Guerra Civil
El 18 de julio de 1936, los militares se sublevan contra la Segunda República, gobernada por el Frente Popular. Tras la muerte del general S. Jurjo en 1936 y la de Mola en 1937, Franco lidera el bando rebelde con el apoyo de las tropas marroquíes, Hitler, Mussolini y de la Iglesia. Así, Franco consigue la jefatura del partido único que es la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, además del título de generalísimo y en enero de 1938, logrará ser jefe del estado y del gobierno, acumulando todo el poder. En abril de 1939 termina la guerra.
Ideología
El militarismo es la característica principal del franquismo: los militares son los que se revelan contra la Segunda República, los que ganan la guerra civil a través del orden y la disciplina. Se da un culto a la personalidad del líder que adopta los títulos de ‘generalísimo’ y ‘caudillo’. Franco, a través de la propaganda, se erige como salvador de la patria que, en su opinión, estaba en decadencia. Así aparece un régimen autoritario que solo responde ante ‘Dios y la historia’ y que utiliza una fuerte represión para eliminar a los opositores. El Estado policial va en contra del estado de derecho, la libertad de expresión y la de reunión, destacando la Ley de Responsabilidad Política de 1939, la cual obliga a muchos republicanos a abandonar España o a trabajar para el régimen. De la misma manera, aparece la censura, los tribunales de excepción y el Tribunal de Orden Público. El nacional-catolicismo es un elemento clave del franquismo. A través de este fundamentalismo religioso, España es igual a catolicismo y este argumento se utiliza como instrumento para unir a las derechas y para ganarse al pueblo llano. Franco aparece como un hombre providencial elegido por Dios para salvar a España en una nueva cruzada. También hay un nacionalismo esencialista donde se habla de una unidad histórica que es el concepto falangista de nación española y conlleva una unidad de destino. También es un nacionalismo centralista en contra del autonomismo republicano. Es un régimen totalitario ya que encuadra al individuo, negando su libertad. El estado prevalece y organiza totalmente la vida de las personas, siendo su herramienta el corporativismo fascista. Económicamente, se toma del JONS un nacional-sindicalismo teórico. Políticamente, hay un partido único (FET y JONS) y democracia orgánica basada en la elección indirecta y en los órganos o corporaciones ‘naturales’ de la sociedad (familia, municipio, sindicato).
Leyes Fundamentales
El franquismo, para institucionalizar el régimen personal, realiza unas leyes. El Fuero del Trabajo en 1938 realizaba un encuadramiento laboral de la población a través de un sindicato único, obligatorio y vertical. La Ley Constitutiva de las Cortes se produce en 1942 cuando el nazismo deja de conquistar territorio en la Segunda Guerra Mundial. El Fuero de los Españoles de 1945 establece una serie de derechos limitados dentro de un sistema autoritario y confesional. En 1947 se aprueba la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, convirtiendo a España en una monarquía por su tradición y además, Franco es nombrado jefe vitalicio del Estado. La Ley Orgánica del Estado de 1966 sirvió para separar los cargos de jefe, pero esto no se cumple hasta 1973 por la enfermedad de Franco.
Apoyo Social
Lo más importante es el ejército, donde Franco consigue fidelidad y asesoramiento durante todo su régimen. El apoyo ideológico lo consigue de la Falange y de la Iglesia. Franco utiliza la Falange para conseguir un discurso y unos seguidores. La Iglesia es la gran legitimadora del régimen, consiguiendo un estado confesional, poder económico y social. Franco creó una clase media que destaca por su falta de conciencia política, que aceptaban la falta de libertades políticas a cambio de bienestar económico. Por último, tuvo el apoyo del campesinado católico, conservador y tradicional del norte y centro de España.
Años 40, Posguerra
La característica principal es la represión, ya que se producen ejecuciones, denuncias y venganzas. En las relaciones exteriores aparecen 3 etapas. La primera tiene que ver con la alianza con el Eje que irá desde el tratado con Alemania en 1939, mediante el cual Serrano Suñer y Franco mandan a la División Azul a combatir contra la URSS. La neutralidad en la Segunda Guerra Mundial empieza en 1942, que no evita el aislamiento internacional debido a la condena de la ONU y a la retirada de embajadores de España tras la Segunda Guerra Mundial. A finales de la década, España comienza a abrirse al mundo gracias a la Argentina de Perón y a los países árabes. Económicamente, el Estado franquista es autárquico debido a su nacionalismo y aislamiento internacional. Es un sistema que pretende ser autosuficiente pero fracasa por la gigantesca burocracia y por la corrupción. El intervencionismo se ve en la utilización de la cartilla de racionamiento que pretende suministrar a una población diezmada por la guerra alimentos de primera necesidad a bajo precio pero que genera un mercado negro. En cuanto a la oposición política, distinguimos 3 tipos. La militar, donde los republicanos españoles realizan un ataque guerrillero por el Valle de Arán que fracasa. La monárquica, donde Don Juan de Borbón afirma en el manifiesto de Lausana que la corona es ‘reconciliadora y constitucional’, pero en 1948 acepta que su hijo sea educado por el dictador. El movimiento obrero, por su parte, va a intentar aprovechar en 1947 el aislamiento internacional para realizar una huelga que va a ser muy seguida en la industria vizcaína.
Años 50, Apertura
La causa de esta apertura es la Guerra Fría. Así, en 1953 España firma acuerdos con EEUU y con el Vaticano. Estados Unidos, que había sido enemigo histórico de España y de la Falange, va a dar ayudas económicas y, a cambio, consigue bases militares como la de Rota. En 1953 realiza el Concordato con el Vaticano mediante el cual la Iglesia tiene jurisdicción propia, sueldo a cargo del Estado y derechos en la educación, creándose un sentimiento de dependencia hacia el régimen. Económicamente, a los años 50 se les conoce como el ‘decenio Visagra’ ya que se adoptan ciertas medidas liberalizadoras: el fin del racionamiento o la aparición de las horas extras. Las causas son las ayudas que recibe de Estados Unidos que inauguran un crecimiento hasta los años 70 donde se desarrolla sobre todo el turismo. En 1959, los tecnócratas del Opus Dei se hacen con los ministerios introduciendo en el régimen una modernización económica. A través de la austeridad y la devaluación, el régimen provoca la inversión extranjera. En cuanto a la oposición destaca el movimiento obrero, el estudiantil universitario y los nacionalismos. El nacionalismo periférico renace organizándose en 1959 Euskadi eta Askatasuna (ETA).