El final de la Guerra Civil
A finales de 1938 se produjo la ofensiva franquista sobre Cataluña, que fue el golpe decisivo contra la República. Franco opuso un ejército de 300.000 hombres experimentados y con muchos medios, contra un ejército republicano de 220.000 soldados, desmoralizado y falto de armamento. A finales de enero de 1939, Barcelona fue ocupada por las tropas de Franco, y pocos días después, Gerona. Unas 500.000 personas, incluidos Azaña y Negrín, se exiliaron a Francia. Negrín volvió en avión a España en enero de 1939, e instaló el gobierno en Elda y defendió una política de resistencia para alargar el conflicto delante del inminente estallo de una guerra mundial que permitiera a la República encontrar aliados. Otro golpe para la República fue el reconocimiento del gobierno de Franco por el Reino Unido y Francia en febrero de 1939. Al día siguiente, Azaña, en París, dimitió como presidente de la República. En Madrid, el coronel Casado, con dirigentes socialistas, de la CNT, de Unión Republicana e Izquierda Republicana, se revolvió contra el gobierno de Negrín. Pretendían negociar con Franco para conseguir una paz con garantías y sin represalias.