El crecimiento económico de los años 20
El fin de la Primera Guerra Mundial dio paso a un periodo de reconstrucción que abrió un decenio de crecimiento y dinamismo económico, fundamentalmente en los sectores industriales y empresariales. En los años 20 se aumentó el declive británico, cuya economía se basaba en sectores industriales antiguos, como el textil y la siderurgia. El descenso de los precios de las materias primas y de los alimentos proporcionó algunas ventajas porque su comercio estaba formado por la venta de productos industriales y en la compra de alimentos. La guerra proporcionó un desarrollo de la economía estadounidense que puso a Estados Unidos como primera potencia mundial.
La industria, motor del desarrollo
El crecimiento económico se produjo en los nuevos sectores industriales que se convirtieron en el motor de la expansión. Se creó un espectacular dinamismo en la industria de automóviles. Los demás sectores industriales que destacaron fueron:
- La industria de la electricidad, que permitió llevar la luz a las casas.
- La producción química, que se desarrolló por la fabricación de neumáticos, abonos, productos farmacéuticos o derivados del petróleo.
- La industria aeronáutica, cuya aplicación civil se inició por ese entonces.
El carbón no dejó de ser la principal fuente de energía, pero su producción no aumentó demasiado debido a que se empezaron a usar las nuevas fuentes de energía: la utilización y producción del petróleo se cuadruplicó y la electricidad se triplicó.
La intensificación de la producción
La forma de producción y la estructura empresarial cambiaron en esos años. La transformación que más importó fue el aumento de productividad industrial, como consecuencia de las nuevas formas de organización de trabajo en las fábricas. En países occidentales se conoció como taylorismo, derivado del nuevo sistema de producción basado en la eliminación de tiempos muertos en las cadenas de producción y su automatización máxima. De esta forma se conseguía la reducción del coste del producto al disminuir el tiempo de su fabricación. Este proceso metió nuevos conceptos en las fábricas como trabajo en cadena, cortometraje y especialización del trabajador en una tarea. Todo este nuevo sistema de trabajo provocó un incremento enorme de la productividad. El consumo aumentó gracias a la reducción de precios, la publicidad y aparición de la venta a crédito. La nueva forma de producción destacó la concentración empresarial, que ya se había iniciado en la Segunda Guerra Mundial.
El Crash de la Bolsa de Nueva York
Lo que comenzó como un simple descenso de las cotizaciones en la Bolsa de Nueva York se convirtió en poco tiempo en la mayor crisis de la historia del capitalismo. La fácil obtención de créditos para comprar acciones en la bolsa aumentó, aún más, la especulación. La diferencia entre el precio, cada vez más elevado, de las acciones y la actividad real de las empresas, mucho menos boyante que su cotización en bolsa, no paraba de crecer. Los valores de las materias primas bajaban, las dificultades económicas del Reino Unido eran evidentes y habían arrastrado al sistema monetario internacional a una situación confusa, la producción industrial alemana estaba estancada y el comercio internacional pasaba por un largo periodo de atonía. En octubre se puso a la venta un número muy elevado de acciones, lo que se tradujo en la caída de los precios. Los inversores vendieron sus acciones para devolver el dinero que habían pedido prestado y acentuó la caída de Wall Street. El detonante inmediato de la crisis fue el crash de la bolsa en Nueva York. El índice bursátil se hundió en pocos meses. El pánico que se apoderó de los inversores y que los lanzó a la venta masiva de valores hizo fracasar los intentos de algunos bancos para frenar la caída de las cotizaciones por medio de la compra de acciones.
La crisis se extiende a todos los sectores
La crisis comenzó siendo bursátil, se extendió por los demás sectores de la economía y afectó a todos ellos. La quiebra bursátil se convirtió en financiera. El pánico afectó en seguida a la banca, que se encontró atrapada entre unos inversores que no podían devolver los créditos recibidos antes del crash y unos ahorradores que corrieron a rescatar sus fondos con miedo a perderlos. Muchos bancos no pudieron hacer frente a esta situación, lo que los llevó a la ruina. Del sector financiero la crisis se extendió a la economía productiva. La paralización de la concesión de créditos y las quiebras bancarias afectaron a la financiación de la industria y limitaron el consumo de los ciudadanos. Las fábricas se vieron forzadas a cerrar ante la disminución de la demanda y la imposibilidad de seguir abasteciéndose de materias primas y de maquinaria o de obtener pagos a cuenta. La industria estadounidense pasó de la expansión a una situación de superproducción y almacenaje excesivo que ahogaban las finanzas de las empresas. La debilidad de la demanda facilitó la bajada de precios, la caída de los beneficios y el cierre de un número creciente de empresas industriales. El campo vio aumentadas las dificultades que arrastraba desde el final de la Gran Guerra. El descenso de los precios y de la demanda, así como la falta de créditos de los bancos, llevaron a la ruina a centenares de miles de campesinos incapaces de hacer frente a las deudas. Y eso creó un incremento del paro.
La crisis se extiende por todo el mundo
Los primeros países a los que alcanzó la crisis fueron los que basaban su economía en la producción de materias primas. Ya estaban afectados de años atrás por la reducción del valor de sus productos y la crisis comportó la disminución de la demanda y de los precios. La depresión llegó a Europa, uno de los principales bancos austriacos. La causa inmediata del estallido de la crisis en Alemania y Austria fue la repatriación de los capitales estadounidenses, que precipitó el hundimiento de sus economías. Las quiebras bancarias ya se extendían por todo el continente. Reino Unido se vio inmerso en la crisis en septiembre de 1931. Al final, prescindió del patrón oro, es decir, devaluó la libra, forzado a renunciar a la convertibilidad de su moneda en relación con el oro. En su caída, la libra esterlina arrastró a numerosas monedas; sufrieron grandes pérdidas los que tenían esta moneda. Caso aparte fue el de la URSS. Aislada económicamente del resto de los países a causa de su régimen comunista, no sufrió las consecuencias negativas de la depresión.
El hundimiento de los sectores económicos
El sector industrial fue el más afectado por la crisis. La producción industrial en el mundo descendió un 40%. En el sector agrario, la crisis se manifestó no tanto por la caída de la producción como por el total hundimiento de los precios y el descenso de la demanda.
Consecuencias sociales y políticas
El incremento del paro fue grave ante el escaso desarrollo de los sistemas de protección social. El desempleo prolongado suponía verse abocado a la miseria. El contraste entre ricos y pobres era cada vez mayor y las diferencias entre los que conservaban el trabajo y los que lo habían perdido eran enormes, ya que para estos últimos el acceso a la comida constituía un verdadero problema. Las primeras medidas tomadas por los respectivos gobiernos para hacer frente a la crisis fueron, en general, un fracaso, lo que produjo un acusado descontento popular. Las formas más brutales de dictadura, los fascismos, se extendieron por Europa.
Las primeras medidas frente a la crisis
Los estados recurrieron al proteccionismo como una forma de defender la producción propia frente a la competencia externa. Se fueron creando zonas monetarias separadas, lo que acrecentó la inestabilidad de los cambios y propició auténticas guerras monetarias.
Las soluciones clásicas de las crisis
La evolución de la economía capitalista no había sido nunca uniforme. Los ciclos económicos de expansión y depresión se conocían desde el siglo XIX y eran aceptados como una condición propia del sistema. Para los economistas liberales, las crisis eran desajustes pasajeros de la economía, consecuencia del exceso de inversiones que se paralizaban durante el periodo crítico por la debilidad del mercado y por la acumulación de stocks y volvían a incrementarse con la recuperación. El sistema parecía disponer de mecanismos correctores que garantizaban la superación de las crisis. Norma fundamental del liberalismo clásico era el papel secundario del estado en la actividad económica. La política estatal ante la crisis era la deflación: fomentar la reducción salarial, equilibrar el presupuesto del estado y defender el valor de la moneda.
El fracaso de las medidas tradicionales
Las políticas deflacionistas tuvieron graves consecuencias. En Alemania favorecieron el triunfo de Hitler y su ascenso al poder. En Estados Unidos provocaron la estrepitosa derrota electoral de Hoover ante su oponente demócrata.
El New Deal
La política que tuvo mayor resonancia frente a la crisis dentro del mundo capitalista fue el New Deal en Estados Unidos, propiciado por el presidente Roosevelt. Estas medidas de carácter económico y social pretendían realzar la producción reanimando la demanda. Las actuaciones monetarias, como la suspensión de la convertibilidad del dólar en mayo de 1933 o la devaluación de esta moneda en un 41% en enero de 1934, buscaron propiciar una inflación controlada que estimulara el consumo. El New Deal impuso una legislación encaminada a eliminar las situaciones más injustas. Se creó el primer sistema federal de seguro de paro y de pensiones, se estableció el salario mínimo y el horario máximo de trabajo. Los sindicatos se convirtieron en interlocutores de los empresarios.
La obra del fascismo
El fascismo buscó la aceptación social por medio de medidas de amplio consenso popular. Mussolini pretendía legitimarse ante el pueblo italiano mediante una gestión eficaz que repercutiese en amplias mejoras económicas. En este sentido, aplicó una política de grandes obras como una manifestación de la recuperada grandeza italiana. Fomentó la industria con medidas protectoras contra la competencia exterior y con la autarquía o desarrollo de la producción propia. Sin embargo, el nivel de vida descendió y el paro aumentó. En el terreno social, el fascismo se definió por el corporativismo, una doctrina teórica de consenso entre patronos y trabajadores. Uno de los primeros éxitos del fascismo fue la firma de los Tratados de Letrán con la Santa Sede. Estos acuerdos ponían fin al litigio entre Italia y el Vaticano con la ocupación de los Estados Pontificios por el Reino de Italia. Pero la tradicional debilidad económica de Italia no se superó: detrás de las grandes obras y de tumultuosas manifestaciones de adhesión al régimen se ocultaban un país atrasado y de escaso desarrollo económico.
Los principales rasgos del fascismo
El fascismo surgió en Italia después de la Primera Guerra Mundial y fue, junto con el nazismo alemán, la más destacada ideología antiparlamentaria del periodo de entreguerras. El nacionalismo radical encarna un nacionalismo de pueblos vencidos en una contienda o defraudados por no haber logrado lo que consideran un derecho. El fascismo es antiparlamentario y antiliberal. Acusaba a los sistemas democráticos de promover la división entre los ciudadanos y, por tanto, de provocar la debilidad del país. El fascismo desconfía de la razón y de la intelectualidad y apela a los sentimientos y al fanatismo de los pueblos. El fascismo defiende el liderazgo absoluto. La nación debía poner su destino en manos de un líder que reuniese todos los poderes; este liderazgo se apoyaba en el culto a la personalidad del jefe mediante la propaganda y la prohibición de cualquier crítica.
Italia tras la guerra
Italia salió defraudada de la Gran Guerra. Sus esperanzas de expansión territorial no fueron satisfechas. A esta crisis moral se le unió una grave situación política, económica y social. Los sucesivos gobiernos se mostraron incapaces de solucionar las dificultades que afectaban al país. Benito Mussolini, antiguo socialista y defensor de la intervención italiana en la Gran Guerra, creó los Fasci Italiani di Combattimento, conocidos como»camisas negra» a causa de su vestimenta. Los patronos, la clase media e incluso el gobierno vieron en los escuadristas un instrumento para frenar el movimiento obrero y restaurar el orden público.
Mussolini accede al poder
: La creciente fuerza del partido fascista y los evidentes apoyos de los grupos sociales poderosos impulsaron a mussolini al asalto del poder que llevo a cabo mediante la marcha sobre roma de sus militantes en octubre de 1922.Ante este hecho el gobierno dimitio y el monarca nombro a mussolini primer ministro.Es evidente que mussolini conto con el apoyo de la corona y del ejercito en el proceso de su ascenso al poder.Al frente de un gabinete fascista-conservador logro plenos poderes del parlamento.Mussolini contraataco reforzando su autoridad, proceso que desemboco en una dictadura en 1926 los partidos politicos fueron abolidos la prensa fue sometida a una dura censura y los enemigos politicos perseguidos.COnstruyo la estructura de estado fascista al q definio como estado totalitario porq era de todos y para todosy pretendia ser una tercera via en el liberalismo y el marxismo.El partido y el estado se confundian y una intensa propaganda junto de introducir los ideales fascistas jovenes.