El Camino hacia la Guerra Civil Española: El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)

El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)

Tras las elecciones de 1933, Lerroux, líder del Partido Radical, formó gobierno con el apoyo de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). Este apoyo obligó a Lerroux a iniciar una política de rectificación de las reformas del bienio anterior, que se concretó en:

  • Paralización de la reforma agraria con expulsión de las tierras ocupadas por jornaleros.
  • Paralización de la reforma militar, acompañada de una amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932.
  • Conciliación con la Iglesia Católica.
  • Paralización de las reformas educativas.
  • Enfrentamiento con los nacionalismos periféricos, especialmente con la Generalitat catalana.

Radicalización del Enfrentamiento Político

En un contexto internacional marcado por la crisis económica y el auge de los extremismos, con el ascenso de Hitler al poder en Alemania (1933) y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política en España se radicalizó, polarizando el país en dos bloques:

Derechas:

  • La CEDA, liderada por Gil Robles, agrupaba a las clases medias y populares católicas. Su organización juvenil, las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), mostraba ya rasgos fascistas.
  • Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, aglutinaba a monárquicos con posturas extremistas y antidemocráticas.
  • La Falange Española de Primo de Rivera se fusionó en 1934 con las JONS, constituyendo el núcleo político fascista en España.

Izquierdas:

  • Izquierda Republicana, de Manuel Azaña, representaba al centro-izquierda.
  • El PSOE, dirigido por un grupo de líderes con diferentes visiones, entre los que destacaban Prieto y Caballero, representantes del ala más moderna y radical. El PSOE experimentó un proceso de radicalización durante este periodo.
  • El PCE (Partido Comunista de España) buscaba una alianza de la izquierda para frenar el avance del fascismo.
  • La CNT (Confederación Nacional del Trabajo) seguía apostando por la acción revolucionaria, aunque muy debilitada tras el fracaso de la insurrección de diciembre de 1933.
  • Esquerra Republicana de Catalunya, liderada por Lluis Companys, radicalizó sus posiciones políticas a raíz de los enfrentamientos entre el Gobierno de la Generalitat y el gobierno de derechas de Madrid.

La Revolución de Octubre de 1934

La creciente tensión entre ambos bloques llegó a su punto álgido en octubre de 1934, cuando tres ministros de la CEDA entraron en el Gobierno. La izquierda interpretó esta remodelación como el preludio de un triunfo inminente del fascismo. El PSOE, UGT, CNT y PCE, cada vez más radicalizados, convocaron una huelga general contra el Gobierno.

El movimiento fracasó en Madrid, donde el Gobierno detuvo a los principales líderes socialistas y comunistas. En Barcelona, Companys lideró una insurrección con un claro componente independentista, pero la revuelta fue sofocada por el Ejército. Los hechos más graves se produjeron en Asturias, donde la huelga general derivó en una auténtica revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la revuelta llevó al gobierno a recurrir a una brutal represión, encomendada a la Legión, dirigida por Franco.

La Revolución de Octubre de 1934 se saldó con un terrible balance de miles de muertos, heridos y detenidos, entre ellos Companys, Azaña (que no había apoyado el levantamiento) y dirigentes del PSOE como Prieto y Caballero.

La respuesta del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña y redacción de una nueva Ley de Reforma Agraria que anulaba la anterior.

Crisis de Gobierno y Convocatoria de Elecciones

Las disensiones internas en el seno del gobierno se hicieron cada vez más evidentes, especialmente entre el Partido Radical y la CEDA. Franco, por ejemplo, fue nombrado jefe del Estado Mayor. La crisis definitiva llegó con el escándalo del Estraperlo, que provocó un fuerte desgaste para Lerroux y el Partido Radical. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.

Elecciones de 1936 y el Frente Popular

En un ambiente de creciente radicalización, las elecciones de febrero de 1936 se presentaron las siguientes candidaturas:

  • Frente Popular: Un pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana, PSOE, PCE, POUM y Esquerra Republicana de Catalunya. La CNT, aunque no pidió el voto, apoyó tácticamente al Frente Popular.
  • Coalición de derechas: Formada por la CEDA y Renovación Española, basó su campaña en el miedo a la revolución social.
  • Falange Española y JONS: Se presentaron en solitario.

El Frente Popular obtuvo la victoria en las elecciones de febrero de 1936. Tras las elecciones, Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República. La negativa del Partido Socialista a que Indalecio Prieto ocupara la jefatura del gobierno llevó a la formación de un gobierno presidido por Quiroga, formado por republicanos de izquierda, sin la participación del PSOE.

El Nuevo Gobierno y la Tensión Social

El nuevo gobierno inició una serie de reformas:

  • Amnistía para los represaliados tras la Revolución de Octubre de 1934.
  • Ilegalización de Falange Española.
  • Restablecimiento del Estatuto Catalán.
  • Alejamiento de Madrid de los generales sospechosos de golpismo. Franco fue cesado como Jefe del Estado Mayor.
  • Reanudación de la reforma agraria.
  • Aprobación de nuevos estatutos de autonomía: Galicia en junio de 1936 y País Vasco en julio de 1936.

Estas medidas, sin embargo, no lograron apaciguar la tensión social. La izquierda obrera adoptó una postura cada vez más revolucionaria, mientras que la derecha se inclinaba por acabar con el sistema democrático. A partir de abril se sucedieron los enfrentamientos violentos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.

La Conspiración Militar y el Asesinato de Calvo Sotelo

Mientras tanto, la conspiración militar contra el Frente Popular avanzaba. Por un lado, se organizó una trama política liderada por Gil Robles, Calvo Sotelo y Primo de Rivera. Por otro lado, aumentaba el número de generales implicados en la conspiración, entre ellos Franco, Fanjul y, como “director” del golpe, Emilio Mola. Los conspiradores establecieron contactos con Mussolini y Hitler en busca de apoyo.

El 12 de julio de 1936 fue asesinado el teniente Castillo, un oficial de la Guardia de Asalto. Como represalia, el 13 de julio fue asesinado Calvo Sotelo.

El Estallido de la Guerra Civil

El 17 de julio de 1936, el ejército del África, acantonado en Marruecos, se sublevó contra el gobierno de la República. El triunfo parcial del golpe de Estado desencadenó la Guerra Civil Española.

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