La Primera República Española (1873-1874)
El 11 de febrero de 1873, el Congreso y el Senado proclaman la República en unas Cortes donde la mayoría de los diputados eran monárquicos. Las razones principales fueron:
- La negativa experiencia que supuso la búsqueda de un rey por los países extranjeros durante el reinado de Amadeo I.
- Rota la coalición de Ostende, resultaba imposible llegar a un acuerdo sobre el futuro rey.
Se miró la experiencia francesa y, a falta de un rey, se eligió la vía de la República. Estos diputados monárquicos amaban el orden, por lo que se optó por este camino para evitar la vía revolucionaria. El desafío inmediato era asentar el régimen con la menor cantidad posible de republicanos federalistas.
Inicio y Presidencia de Figueras
Comenzará su andadura Estanislao Figueras como Presidente Provisional, en un intento de colaboración entre monárquicos y republicanos federales, aunque esta colaboración terminará por romperse. Las elecciones a Cortes constituyentes, marcadas por una abstención superior al 60% y el retraimiento de casi todas las fuerzas políticas de oposición, dieron el triunfo por amplia mayoría a los Federalistas, con Pí y Margall como segundo presidente de la República.
La República Federal y sus Desafíos
En junio de 1873 se reunieron las nuevas Cortes Constituyentes que proclamaron la República Federal. Una comisión encabezada por Castelar recibió el encargo de redactar un proyecto de Constitución Federal, que nunca llegó a debatirse. Los federalistas enfrentaron varios problemas:
- Los propios federales estaban muy divididos entre sí y solo constituían una mayoría en apariencia.
- El modo de implantar la República Federal fue el elemento definitivo de su quiebra:
- Desde arriba: Se entendía que debía aplicarse de manera progresiva y con concesiones a los grupos conservadores para facilitar su aceptación.
- Desde abajo: Se defendía la proclamación inmediata de la soberanía de las unidades políticas inferiores (Cantones) para construir desde ellos la federación que constituiría España. Estos eran los llamados Intransigentes, quienes abandonaron la Asamblea Constituyente, regresaron a sus ciudades y proclamaron la independencia, dando lugar al Cantonalismo.
La rápida extensión del Cantonalismo solo se puede explicar por la debilidad de las autoridades, que centraban sus esfuerzos militares en combatir a los carlistas. Además, tuvo como primera consecuencia la dimisión de Pí y Margall, quien solo admitía la vía legal para constituir la república federal, pero tampoco estaba dispuesto a emplear la fuerza para lograr la rendición de los cantones.
Presidencias de Salmerón y Castelar
Le sustituyó como presidente Nicolás Salmerón, quien se dirigió a los generales más prestigiosos (a pesar de ser monárquicos en su mayoría) para terminar con la insurrección: Pavía en Andalucía y Martínez Campos en Levante. Sin embargo, surgió un problema: la necesidad de restablecer la disciplina militar mediante la restitución de las penas de muerte impuestas por la autoridad militar. El presidente se negó a firmarlas por respeto a su conciencia, tomando la decisión de dimitir.
Esto dio paso al último presidente de la República, Emilio Castelar, líder y principal representante de los republicanos unitarios. Comenzó su mandato con una consolidación del poder militar, ya que el gobierno había acudido a ellos. Sus objetivos principales fueron:
- Terminar con el Cantonalismo.
- Terminar con el conflicto Carlista.
Lo más importante fue el empeño del gobierno por ganar la batalla del orden público, lo que llevó a Castelar a solicitar poderes especiales a la Asamblea Constituyente para gobernar por decreto durante tres meses. Autorizado, tomó medidas drásticas:
- Recortó algunos derechos individuales como la Libertad de Expresión.
- Suprimió algunos periódicos carlistas y federales.
- Prohibió dar noticias que no fueran oficiales.
- Reimplantó el arma de artillería, suprimida en los últimos días del reinado de Amadeo I.
- Obtuvo nuevos créditos que permitieron mejores recursos al ejército.
Solucionado el primer problema de orden público, se creó otro que supondría la caída del régimen:
- La Asamblea consideraba que los militares conservadores habían ganado demasiada importancia, y los diputados de la Asamblea eran antimilitaristas.
- Los generales no estaban dispuestos a volver a la situación anterior a Castelar, que consideraban intolerable. Esto dejaba solo dos salidas: la continuidad de Castelar o un golpe militar.
Al ser inviable la primera opción, el general Pavía se encargó de ejecutar la segunda.
Liquidación del Sexenio Democrático
El plazo que las Cortes dieron a Castelar terminó el 2 de enero de 1874. Se pensó sustituirlo por un nuevo presidente federalista, a lo que se oponían radicalmente el ejército en general y el general Pavía en particular, que no estaba dispuesto a volver a la situación anterior. Por tanto, disolvió la Asamblea (poniendo fin a la República Federalista) y entregó el poder a los antiguos firmantes de Ostende, cuyos objetivos eran:
- Acabar con el Cantón de Cartagena.
- Poner fin a la Guerra Carlista.
- Abordar el problema cubano que surgió en 1868 con el Grito de Yara.
El Camino hacia la Restauración
El principal problema que surgió a continuación fue la falta de legitimidad del gobierno formado tras el golpe. La opción que se empezó a barajar fue la vuelta del rey Alfonso XII, plan que estaba preparando Antonio Cánovas del Castillo. Este plan fue posible gracias a la abdicación de Isabel II en su hijo en 1870. Mediante el manifiesto de Sandhurst, el futuro rey prometía un gobierno plenamente constitucional y la ausencia total de represalias. La campaña de opinión dirigida por Cánovas fue ganando amplios sectores políticos y sociales. Cuando el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto a favor de Alfonso XII, no hubo resistencias importantes.
Conclusiones sobre el Fracaso Revolucionario
Se produjo un fracaso de los hombres de la Revolución de Septiembre, ya que demostraron que no es posible consolidar un Régimen Político Constitucional desde una perspectiva exclusivista. Por lo tanto, era necesario:
- Ampliar el consenso político.
- Aceptar la posibilidad de que la oposición alcance el poder de manera pacífica (alternancia).
Este periodo también evidenció las limitaciones sociales de la Revolución Liberal Española.