El final de Al-Ándalus

3.LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA Edad Media: Al-Ándalus

3.1. EVOLUCIÓN POLÍTICA: CONQUISTA, EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA

El  último rey visigodo, Don Rodrigo, fue traicionado por witizanos (partidarios de los hijos de Witiza como sucesor al trono y, por tanto, contrarios a Don Rodrigo) que pidieron ayuda a los musulmanes para destronar a Don Rodrigo. De esta manera llegaron los musulmanes a la Península, continuando su política de expansión comenzada un siglo antes. Las tropas que invadieron estaban formadas por distintos grupos étnicos: árabes, bereberes, sirios y eslavos

Tras la batalla de Guadalete (711) en la que Don Rodrigo fue vencido, comenzó la conquista musulmana (711-718) dirigida Muza ibn Nusayr, su lugarteniente Tárik y su hijo Abd al-Aziz. La conquista fue muy rápida debido a: a) los acuerdos con los visigodos (conservaban las situaciones que tenían antes de la conquista, y también se concedía autonomía a las ciudades) b) los hispanovisigodos les veían como liberadores de los abusos de los nobles godos, y a que les podían rebajar los impuestos. La rebajar los impuestos. Dicha magnates conquista terminó en el 718 tras ocupar Toledo, el valle del Ebro y las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. Se establecíó así el Estado Musulmán (Al-Ándalus), limitado por los Pirineos y la Cordillera Cantábrica.

Desde el punto de vista político, la historia de Al-Ándalus se divide en las siguientes etapas:

– El Emirato dependiente de Damasco (711-756): Al-Ándalus pertenece al califato omeya de Damasco, donde se encuentra el Califa (máxima figura política y religiosa),  siendo una provincia musulmana. Durante esta época se empieza la organización de Al Ándalus y tienen lugar enfrentamientos internos entre los bereberes, que abandonan la Meseta norte y se replegaron al sur del Sistema Central. Son momentos de inestabilidad política.

– El Emirato independiente (756-929): en el s.VIII hay una lucha de los Abassí de Bagdad contra los Omeyas de Damasco para reestablecer el califato en Bagdag. El Omeya Abd-ar-Rahman I escapa de la matanza y llega a Al-Ándalus, donde se declara Emir independiente, convirtiéndose en la máxima figura política, no religiosa, porque  el Califa está en Damasco. Se configura un Estado centralizado con capital en Córdoba. Se comienza la construcción de su mezquita. Se divide Al – Andalus en 22 provincias o curas, se fijan los límites de las tres marcas o fronterizas con los cristianos (la superior, la media y la inferior), y tiene lugar la rebelión de los mozárabes.

-El Califato de Córdoba (929-1031): Abd ar-Rahman III se declara Califa, por lo que Al-Ándalus es independiente también desde el punto de vista religioso. El califa tiene el poder absoluto de base militar, y era juez supremo y general de los ejércitos. Córdoba se convierte en la ciudad más poblada y rica de Europa. Es la época en que coincide el máximo poder de Al- Andalus con la máxima debilidad de los cristianos, que sufren las expediciones de Al Mansur. A su muerte comienza la decadencia y, en 1031, con la crisis (división entre las etnias, militarización del poder, deficiente integración territorial, etc.) desaparece el Califato dando lugar a los reinos de Taifas.

3.2.  LA CRISIS DEL Siglo XI: LOS REINOS DE TAIFAS E IMPERIOS NORTEAFRICANOS

 Periodo dentro de Al-Ándalus, que en principio dura desde el 1031 (caída del califato debido a una serie de causas como: deficiente integración territorial, divisiones étnicas, ausencia de una clase media importante, militarización del poder, tendencia a la pluralidad, etc.) hasta el 1492.  No es un proceso homogéneo, ya que entre medias de los tres reinos de taifas, hay dos invasiones: la de los almorávides y la de los almohades, procedentes del norte de África.

Los taifas son reinos independientes dentro de Al-Ándalus, inicialmente 26. Aunque después se reducen por incorporación o anexión de los más pequeños a otros mayores. Con los primeros reinos taifas se inicia la disgregación política de Al – Andalus y marca el comienzo de la decadencia del Imperio musulmán y de un progresivo debilitamiento frente a los reinos cristianos. La correlación de fuerzas que había sido favorable a los musulmanes, ahora se invierte de manera  definitiva de los cristianos, que inician la auténtica reconquista.

Durante esta época se reproducen los enfrentamientos internos con el fin de imponerse unos sobre otros (sobresaldrán sobre todo Zaragoza y Sevilla), pero al no tener ninguno fuerza suficiente recurren a la ayuda de los reyes cristianos, quienes se la conceden a cambio de compensaciones periódicas (parias). Después de la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, casi todos los reinos de Taifas pagan parias al rey de Castilla. La decadencia política no significa, sin embargo, la decadencia cultural, ya que es en esta época cuando los Taifas, quieren asombrar con su cultura y hacen grandes palacios, como la Aljafería de Zaragoza o la Alcazaba de Málaga.

Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI, los reyes de Sevilla, Granada y Badajoz reclamaron el apoyo de  los almorávides. Estos se caracterizaban por un gran fanatismo religioso, y eran partidarios de la guerra santa. Acudieron en su ayuda, dirigidos por Yusuf Ibn Tasfin, y derrotaron a Alfonso VI en Sagrajas (Badajoz) (1086). Supuso a desaparición de los reinos Taifas y  Al-Ándalus pasó a formar parte del Imperio almorávide (1090-1145). Al ser derrotados estos por los cristianos, comienzan los segundos reinos Taifas, mucho más debilitados, que durarán hasta el 1170, cuando se establece el Imperio Almohade.

Los almohades,  menos radicales que los almorávides en la interpretación del Corán,  situarán su capital en Sevilla.Derrotaron a Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos (1195) y establecerán la capital de su Imperio en Sevilla donde realizarán interesantes muestras arquitectónicas (Alcázar de Sevilla, Giralda y Torre del Oro). Finalmente en las Navas de Tolosa (1212) fueron derrotados por los reyes cristianos y, aunque momentáneamente resurgieron unos nuevos reinos de taifas, los terceros, casi todos pasan en muy poco tiempo a manos de los cristianos, excepto el reino de Granada que persistirá hasta 1492 cuando sea conquistado por los Reyes Católicos

3.3.  AL- ANDALUS: ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL

La economía de Al- Andalus no era una economía cerrada, sino que formaba parte del circuito comercial del Islam (Siria- Egipto- Mesopotamia) a la vez que tenía conexiones y contactos con Sudán (la ruta del oro), y Europa (esclavos, tejidos, aceite, armas, cuero, cerámica). Era una economía monetaria, con intervención de monedas de oro (dinar) y plata (dírhem), y en la que las principales fuentes de riqueza fueron:

a) Una agricultura  de secano ,y de regadío en torno a las ciudades  y con nuevos cultivos. El nivel de producción iba aumentando a medida que se importaban nuevos productos como el arroz, el almendro, la caña de azúcar, el azafrán o los árboles frutales y vides en zona Levantina. La agricultura permitía el abastecimiento de las ciudades, que desempeñaron un papel fundamental como centros de consumo, y la exportación de productos.

b) Se desarrolló una producción artesanal dentro del centro de la ciudad. El sector más importante fue el textil (algodón, lana, lino y seda), pero también, los trabajos en piel y cuero (cordobanes), la cerámica artística y el vidrio

C) Un comercio dinámico en torno al zoco

La estructura social estaba determinada por criterios de carácter religioso, que establecía una división entre musulmanes y no musulmanes. No obstante,  se distinguían grupos sociales diferentes según su origen étnico, su riqueza o su poder.

Entre la población musulmana, que en los primeros tiempos de la conquista era minoritaria (más o menos 60. 000) respecto a los hispano-visigodos, unos 6 millones) podían distinguirse: la aristocracia árabe ( a la que se añadieron los sirios que acudieron en su ayuda tras la rebelión berebere del año 741)  culta, latifundista, eran un grupo reducido de familias que se asentaron en las tierras más fértiles (valle del Guadalquivir, del Ebro y Levante); los bereberes, que formaron el grupo mayoritario de las tropas invasoras, eran más pobres, eran los soldados rasos del ejército y se dedicaron al pastoreo ( Meseta y laderas de montañas); los muladíes ( cristianos convertidos al Islam)

Entre los no musulmanes había dos grupos: los judíos que se dedicaban a los préstamos, al comercio y a la artesanía de oro y plata y los mozárabes o cristianos residentes en territorio musulmán fueron disminuyendo en número por las conversiones al Islam y la emigración a territorios  cristianos ante el avance reconquistador de estos.

La esclavitud ocupaba la base de la estructura social. Dentro de ella se diferenciaba entre los eslavos o esclavones (prisioneros de origen europeo, minoritarios, algunos alcanzaron puestos importantes en la administración y el ejército) y los negros, la mayoría de origen Sudánés.

3.4. EL LEGADO cultural de Al-Ándalus

 El pensamiento: La cultura hispano-musulmana  era muy superior a la cristiana. Una frase atribuida a Mahoma, según el cual no hay más que dos ciencias: la Teología, para la salvación del alma y la Medicina, para la salvación del cuerpo, hizo que los musulmanes se dirigieran hacia esas dos disciplinas; de hecho era frecuente que los más grandes filósofos se dedicaran a cuestiones teológicas y, a la vez, fuesen excelentes médicos.

En Teología y Filosofía, profundamente entrelazadas entre sí, lo que más preocupó a los filósofos de las tres religiones fue cómo resolver las contradicciones entre la verdad que proporciona la razón y la verdad que proporciona la revelación o palabra de Dios; el cordobés Averroes, también médico, el más grande de los filósofos musulmanes y uno de los más notables de todos los tiempos, se basó en Aristóteles para afirmar la supremacía de la razón; fue traducido al latín y estudiado en todas las universidades europeas.

También en árabe escribieron los filósofos judíos Avicebrón y Maimónides. Avicebrón, neoplatónico, exaltó el valor de lo humano; Maimónides también tuvo que exiliarse por motivos doctrinales, su “Guía de perplejos” consoló durante centurias a los siempre perseguidos judíos. Córdoba conocíó un importante esplendor  cultural en consonancia con el desarrollo político y económico. El clima de libertad intelectual, propinado por califas como Abd –al-Rahman y sobre todo Al-Hakam II, convirtió a Córdoba en un centro cultural de primer orden, con gran desarrollo de las más variadas disciplinas (matemáticas, astronomía, botánica, medicina, historia y geografía). También Sevilla fue famosa por sus poetas, empezando por su propio rey Almotacid. Zaragoza por sus astrónomos. Toledo por sus científicos.

Las letras


La poesía: Es importante no olvidar que Al-Ándalus era bilingüe; el árabe era el idioma oficial, pero también se hablaba el mozárabe.

A esos dos tipos de idioma correspondieron dos tipos de literatura. En árabe clásico se escribíó la poesía culta, siempre orientalizante, que fue seguida incluso por los emires. Abd al-Rahman I y Abd al-Rahman II presumieron de poetas, y ser un buen poeta era uno de los mejores medios de ascenso social. En árabe vulgar, una poesía de carácter autóctono. En la poesía popular (vulgar), destaca la invención de las moaxajas, un poema de cinco estrofas de carácter cortesano con un estribillo (jarcha) de carácter picante.

Al-Ándalus tuvo una importancia excepcional como vía de transmisión a Occidente del pensamiento científico grecolatino y oriental, recuperado y enriquecido por sus propias aportaciones.

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