La Desaparición de la URSS y el Fin del Mundo Bipolar
Las Reformas de Gorbachov
Se hacían inevitables los cambios en el aparato económico y político de la URSS. Esta tarea fue emprendida por el nuevo líder soviético Gorbachov, que accedió al poder en 1985. Las reformas iniciadas por el nuevo equipo dirigente fueron calificadas: perestroika y glasnost, es decir, reestructuración y transparencia. Se trataba de realizar una reforma del sistema con conocimiento y participación del pueblo. Tres fueron los problemas principales:
- Se intentó aumentar la producción y la productividad, introduciendo incentivos personales y facilitando ciertas formas de mercado libre para los productos.
- Se promovió la participación política de la población fuera del partido y se permitió que los medios de comunicación difundieran noticias que antes estaban prohibidas.
- El tercer gran problema, era el de la cohesión de la república. Se intentó reestructurar la relación entre las naciones y repúblicas que componían la URSS.
Gorbachov emprendió también una nueva política internacional cuyos objetivos eran el entendimiento con Occidente y el fin del férreo control sobre los países satélites. Se propuso instaurar una nueva era de buenas relaciones con USA, reanudar las conversaciones sobre reducción de armamento y reorganizar el control de la URSS sobre los países socialistas de Europa. Este último propósito incluía poner fin a la presencia del ejército soviético en la Alemania del Este. Esta política conllevó la disolución del Pacto de Varsovia.
La Caída del Muro de Berlín y el Hundimiento de las Democracias Populares
La garantía de no intervención hizo posible una serie de cambios internos que provocaron el fin del dominio de los partidos comunistas y el inicio de reformas. El proceso reformista se orientó, en el terreno político, a conseguir formas de gobierno parlamentarias y democráticas y, en el económico, a introducir un sistema de propiedad individual y de relaciones de mercado. El inicio de estos cambios, sin precedentes desde el fin de la IIGM, tuvo lugar en Polonia. Allí la oposición al régimen comunista, organizada alrededor del sindicato Solidaridad y de su líder Walesa, aprovechó la nueva coyuntura de forzar al gobierno comunista a introducir un conjunto de nuevas medidas políticas y económicas como la amnistía política, la autorización para instalar empresas privadas y la legalización del sindicato. En 1989 se convocaron elecciones libres y el resultado fue totalmente favorable a Solidaridad. Los cambios más espectaculares se produjeron en la República Democrática de Alemania, donde el gobierno comunista, se resistía a las reformas y la presión popular forzó su destitución en 1989 tomó una decisión de abrir el muro de Berlín permitiendo el libre tránsito de ciudadanos. Se había comprometido a celebrar una elecciones libres, que tuvieron lugar en 1990, fecha en la que la República Democrática de Alemania dejó de existir. En Hungría, un nuevo secretario general del partido comunista favoreció una serie de leyes que legalizaban los partidos políticos independientes y reconocían los derechos de expresión y manifestación. En Checoslovaquia, los cambios se iniciaron y los dirigentes pactaron un proceso de reformas con la oposición. Se convocaron elecciones libres y se reestructuró el sistema político. En poco tiempo se consolidó la división del país y dio resultado la creación de la Rep. Checa y la Rep. Eslovaca. Los casos de Rumania y Bulgaria fueron más complejos. En el primero, una insurrección popular hizo caer el líder comunista fue ejecutado. El nuevo gobierno surgido de las elecciones tuvo que enfrentarse a un complejo panorama político y a una economía totalmente arruinada. En Bulgaria, los dirigentes más inmovilistas fueron destituidos y se convocaron elecciones que dieron lugar al establecimiento de un nuevo gobierno democrático.
La Disolución de la URSS
El conjunto de las reformas emprendidas por Gorbachov era arriesgado y acabó desencadenando un proceso que desbordó por completo las previsiones iniciales. La Europa del Este se desmoronaba, pero además las reformas no daban en la URSS los resultados previstos. A los problemas económicos se sumaron las reivindicaciones nacionalistas que estallaron con una fuerza inusitada. Cuando se abrió el debate político en la vida soviética, se evidenció la dificultad de mantener la unión de diferentes naciones, etnias y religiones que configuraban la URSS. En el interior del país se produjo un grave enfrentamiento entre quienes pretendían conservar el sistema y los partidarios de llevar las reformas mucho más lejos. La tensión acabó estallando en un intento de golpe de Estado en Moscú (1991). El gran héroe de la resistencia fue Yeltsin cuya decidida actuación frenó el golpe de Estado. Tras el intento de golpe en 1991 el proyecto de una gran reforma dentro del socialismo quedó herido de muerte y se precipitó hacia el fracaso. Yeltsin inició un proceso destinado a suprimir el comunismo. En diciembre de 1991 la URSS dejó de existir. Gorbachov intentó crear una Comunidad de Estados Independientes (CEI). Pero no quisieron integrarse en la CEI las repúblicas bálticas ni tampoco Georgia y esta Comunidad quedó condenada al fracaso. Gorbachov dimitió y la antigua URSS se fragmentó en 16 repúblicas independientes.