El Fin de la Guerra Fría: De Reagan a Gorbachov y las Revoluciones Democráticas

La Reacción de Estados Unidos y el Final de la Guerra Fría

La Era Reagan y la Intensificación de la Tensión

En 1981, el republicano Ronald Reagan asumió la presidencia de Estados Unidos con un programa marcadamente antisoviético y la ambición de restaurar el liderazgo estadounidense en el mundo. Reagan implementó un cambio radical en la política exterior, abandonando la actitud contemporizadora de su predecesor, Carter, y optando por una postura más dura y agresiva.

Ante el despliegue de misiles soviéticos en Europa, la Administración Reagan propuso la «opción cero»: la retirada de todos los misiles de ambas potencias en Europa. La URSS rechazó esta propuesta, y en 1983, tras la ruptura de las negociaciones, Estados Unidos comenzó la instalación de 572 misiles de alcance medio, conocidos como euromisiles.

El gobierno de Reagan incrementó significativamente los gastos militares y la investigación en nuevas armas. El proyecto más destacado fue la Iniciativa de Defensa Estratégica, también conocida como «Guerra de las Galaxias», que buscaba desarrollar un escudo espacial para destruir misiles soviéticos antes de que alcanzaran territorio estadounidense.

Además, se intensificó la intervención en diversas zonas del mundo para evitar su acercamiento a la Unión Soviética. Latinoamérica fue un foco principal: Reagan ordenó la invasión de Granada en 1983, apoyó a varias dictaduras militares y armó a la guerrilla nicaragüense para derrocar al gobierno sandinista, cercano a la Cuba de Castro. También intervino en otras regiones, como Afganistán, donde apoyó a la guerrilla antisoviética.

El Declive Soviético y el Ascenso de Gorbachov

A mediados de la década de 1980, la agresiva política estadounidense coincidió con una situación de debilidad en la URSS. Los elevados gastos militares y el estancamiento de la producción habían generado una profunda crisis económica, agravada por la desastrosa guerra de Afganistán.

El rebrote de la tensión y la amenaza nuclear causaron gran preocupación en la población de ambos bloques. En los países occidentales, especialmente en Europa, resurgieron movimientos pacifistas y antinucleares que se manifestaron activamente con frecuentes protestas. En el bloque comunista, aunque estos movimientos no pudieron expresarse públicamente, fomentaron un fuerte rechazo hacia el comunismo que se evidenció cuando el sistema mostró sus primeras debilidades.

El Gobierno de Gorbachov y la Distensión

La llegada al poder de Mijail Gorbachov en la URSS en 1985 transformó radicalmente la política internacional soviética. El nuevo gobierno inició una política de diálogo con Estados Unidos para detener la carrera armamentista y reducir el gasto militar, que afectaba gravemente la economía soviética.

La primera muestra de este cambio fue la firma del Tratado de Washington en 1987 para el desmantelamiento de los misiles de alcance medio. En 1989, la URSS retiró sus tropas de Afganistán. Poco después, el proceso de distensión se consolidó con la retirada de las tropas soviéticas de los países de Europa del Este y la implementación de una apertura política y económica en la Unión Soviética.

Las Revoluciones Democráticas en el Bloque Comunista

La suavización del control ideológico y político en casi todos los países del bloque comunista resultó en la aparición inmediata de movimientos sociales que abogaban por el establecimiento de sistemas democráticos. En 1989, una ola de manifestaciones y sublevaciones pacíficas en Europa oriental dio lugar a las denominadas revoluciones democráticas. Estos movimientos provocaron la caída en cadena de los regímenes comunistas europeos.

El ejemplo más simbólico de estos cambios fue la caída del Muro de Berlín en 1989 y la unificación alemana en 1990. El movimiento democrático se extendió por casi todo el bloque comunista. En mayo de 1989, estudiantes chinos iniciaron una protesta a favor de la democracia, ocupando la Plaza de Tiananmen. Sin embargo, el gobierno chino, alarmado por los eventos en Europa, reaccionó con violencia, y el 3 de junio el ejército entró en la plaza, terminando con la protesta y causando cientos de muertes.

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