El fin del aislamiento: el acuerdo con los EE.UU: El inicio de la Guerra Fría entre EEUU y las URSS hizo que las potencias occidentales cerraran los ojos ante el carácter totalitario del franquismo para incorporar a España a la alianza anticomunista. La presión diplomática se fue difuminando y comenzaron a levantarse las restricciones comerciales, al tiempo que se producían declaraciones favorables al fin del aislamiento. En 1950, cuando ya se habían iniciado negociaciones con EE.UU. y con el Vaticano, la ONU levantó la recomendación de retirada de embajadores y autorizó la entrada de España en organismos internacionales. El acontecimiento decisivo en la ruptura del aislamiento fue la firma del acuerdo con los EE.UU. que permitió la instalación de bases norteamericanas en España, en 1953. El acuerdo militar fijaba el establecimiento durante 10 años, de 4 bases de utilización conjunta. El acuerdo económico se concretó. Ese mismo año se firmó un nuevo Concordato entre el Vaticano y el Estado español. Por último, España reconocía la independencia de Marruecos e iniciaba el proceso de descolonización del Protectorado, siguiendo las recomendaciones de la ONU.
La autarquía de posguerra
En 1939 España era un país arruinado demográfica y económicamente, y la mayoría de la población padecía hambre. Las autoridades optaron por un régimen de autarquía económica e intervención del Estado. Una serie de decretos implantó un sistema intervencionista. Se fijaron precios. Las consecuencias fueron nefastas. Las cosechas eran muy pobres, por los bajos precios. El mercado negro y la corrupción se extendieron a todos los sectores.
En fin de la autarquía en los años 50
Al iniciarse la década de 1950 el fracaso de la política autárquica era ya claro incluso para los propios jerarcas del franquismo que defendían el modelo. El giro en la política económica se inicia con el cambio de gobierno de 1951. Se decretó una liberación parcial de precios, comercio y circulación de mercancías. Se inició una expansión económica. Al crecimiento contribuyeron las ayudas estadounidenses, que comenzaron a llegar ya en 1951. Hubo que esperar a la crisis de gobierno de 1957 para convencer al dictador.
El plan de estabilización de 1959
La reforma económica tenía como objetivo conseguir un fuerte ritmo de crecimiento, una rápida industrialización y la conexión de la economía española con la internacional. El Decreto-Ley de Nueva Ordenación Económica se aprobó en 1959. Era un plan de estabilización.
El desarrollo económico de los años 60
Entre 1959 y 1960 se produjo un fuerte parón económico: caída de salarios, de precios y del consumo. Pero se consiguieron los objetivos de reducción del déficit. La economía española creció a un ritmo altísimo, se basó sobre todo en el aumento del sector industrial y de servicios. La expansión industrial se basó en los bajos salarios y en la masiva llegada de inversiones extranjeras. El crecimiento de la industria produjo una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las grandes ciudades. En conjunto, el crecimiento económico español, entre 1961 y 1973 fue elevado y constante, y significó una profunda transformación del tejido productivo y la apertura al exterior.
La España del primer franquismo
La sociedad española de los años 40 y 50 estuvo marcada por el atraso y la pobreza. Además de un retroceso técnico, científico y cultural absoluto. El hambre y la miseria afectaron a la gran mayoría de los campesinos y trabajadores urbanos. Pero también se empobrecieron las clases medias.
La sociedad española de los 60: migraciones y desequilibrio
A partir de 1960, y gracias al crecimiento económico, la sociedad española comenzó a experimentar cambios significativos. El primero tuvo que ver con la emigración masiva de población rural. La principal corriente se dirigió hacia las grandes ciudades, en busca de empleo en la industria. El crecimiento acentuó los desequilibrios en el reparto de la riqueza. Los bajos salarios y la existencia de un sistema fiscal regresivo y fraudulento mantuvieron el nivel de vida de los trabajadores.
El crecimiento de población y los servicios públicos
El crecimiento económico provocó un gran incremento de población, el llamado ‘baby-boom’, que obligó a multiplicar el número de escuelas e institutos. La expansión se centró en la enseñanza pública. Se modificó el sistema de prestaciones sociales y sanitarias. El gasto público en España era escaso y caótico. El elevado crecimiento urbano hizo que las grandes ciudades se convirtieran en áreas metropolitanas.
Indicios de modernización
La concentración de la población en las grandes ciudades fue variando el modo de vida y la mentalidad de los españoles. Al terminar la década la luz eléctrica llegaba ya a casi todo el país. Una gran parte de los hogares tenían teléfono y electrodomésticos. Pero el símbolo de la época fue sin duda el Seat 600.
La guerrilla antifranquista
Muchos combatientes republicanos permanecieron hostiles al nuevo régimen desde el final de la guerra. Se ‘echaron al monte’, e iniciaron por su cuenta una labor de hostigamiento a las fuerzas del orden y Ejército. Estaban dirigidas por anarquistas y comunistas principalmente. Las acciones guerrilleras se intensificaron a partir de 1945 y obligaron a utilizar muchos efectivos de la Guardia Civil y del Ejército para combatirlas. Poco a poco, las partidas fueron capturadas.
Las primeras protestas sociales y la crisis universitaria de 1956
En los primeros años 50 la lucha contra la Dictadura reapareció en el interior del país. Surgieron protestas contra las subidas de precios, como las huelgas de 1951 en Barcelona, País Vasco y Madrid contra las tarifas de los tranvías y las huelgas clandestinas contra los bajos salarios. Pero fue mucho más importante el inicio de la protesta universitaria. Profesores y alumnos pedían mayor libertad en las cátedras y en la opinión pública. La tensión estalló en febrero de 1956 cuando los falangistas, derrotados en las elecciones de la Facultad de Derecho de Madrid, respondieron con violencia. Dos días de lucha en las calles provocaron una dura represión policial. Fueron detenidos varios dirigentes estudiantiles y algunos intelectuales ex-franquistas. Demostró que había una nueva generación dispuesta a oponerse a la Dictadura.
Los partidos y sindicatos de oposición
En el movimiento obrero adquirieron un protagonismo clave las Comisiones Obreras, surgidas en 1962 como alternativa al sindicalismo oficial del Movimiento. Otros sindicatos, como UGT y CNT, también comenzaron a reconstruirse, pero su táctica de no infiltrarse en la Organización Sindical del régimen limitó su implantación.
La creciente lucha de los años 60 y 70
La oposición se fue articulando en movimientos de protesta. La primera movilización fue la de los trabajadores. La oleada de huelgas en las fábricas que se inicia a partir de 1962 tuvo su origen en las dificultades que planteaba el desarrollo económico.