El Franquismo en España: De la A autarquía al Reconocimiento Internacional

La creación del Estado franquista: fundamentos ideológicos y apoyos sociales. Evolución política y coyuntura exterior. Del aislamiento al reconocimiento internacional y el exilio.

Creación del Estado franquista

Desde el final de la Guerra Civil, Franco estructuró el nuevo Estado a través de una serie de medidas:

  1. Confirmación definitiva del poder de Franco a través de la exaltación como Caudillo y como la máxima autoridad.
  2. Definición de los principios políticos e ideológicos del franquismo. Los tres pilares en los que se apoyó fueron:
    1. Nacionalpatriotismo: El ejército será el encargado de defender estos valores y mantener la unidad y uniformidad. Los militares ocuparán los altos cargos y controlarán la seguridad interior del país.
    2. Nacional Sindicalismo: La Falange. Franco tomó la Falange como base ideológica del nuevo régimen y a su líder José Antonio Primo de Rivera como mártir. Concebía el Estado como una organización corporativa con un partido único (el Movimiento Nacional) y un sindicato único (CNS) que englobaba a patrones y obreros. La labor de adoctrinamiento se extendió a través del Frente de Juventudes. En el campo se crearon las Hermandades de Labradores y Ganaderos.
    3. Nacionalcatolicismo: La Iglesia Católica tuvo un papel fundamental en la legitimación del régimen franquista.
  3. Establecimiento de las instituciones políticas. Franco definía su régimen como una»democracia orgánic». A su partido lo denominaba Movimiento Nacional, y al conjunto de leyes, Leyes Fundamentales. Promulgó cuatro leyes principales: Ley Constitutiva de las Cortes, Ley del Fuero de los Españoles, Ley del Referéndum Nacional y Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado.

Evolución política y coyuntura exterior

Durante la Segunda Guerra Mundial, Franco mantuvo relaciones excelentes con las potencias del Eje. Declaró a España neutral, pero no obstante dejó la puerta abierta a una futura intervención con la esperanza de participar en el reparto colonial de los imperios francés e inglés en caso de victoria. Hitler rechazó la oferta de Franco, y éste se vio obligado a cambiar de actitud, destituyó a Serrano Suñer y retiró la División Azul en 1943.

Terminada la guerra, España no fue admitida en la ONU ni en la Conferencia de Potsdam. Se acordó aislar a la dictadura franquista con el cierre de fronteras, y en 1946 se retiraron los embajadores extranjeros y no se hizo partícipe a España del Plan Marshall.

La Guerra Fría propició que el anticomunismo de Franco fuese visto como un activo por Estados Unidos.

Política económica, autarquía y recesión

Los años de este periodo fueron conocidos como los años del hambre. La política económica que impuso el régimen fue la autarquía, basada en la intervención y control de la economía por el Estado, quien fijaba los precios, la producción, el racionamiento, etc., y que perseguía la autosuficiencia.

El Estado creó empresas como el INI e invirtió en proyectos desacertados que exigían grandes inversiones y pocos beneficios. Los rendimientos agrícolas descendieron y la producción industrial también. El comercio exterior no existió por el bloqueo internacional, excepto con Argentina. La falta de ingresos obligó a emitir deuda pública que los bancos compraban obligatoriamente. La inflación aumentó por el desajuste entre los salarios y los precios.

Del aislamiento al reconocimiento internacional (1950-1959)

Al final de la Segunda Guerra Mundial se inicia la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS, lo que hizo que Estados Unidos viera el anticomunismo de Franco como un aliado en la Europa Mediterránea contra la expansión comunista. Resultado de ello fue la firma en 1953 del Tratado bilateral entre España y Estados Unidos que puso fin al aislamiento internacional del franquismo.

En 1952, Estados Unidos propició el ingreso de España en la UNESCO y en 1955 en la ONU y en el FMI. España permitió a Estados Unidos la instalación de bases militares, a cambio, España recibió ayuda económica.

A partir de la década de 1950 aparecen las primeras protestas de la oposición. Tuvieron lugar varios incidentes en la Universidad de Madrid entre estudiantes antifranquistas y falangistas, o la huelga de tranvías en Barcelona. Desde el punto de vista político, lo más importante fue el acceso al gobierno de algunos ministros del Opus Dei, que supuso los primeros pasos para la liberalización de la economía. Se aprobó la Ley de Principios del Movimiento Nacional. El fin del aislamiento internacional quedó expuesto en la visita que hizo a España Eisenhower, que significó el cambio de política de Norteamérica ante la Guerra Fría.

Evolución económica y social

En 1939, España era un país arruinado. La solución que dio el régimen fue la autarquía, que consistió en una política económica dirigida por el Estado, que era quien fijaba los precios, la producción, el racionamiento, etc., y que perseguía la autosuficiencia económica. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941.

A partir de 1950, se produjo un giro en la política económica. Se puso fin al racionamiento de alimentos. Estas medidas trajeron una cierta expansión económica y se superó la renta por habitante anterior a la Guerra Civil. Se puso en evidencia la necesidad de reformas estructurales en la economía. Finalmente, Franco permitió la entrada en el gobierno a un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron una política económica que se plasmó en el Plan de Estabilización, que dio lugar al periodo de desarrollismo económico.

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