una República burguesa y buscaba la revolución social, acercándose a la postura de los anarquistas.
B. La Política Contrarreformista
1. Durante el Bienio Derechista (1934-1936) se Paralizó la Reforma Agraria
El presupuesto para el IRA (Instituto de Reforma Agraria) se redujo muchísimo. El número de campesinos a asentar se redujo y se rebajaron los jornales. La ley de reforma de la Reforma Agraria facilitó el desalojo de los arrendatarios que no pagasen a tiempo la renta al propietario y dificultó la posibilidad de que éstos llegasen a acceder a la propiedad de los terrenos arrendados.
La izquierda consideró anticonstitucional la nueva legislación y los sindicatos agrarios convocaron en junio una huelga general. El gobierno reaccionó con desmesurada energía desmantelando los sindicatos agrarios.
2. Oposición a las Autonomías
Por su ideología católica y conservadora, el Partido Nacionalista Vasco al principio colaboró con el gobierno radical, esperando que éste les apoyaría. No fue así y el PNV decidió apoyar a la oposición.
El gobierno central entró en conflicto abierto con la Generalitat de Cataluña cuyo Parlamento aprobó la Ley de Contratos de Cultivo muy favorables a los campesinos arrendatarios que provocó la oposición de los propietarios. Estos lograron del gobierno central que la ley fuera declarada inconstitucional. Más tarde el gobierno suspendió el Estatuto y anulaba así la Autonomía de Cataluña.
3. Cambios en el Ejército
Respecto a las reformas militares se publicó la Ley de Amnistía, por la que se excarcelaba a los militares sublevados con Sanjurjo. Al ser nombrado Gil Robles Ministro de la Guerra, para prevenir un nuevo movimiento revolucionario, se rodeó de generales de prestigio que más tarde, en julio de 1936, iniciarán la guerra civil.
C. La Revolución de Octubre de 1934
El día 5 de octubre de 1934 la II República sufrió la crisis más grave acaecida hasta entonces. El gobierno presidido por Lerroux nombró tres ministros de la CEDA y dio comienzo el movimiento revolucionario y antidemocrático, que acusaba de fascistas a dichos ministros.
Los socialistas Prieto y Largo Caballero llamaron al país a la huelga general ya la insurrección armada. El gobierno declaró el “estado de guerra” en toda España y el movimiento fracasó.
En Cataluña, el 6 de octubre el conceller Dencás, confiando en el triunfo de la huelga general, presionó a Companys para que proclamara el “Estat Catalá”. EL GOBIERNO Central envió al Ejército y el gobierno catalán se encerró. La prudencia del general Batet evitó más muertes al lograr en la madrugada del día 7 la rendición del gobierno catalán. El Estatuto de Autonomía catalán fue suspendido temporalmente.
En Asturias, la huelga se convirtió en una auténtica revolución social para “abolir el régimen burgués”. La Alianza Obrera, integrada por socialistas, comunistas y anarquistas, estableció el gobierno de un Comité revolucionario en os diferentes lugares, que intentó, pero no pudo, evitar una serie de asesinatos y saqueos en Iglesias y negocios burgueses.
Para hacer frente a esta revolución proletaria, el gobierno, presionado por Gil Robles y envió al Ejército. Mientras las tropas de Yagüe realizan asesinatos, violaciones y saqueos, el general López Ochoa logró evitar más muertes en su zona e incluso ordenó fusilar a cuatro moros por los desmanes que habían cometido.
D. Las Consecuencias de la Revolución de Asturias
La principal consecuencia fue el enfrentamiento en las Cortes, en la calle y en la prensa entre dos modelos de sociedad.
1. En los quinces días hubo 1335 muertos y unos 3000 heridos 2. Tras sofocar la revolución vino la represión encarcelados, entre ellos los líderes políticos. En diferentes juicios, se dictaron 20 penas de muerte. La opinión pública y el propio gobierno se dividieron sobre la aplicación de penas de muerte a los sublevados de la Revolución de Octubre encarcelados, o su amnistía. El presidente de la república apoyaba la flexibilidad y se negó a afirmar algunas condenas de muerte. 3. Tras la revolución, la CEDA salió fortalecida. 4. El nuevo gobierno adoptó medidas contrarreformistas en agricultura, frenó las aspiraciones nacionalistas de catalanes, vascos y gallegos y redujo los presupuestos para gastos de bienestar social y educación. Se devolvió a la Iglesia católica sus propiedades y su protagonismo en educación y se intentó una reforma de la Constitución que no llevó a cabo. 5. La derrota obrera envalentonó a la patronal y se produjo la represión económica. 6. Frente a la postura “accidentalista” d Gil Robles, una parte de la derecha católica se declara antirrepublicana. En diciembre de 1934, Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional respaldado por monárquicos y tradicionalistas. Su programa consistía en la implantación de un Estado autoritario y regido por una monarquía tradicional, con el apoyo de las fuerzas paramilitares de los carlistas y de los falangistas.
E. La Caída del Gobierno
En los últimos meses de 1935 el partido radical quedó totalmente desprestigiado al estallar el escándalo del “estraperlo” (gracias al soborno a políticos radicales) y Alcalá Zamora obligó a Lerroux a dimitir. Gil Robles, como líder del partido más votado, pidió a Alcalá Zamora que lo nombrase presidente del nuevo gobernó. Éste se negó y eligió a Joaquín Chapaprieta.
Ante la negativa, Gil Robles pensó en la posibilidad de dar un golpe de estado con apoyo militar. Franco le señaló que no era un buen momento. En diciembre el Presidente de la República sustituyó a Chapaprieta, disolvió las Cortes y convocó elecciones.
El Triunfo de la Izquierda: El Gobierno del Frente Popular
A. La Formación y Triunfo del Frente Popular
Tras la caída de Lerroux en septiembre de 1935, el partido radical se dividió. Martínez Barrio se separó y creó el partido Unión Republicana, que pronto formó coalición con Izquierda Republicana de Azaña. A este bloque republicano se unieron después el ORGA y Esquerra Republicana.
En el seno del PSOE se manifiesta un enfrentamiento entre revolucionarios y reformistas. Sin embargo, en el Congreso del PSOE de se presentó el líder reformista, Indalecio Prieto, llegado clandestinamente desde el exilio en Francia, donde unos meses antes se había formado “un Frente Popular antifascista” fruto de la unión de republicanos de izquierda, socialista y comunistas.
Propuso que el PSOE se sumara al bloque republicano con un programa mínimo basado en tres ideas.
– Amnistía general para los presos de la Revolución de Octubre y readmisión de los despedidos por causas políticas o sindicales. – Recuperación de la política reformista del primer bienio – Vuelta a los Jurados Mixtos y aumento del presupuesto de educación.
Esta propuesta fue aceptada por la mayoría del partido, y lo único que lograron fue el compromiso del PSOE de no participar en los gobiernos burgueses si triunfaba el Frente Popular.
El pacto del frente Popular se interpreta como una alianza defensiva de clases medias frente a la ofensiva fascista CNT Y FAI no signaron el pacto y recomiendan la abstención.
Las elecciones del 16 de febrero de 1936 se desarrollaron en calma. Se presentaba la izquierda unida, desunida la derecha y desprestigiado el Centro. Los resultados castigan a Lerroux yados castigan a Lerroux y concentran los votos en el Frente Popular y las Derechas. El voto de la derecha se concentró en la España rural del interior y de la Meseta y del norte; las izquierdas triunfaron en las grandes ciudades, en zonas mineras y de latifundio y en las regiones que aspiraban a la autonomía. B-actuación del gobierno y de las cortes en los primeros meses Azaña preside un gobierno en minoría, en el que no participa el PSOE. Su primera medida fue la amnistía. El nuevo gobierno propició el desarrollo de un nuevo Estado de las autonomías. Se aceleró el proceso de la Reforma Agraria y el IRA fue autorizado a ocupar las fincas que considerase de utilidad social. La situación ene l campo había cambiado; ahora eran los trabajadores y sus sindicatos la fuerza dominante. En la primavera de 1936 el gobierno fue duramente atacado tanto por los movimientos obreros revolucionarios como por la derecha monárquico-fascista. Las nuevas Cortes constituidas, tras la segunda vuelta de las elecciones, destituyó al Presidente de la República, considerado demasiado moderado, y en su lugar nombró a Azaña. Se comete así un doble error político pues el primero podría haber servido de puente neutral que comunicase a las dos Españas enfrentadas, y Azaña no logró encontrar un sustituto eficaz. En el Parlamento Calvo Sotelo y Gil Robles protagonizan violentos enfrentamientos verbales con las izquierdas que culminaron el 16 de junio al señalar uno por uno todos los desórdenes. Ambos aspiraban entonces a restaurar la monarquía de Alfonso XIII. La Iglesia estaba atemorizada por el creciente anticlericalismo y rechazaba las actuaciones del gobierno. C-los actos prebélicos al margen de la ley de febrero a julio del 36, en las ciudades se produjeron desórdenes de todo tipo que el gobierno no puedo atajar, lo que provocó críticas constantes de la derecha. 1936 fue año de malas cosechas y de incremento del paro agrario. Los líderes sindicales recomiendas a los campesinos la ocupación de tierras, por lo que rápidamente se incremento la conflictividad en el campo. La inquietud social crecía en las ciudades alimentada por la CNT y por el sector revolucionario de la UGT-PSOE. En la calle las milicias de Falange chocaban diariamente con milicias sindicales de las Juventudes Socialistas Unificadas y con las de la CNT-FAI. Todos iban armados y mientras éstos últimos piden “revolución social”, los falangistas apuestan por la “sublevación nacional”. Entre las organizaciones paramilitares de ultraderecha destacada Falange Española, formada or jóvenes radicales, destacaba Falange Española, formada por jóvenes radicales, uniformados, armadas y preparados para incorporarse a la sublevación militar. Falange había crecido espectacularmente después de las elecciones de febrero; a sus escuadras se sumaban las “gentes de orden”. Jóvenes violentos disparaban desde sus coches por las calles de Madrid y, se enfrentaban con los huelguistas. En marzo su líder, Primo de Rivera fue detenido y encarcelado y su periódico clausurado. Al mismo tiempo los dirigentes carlistas crean una milicia de 30.000 requetés y compran armas en Italia y Alemania. D-la sublevación antidemocrática la idea de la intervención del ejército nace ya el día siguiente del triunfo del Frente Popular. Ante este primer intento, el gobierno se limitó a alejar a los generales sospechosos. El 8 de marzo de 1936, se reúnen en Madrid Mola, Orgaz, Varela y Franco y acuerdan derribar, con un pronunciamiento, al gobierno frente populista. Tras un primer intento el 19 de abril de Varela y Orgaz, el gobierno, enterado de la conspiración, los detuvo. A partir de ahora, será el general Mola el que prepare la sublevación, siendo por ello considerado el Director. Con la colaboración de las organizaciones paramilitares (falange y requetés) y con el apoyo moral y económico de monárquicos y políticos de derechas. Salvo en el País Vasco, la Iglesia apoyaría la sublevación militar y la legitimaría dándole el carácter de “cruzada contra el comunismo ateo”. El alzamiento militar no sería ni por la República, ni por la Monarquía, sino por España. Más tarde se definiría el tipo de régimen más conveniente. Más claros eran sus objetivos: suspender la Constitución de la República, disolver las Cortes, encarcelar y, en su caso, fusilar a políticos de izquierdas y sindicalistas considerados peligrosos. Se formaría un Directorio militar republicano, presidido por el general Sanjurjo.