El Fin del Antiguo Régimen en España: De Carlos IV a la Constitución de 1812

El Antiguo Régimen en Europa y su Crisis en España

Durante la Edad Moderna, en Europa podíamos encontrar el sistema conocido como Antiguo Régimen. En España, la crisis del Antiguo Régimen se gesta en el reinado de Carlos IV y tiene su punto culminante en la Guerra de la Independencia.

Los Borbones y el Auge de la Burguesía

El siglo XIX empieza con la familia Borbón sustituyendo a la de Habsburgo en el trono, unificando las coronas de Castilla y Aragón. Los Borbones tienen como objetivo mantener a España como una gran potencia y recuperar el poder y prestigio de antaño. Con el auge de la burguesía se va desarrollando un tipo de pensamiento junto con el ilustrado y el liberalismo que justificará la destrucción del Antiguo Régimen.

La Revolución Francesa y Napoleón

En Francia se inicia una revolución para acabar con el Antiguo Régimen que ejecutó a Luis XVI por traición, lo que desencadenó una guerra en Europa. Del ejército francés surgió uno de los más brillantes genios militares de la historia, Napoleón Bonaparte. En España, la nueva dinastía intentó llevar a cabo reformas, pero con límites, sin intentar acabar con el Antiguo Régimen. Esta guerra fue ganada por Francia.

Carlos IV, Godoy y la Alianza con Francia

Carlos IV nombró a Godoy como nuevo presidente del gobierno. Este dio un giro radical a la política exterior y se alió con Francia, entrando en guerra naval con Gran Bretaña. España sufrió las consecuencias de luchar casi en solitario contra la mayor y más poderosa flota del mundo. Los británicos derrotan a la armada franco-española, con lo que Napoleón se ve obligado a decretar un bloqueo continental, pero la negativa portuguesa desbarataba sus planes. Napoleón convence a Godoy para que Francia pueda atravesar España e invadir Portugal, pero secretamente idea otros planes para dar el control de toda la península ibérica a su hermano José. Carlos IV abdica en favor de su hijo Fernando y Napoleón convoca a ambos a Bayona. Madrid se levanta contra los franceses, iniciando la Guerra de la Independencia y el inicio de la revolución liberal-burguesa en España.

Las Juntas de Defensa y la Guerra de Guerrillas

La reclusión del rey colapsa las instituciones. El vacío de poder es llenado por las Juntas de Defensa formadas por miembros de los tres estamentos. Al poco tiempo se centralizan en una Junta Central. Los franceses son derrotados y el emperador se ve obligado a intervenir. El poderoso ejército francés arrasa con el español y la resistencia española no encuentra otra vía que la guerra de guerrillas. Además, Gran Bretaña pasa a ser aliada.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

A medida que se perdía territorio ante los franceses, la Junta Central retrocedía hasta refugiarse en Cádiz, inexpugnable gracias al apoyo inglés. La Junta, que en la práctica no tiene ninguna legitimidad, se disuelve para convocar el estado a Cortes. Las Cortes eran la representación de los tres estamentos en una asamblea y, en ausencia del rey, tenían el poder. El bando antifrancés deseaba la vuelta de la vieja monarquía, pero también había sectores ilustrados que buscaban reformas y burgueses que buscaban un sistema liberal. Finalmente, una gran parte de la población, al margen de posiciones ideológicas, combatió simplemente como movimiento de defensa.

Cádiz era un destacado núcleo burgués, factor de vital importancia a la hora de conformar las Cortes, que tuvieron mucha más influencia burguesa de la que realmente reflejaba la sociedad española. Las Cortes iniciaron una labor legislativa para acabar con el Antiguo Régimen. Dentro de esta labor legislativa encontramos:

  • La supresión de los derechos señoriales
  • El reparto de las tierras comunales
  • La desamortización de las propiedades del clero
  • La abolición de los privilegios y la libertad de trabajo (fin del sistema gremial)
  • Libertad de imprenta
  • Centralización administrativa

Las Cortes, además, aprobaron la primera constitución, un texto liberal pero que reconocía los derechos de la Iglesia. Establecía una separación de poderes con preeminencia al ejecutivo, es decir, al rey. También reservaba a las Cortes el derecho de declarar la capacidad del heredero y el derecho a nombrar regencia cuando fuera necesario. Las Cortes continuaron con el centralismo y el sufragio universal masculino e indirecto (a los burgueses no les interesaba el sufragio directo). Como vemos, la doctrina liberal no se llevó hasta las últimas consecuencias para mantener el poder de los burgueses.

El Regreso de Fernando VII y el Manifiesto de los Persas

Con el fin de la guerra y el regreso de Fernando VII se ve que el liberalismo era apoyado solamente por minorías ilustradas. Con el apoyo de la nobleza y el clero y el Manifiesto de los Persas en el que una parte de los diputados pedían que se derogara lo realizado por las Cortes y volviese una monarquía moderada en la que las leyes estuvieran por encima de los reyes, Fernando VII ve que solo necesita el apoyo de los militares para volver al poder, apoyo que obtiene del capitán general de Valencia. El resto de su reinado estuvo marcado por la lucha entre liberalismo y absolutismo.

Balance Económico y Social

El balance económico del reinado de este periodo fue que la ruptura de las comunicaciones con América era una importante pérdida de ingresos, que además limitaba las capacidades de los burgueses. Además, la guerra arrasó gran parte del país y endeudaron al Estado. El balance social fue un fuerte golpe a la sociedad estamental y la militarización de esta. Los militares serían pieza clave en los asuntos políticos.

El Trienio Liberal y la Importancia de la Constitución de 1812

La Guerra de la Independencia fue un acto más patriótico que liberal, por lo que no fue difícil para Fernando VII el poner final a la aventura de la Constitución de 1812. Pero de todos modos que diera frutos era solo cuestión de tiempo. El primer rebrote del liberalismo tendrá lugar en el llamado Trienio Liberal, cuando el propio rey se verá obligado a jurar la Constitución, que se impondrá entre 1820 y 1823. Aunque fue una restitución fugaz, a partir de su muerte en 1833, el liberalismo se instauraría ya de forma definitiva.

En cualquier caso, la Constitución de Cádiz de 1812 supuso una gran conquista histórica al plasmar en sus artículos un modelo de vida político y social que tardaría, sin embargo, varias generaciones en hacerse realidad. Con ella, desaparecía el Antiguo Régimen.

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