La guerra de Cataluña duró hasta 1652 cuando España y Francia firman el Tratado de los Pirineos por el que la primera le cede a la segunda amplios y estratégicos territorios : los Condados del Rosellón ( Cataluña francesa ) y de Artois ( que formaba parte de los Países Bajos españoles ).

El triunfo de la monarquía absoluta

El absolutismo monárquico se consolida en Francia durante la segunda mitad del Siglo XVII con los reinados de Luis XIII y – sobre todo – de su hijo, Luis XIV ( 1643 – 1715 ) llamado “ el Rey Sol “, en referencia a su papel hegemónico sobre los demás reyes de Europa. Durante su reinado Francia impone su cultura al resto del Continenete.

 En ese proceso de consolidación de Francia como primera potencia europea distinguimos dos etapas :

 1 )  En los inicios del reinado de Luis XIII, el Cardenal Richelieu se esfuerza por restablecer la autoridad del Rey frente a la nobleza y los parlamentos pero el régimen de guerra permanente que impone al país suscita una viva oposición. De todas maneras fue él quien sentó las bases de la supremacía francesa y del poder absoluto de los reyes. 

2 )  A su muerte le sucede al frente del gobierno el Cardenal Mazarino que tiene que enfrentarse  con el movimiento de La Fronda, suma de descontentos , organizada por la nobleza que se resiste a ceder su poder a la Corona, y que termina por consunción en medio del cansancio general, con el triunfo de la autoridad monárquica, defendida y representada por Mazarino, omnipotente durante la minoría de edad de Luis XIV ( regencia de su madre,  Ana de Austria ).

Cuando, llegado a la mayoría de edad , comience el reinado efectivo del Rey, el prestigio del Trono era mayor que nunca y él lo aumentará, sometiendo a la nobleza y al resto de la nación mientras se lanza a una serie de guerras contra la Casa de Austria a la que sigue arrebatando territorios hasta que su nieto ( Felipe V ) se convierta, por herencia, en el nuevo Rey de España.

Desde la muerte de Mazarino ( 1661 ) Luis XIV anuncia que no volverá a nombrar un primer ministro y comienza a fortalecer la autoridad monárquica ayudado por funcionarios bien elegidos que le aconsejan pero no deciden – el principal fue Colbert – totalmente sometidos al poder real.

Etapas del reinado de Luis XIV : 

I  – De 1661 a 1667 : Profunda reorganización del Estado que pacifica tras el largo período anterior de luchas internas ( de religión y sociales ). Se dedica prioritariamente a la política interior, anulando toda resistencia política o social. Concentra – para controlarla – en la Corte a las principales familias de la nobleza, apartándola de sus estados donde ostentaron un poder que se irá debilitando.  

II – De 1667 a 1700 : Apogeo militar. Lleva adelante las guerras contra España y con Holanda y se anexiona el Franco Condado y parte de Flandes ( territorios españoles ).

 III – De 1700 a 1715  : Al aceptar la herencia española ( por el testamento de Carlos II, último Rey de España de la Casa de Austria ) cambia radicalmente su actitud y apoya con todos sus medios a su nieto ( Felipe V ) durante la Guerra de Sucesión, declarada contra la Casa de Borbón por las demás potencias europeas que temían un renacimiento de  la supremacía española con el apoyo francés.

Esta guerra termina en 1713 con la firma del Tratado de Utrech por el que Felipe V conserva el Trono de España y las Indias pero es desposeído de los territorios europeos de la Monarquía Hispánica ( Flandes, Milán y los Reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña ).

Francia conoce una grave crisis financiera a causa de la larga guerra y su hegemonía decae a favor de Inglaterra.

As revoluciones inglesas

En Inglaterra fracasa el absolutismo ( caso aislado en Europa ) que los primeros Estuardo trataron de consolidar.

El reinado de Carlos I  termina con una guerra civil y la derrota y  ejecución del propio Rey, sentenciado por el Parlamento.

Sube al poder Oliver Cromwell que establece una república dictatorial y protestante de tendencia puritana  ( 1649 – 60 ) que hace frente a movimientos revolucionarios.

En 1660 se produce la restauración monárquica en la persona de Carlos II , hijo del Rey ejecutado.

Inglaterra entra en un período conflictivo hasta la siguiente revolución ( de 1668 ) con graves enfrentamientos entre católicos y protestantes.

En 1668 estalla una nueva revolución contra Jacobo II.

Por fin,  ya en el siglo XVIII , se asienta una monarquía parlamentaria .- la primera de Europa – y protestante en el nuevo Reino Unido de la Gran Bretaña ( 1707 ) a partir del Acta de Unión entre Inglaterra y Escocia.

Inglaterra se convierte a partir de entonces en potencia hegemónica y comienza la formación de su gran imperio colonial.

Absolutismo y otras teorías políticas del siglo XVII

El absolutismo fue promovido en Francia por la Casa de Borbón ya desde sus primeros reyes, Enrique IV ( fines del siglo XVI y principios del XVII ) y su hijo, Luis XIII, y culmina con Luis XIV que llega a teorizar, para defenderlo , sobre éste asunto ( Reflexiones sobre el oficio del Rey  ).

Ideas fundamentales :

• Providencialismo y origen divino del poder : Los Reyes lo son – y reinan – “ por  la gracia de Dios “ porque toda autoridad emana de Dios y tiene por límite la Ley Divina. El Rey es responsable solo ante Dios del uso que haga del poder que de Él recibió.
• El Estado necesita de una autoridad fuerte para superar las rivalidades entre los hombres ( individuos y grupos sociales ) cuyo enfrentamiento imposibilita la acción de gobierno.

Solo el Rey, cuya autoridad es sagrada y proviene de Dios puede garantizar el orden social y es sede de toda autoridad y fuente de todo derecho.

Su obligación es trabajar por el bien – material y espiritual – de sus súbditos, gobernando de acuerdo con la Ley Divina, única que le obliga.

En Inglaterra Jacobo I ( Estuardo ) representa también el mismo concepto de “ Monarquía de Derecho Divino “ y presenta la figura del Rey como única alternativa a la anarquía, legislador supremo.

A la muerte – en el patíbulo – de su hijo Carlos I desaparece ese concepto de la vida política inglesa y se abre paso , como hemos visto , la idea de monarquía parlamentaria, que se consolida en el Siglo XVIII.

A finales del Siglo XVII, tras la consolidación del racionalismo cartesiano,  surge en la misma Francia la crítica al Absolutismo por parte de los jansenistas y protestantes y también por parte de algunos nobles.

Absolutismo Laíco y Radical :

Pero surgen también defensores del Absolutismo que lo desvinculan del Derecho Divino de los Reyes o de cualquier connotación religiosa.

Spinoza defiende la omnipotencia del Estado con una finalidad social y no por el Derecho Divino de los Reyes que cuestiona, mostrando ya cierta preferencia por la Democracia.

Hobbes, autor  de Leviatán ,  mantiene una visión materialista de la condición humana y un fuerte pesimismo individualista ( de raíz protestante ).

La sociedad, para él , es producto de un juego de intereses ; el hombre “ es un lobo para el hombre “. Para garantizar y vigilar el Pacto Social es necesario un poder coercitivo : el del Estado sin límites ni obligaciones. El mejor sistema es la Monarquía.

Juan Bodino, autor de Los Seis Libros de la República, sostiene que el Estado alcanza su cohesión interna por la soberanía , potestad superior a todos los grupos e individuos, no sometida a las leyes. La Monarquía, también para él , es el mejor sistema de gobierno y solo está limitada por las leyes materiales que proceden de Dios.

La Monarquía Moderada

Corriente que procede de los “ iusnaturalistas “ que distinguen entre sociedad civil y sociedad religiosa, subordinando la política a la Teología , con una relativa autonomía de ámbas.

El objetivo de la sociedad civil es el bien común y el de la religiosa alcanzar la salvación y la vida espiritual.

Es un pensamiento de raíces católicas cuyos autores principales son Francisco de Vitoria ( iniciador del Derecho de Gentes ), Soto, Suárez y Mariana en el siglo XVII, en pleno apogeo de la Monarquía Hispánica por lo que influyen en autores extranjeros.    

LA EPOCA DE LAS MONARQUIAS ABSOLUTAS

Un nuevo orden mundial secularizado: la Paz de Westfalia

Fue el resultado de la última de las Guerras de Religión; La Guerra de los Treinta Años.

Comienza en 1618 con la rebelión de los protestantes bohemios contra el nuevo emperador, Fernando II – de la Casa de Austria, rama alemana, y católico – que dio lugar a la “ defenestración de Praga “, cuando los protestantes arrojaron por una ventana a los representantes del Emperador ( 26 de Mayo de 1618 ).

Los rebeldes querían sentar en el trono de Bohemia a un protestante , el Príncipe Elector del Palatinado ( Federico , yerno del rey de Inglaterra ).

Para someter la rebelión el Rey de España , Felipe III, envía a los Tercios españoles de Flandes a Alemania, en cumplimiento del sistema de alianzas entre las dos ramas de la Casa de Austria , la española y la alemana. Se trataba para España, además, de una cuestión prioritaria ; el sostenimiento de la causa católica.

 La Guerra de los Treinta Años se divide en cuatro períodos :

 1 )  Período Palatino ( 1618 – 1623 )  durante el cual los españoles ( 8.000 hombres ) obtienen la victoria en la “ Batalla de la Montaña Blanca “, cerca de Praga ( 1620 ).

Los Tercios españoles entraron en Frankfort y ocuparon todo el Palatinado. El Príncipe Elector huye a Holanda, perdiendo sus estados. 

2 )  Período Danés ( 1625 – 1628 ) .

Esta vez los protestantes acuden a otro príncipe prestigioso para que dirija a ésta bando en la guerra ; el Rey Christian IV de Dinamarca, apoyado por Inglaterra y Holanda, que fue también derrotado y firma la Paz de Lübeck en la que pierde sus ducados alemanes.

3 )  Período Sueco ( 1630 – 1635 )

El jefe de los protestantes es ahora el Rey de Suecia, Gustavo Adolfo, que invade Alemania con el apoyo – secreto – de Francia e invade,  en 1632, Baviera.

Muere, luchando con los españoles , en la batalla de Lützen ese mismo año.

Dos años más tarde el jefe del ejército español, el Cardenal Infante D. Fernando ( hermano de Felipe IV de España ) vuelve a derrotar a los protestantes en la batalla de Nördlinguen ( Septiembre de 1634 ) tras la que parecía definitivamente sometida la rebelión de los protestantes alemanes  que habían acudido – obteniéndolo –  al apoyo de todos los protestantes de Europa.

4 )  Período Francés ( 1635 – 1648 ) :

Ante las reiteradas victorias de las armas católicas,  Francia decide entrar en la guerra , ya abiertamente, para  evitar a toda costa la supremacía de la Casa de Austria a la que venía combatiendo desde el siglo XVI.

Ya en 1622 el Cardenal Richelieu había creado una liga contra España con Venecia y Saboya, atacando – sin declaración de guerra – los ducados católicos de Suiza para desde allí atacar Milán que pertenecía a España.

Durante toda la guerra había apoyado a los protestantes secretamente pero ahora , cuando la rebelión protestante en el Imperio parecía sofocada, decide intervenir abiertamente.

Ante la declaración de guerra francesa los españoles – al mando del Cardenal Infante – invaden Picardía desde los Países Bajos cortando el camino de París, mientras el Almirante de Castilla – Duque de Medina de Rioseco – invadía Labourd en el sur de Francia.

La reacción francesa fue invadir Flandes y el Rosellón ( territorios españoles ).

Esta última acción fue la más grave para la Monarquía Hispánica pues suponía traer la guerra a la Península Ibérica lo que motivó la sublevación de Cataluña que se rebela contra Felipe IV. Comienza así la crisis de 1640 a causa de la cual España pierde Portugal – cuya rebelión fue atizada también por Francia – y su supremacía en Europa.

Los catalanes se ponen bajo la soberanía de Francia que ocupa Cataluña y la guerra , convertida en una guerra civil, continuará durante años. 

La Paz de Westfalia

Finalmente en 1648 se firma la paz entre todas las naciones que habían intervenido en la Guerra de los Treinta Años.

Los representantes de ambas partes ( católicos y protestantes ) se reúnen en las ciudades de Munster y Osnabruck y el resultado de aquellas conversaciones fue la firma de la llamada Paz de Westfalia que establece un nuevo orden en Europa, teniendo como principales consecuencias :

1 )  La independencia de Holanda : España se ve obligada a reconocer la independencia de aquella parte de la herencia de Carlos V que, desde los tiempos de Felipe II, se había hecho protestante y luchaba contra España por su independencia. 

2 )  El “ eclipse alemán “ : El Sacro Imperio Romano Germánico se fragmenta en múltiples estados donde la autoridad del Emperador se debilita llegando a ser casi nominal. Se extiende – o consolida – el protestantismo en grandes zonas de Alemania y los Habsburgo ( la rama alemana de la Casa de Austria ) se centran en el gobierno de sus “ estados patrimoniales “ – Austria, Hungría , Bohemia y otros territorios del sur de Alemania – aunque mantienen el título imperial sobre todo el conjunto germánico, ahora ya ingobernable. El Sacro Imperio, en consecuencia, pierde influencia en la política europea.

3 )  Fin de las Guerras de Religión que habían asolado Europa a partir de la Reforma luterana, cuya causa era también la de los Príncipes alemanes que buscaban debilitar el poder imperial y católico.

4 )  Inicio de la supremacía francesa : Francia aparece como principal beneficiaria de éste tratado que representa el final de la hegemonía que la Casa de Austria ( en sus dos ramas ; alemana y española ) ostentaba sobre Europa desde el reinado de Carlos V.

A pesar de ser una nación católica,  en la política francesa pesaron más los intereses nacionales que le llevaron a combatir tenazmente la supremacía española durante más de cien años.