1. La Creación del Estado Franquista
1.1. El Régimen Franquista: Un Estado Totalitario
El Estado franquista se basaba en el poder total de Francisco Franco, quien controlaba todos los poderes del Estado:
- Poder Ejecutivo: Representado por el gobierno presidido por Franco, formado por ministros designados por él mismo.
- Poder Legislativo: Representado por las Cortes, con diputados escogidos por Franco.
- Poder Judicial: Representado por los tribunales de la justicia.
El Estado franquista buscaba inculcar las ideas del régimen en todos los niveles de la sociedad, controlando:
- Medios de Comunicación: Controlados por el Estado.
- Cultura: Sujeta a la censura.
- Educación: Controlada por el régimen.
- Trabajadores: Controlados por el sindicato vertical único.
- Jóvenes: Controlados por el Frente de Juventudes.
- Mujeres: Controlados por la Sección Femenina.
- Oposición: Reprimida por la Policía Armada y la Guardia Civil.
El Franquismo fue un régimen sin constitución, cuya organización se fue regulando mediante una serie de Leyes Fundamentales:
- Fuero del Trabajo (1938): Reguló la organización laboral, prohibiendo las huelgas.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Reguló la representación popular.
- Fuero de los Españoles (1945): Reguló los derechos y deberes de los ciudadanos.
- Ley del Referéndum Nacional (1945): Reguló la celebración de algunas votaciones, creando un sistema de falsa democracia.
- Ley de Sucesión (1947): Reguló la jefatura del Estado, estableciendo a España como un reino sin rey y dando un poder vitalicio a Franco.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Reguló la ideología del régimen.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Reguló la organización del régimen.
2. Fundamentos Ideológicos y Apoyos Sociales (1939-1975)
2.1. Ideología del Franquismo
El franquismo se caracterizó por una ideología compleja y multifacética, con elementos:
- Anticomunismo: Consideraba a la izquierda, desde la extrema izquierda hasta la burguesía democrática, como un enemigo a combatir.
- Antiparlamentarismo: Identificaba la democracia parlamentaria con lo antiespañol y el marxismo.
- Nacionalcatolicismo: Se centró en el control por parte de la Iglesia de la vida social, la educación y la censura. También estaba presente en los medios de comunicación.
- Tradicionalismo: Exaltó los símbolos de la historia de Castilla.
- Militarista: El Ejército y la figura del militar estaban presentes en todos los ámbitos de la vida social.
- Fascista: El régimen tenía rasgos fascistas como los símbolos, uniformes, un partido único y la exaltación del líder.
El régimen franquista se definía por ser:
- Totalitario y dictatorial: Con un control absoluto del poder.
- Caudilllista: Con Franco como líder supremo.
- Centralista: Con un poder concentrado en el gobierno central.
- Nacionalista español: Con una fuerte identidad nacional española.
El régimen franquista fue un régimen represor que persiguió a la oposición y controló los medios de comunicación.
2.2. Apoyos Sociales al Franquismo
El franquismo contó con el apoyo de diversos grupos sociales:
- Falangistas: Dotaron al régimen de la ideología fascista. Dominaban la vida económica y social a través de organizaciones como el Frente de Juventudes, la Sección Femenina o la Organización Sindical.
- Militares: Muchos de los jefes sublevados fueron colaboradores de Franco.
- Católicos: Procedían de asociaciones de la Iglesia y del Opus Dei, suministrando ideología y dirigentes.
- Monárquicos: Los carlistas y juanistas. Aspiraban a restablecer una monarquía católica y autoritaria.
- Oligarquía terrateniente, industrial y financiera: Les apoyaron porque el franquismo eliminó la conflictividad obrera y les hizo recuperar sus empresas y propiedades.
- Clases medias rurales: Les apoyaron por su mentalidad tradicional.
- Clases medias urbanas, la burguesía, parte del campesinado y los católicos: Por su mentalidad tradicional.
- Jornaleros y obreros: No apoyaron inicialmente la dictadura, pero con el paso del tiempo parte de los trabajadores aceptaron el régimen (obreros apolíticos).
3. Evolución Política, Social y Económica del Régimen Franquista (1939-1975)
3.1. El Primer Franquismo (1939-1959): Autarquía y Aislamiento Internacional
La dictadura de Franco inició su andadura aliada con la Alemania nazi y la Italia fascista. Cuando se inició la Segunda Guerra Mundial, España se declaró neutral. En octubre de 1940, Franco y Hitler se entrevistaron en Hendaya, pero no llegaron a un acuerdo sobre las contrapartidas exigidas por Franco para participar en la guerra.
A partir de octubre de 1942, las derrotas alemanas en la guerra cambiaron la orientación del régimen; Franco intentó acercarse a los aliados e hizo que la simbología fascista desapareciese.
Entre 1945 y 1950, las potencias aliadas aislaron internacionalmente al franquismo por su apoyo a Alemania e Italia. Esto fue expresado en la resolución de la ONU de 1946 que acusaba de fascista al régimen de Franco. Tampoco se le permitió acceder al Plan Marshall.
Solo la importación de petróleo estadounidense y de trigo argentino permitió la supervivencia del régimen.
Durante los años 50, esta situación cambió ya que España pasó a ser reconocida internacionalmente como consecuencia de la Guerra Fría, que favoreció a la España de Franco y facilitó su reconocimiento.
En 1953, se produjeron dos acontecimientos decisivos en la ruptura del aislamiento:
- Firma de un acuerdo militar y económico con EEUU: Este acuerdo autorizaba a EEUU a establecer cuatro bases militares en España, lo que supuso el reconocimiento internacional del régimen franquista.
- Firma del Concordato con el Vaticano: Este acuerdo reafirmaba la alianza entre la Iglesia y el franquismo, lo que suponía un nuevo respaldo internacional.
En 1955, se produjo la admisión de España en la ONU, con la que acabó la fase de aislamiento internacional de la dictadura franquista.
En 1959, España entró a formar parte del FMI y del BM, y se programó una visita del presidente de EEUU a España.
Políticamente, el primer franquismo era un Estado de estilo fascista y nacionalsindicalista, predominando los ministros falangistas, militares y católicos. Tras la derrota nazi en 1945, la dictadura quiso mejorar su imagen aumentando la influencia de la Iglesia y el número de ministros católicos. Así se inició una etapa de nacionalsindicalismo en la que el colaborador más cercano de Franco fue Carrero Blanco.
A partir de 1945, las relaciones con los monárquicos se enfriaron con el Manifiesto de Lausana en el que Juan de Borbón declaraba su apoyo a una transición democrática.
Entre 1951 y 1959, creció la influencia católica y Carrero Blanco se consolidó como la mano derecha de Franco. En 1956, hubo protestas entre los universitarios, lo que obligó a Franco a introducir a los tecnócratas del Opus Dei en el gobierno liderados por López Rodó.
Los tecnócratas y Carrero Blanco desplazaron a los falangistas del poder y aumentaron la influencia monárquica. Los militares perdieron poder y se dio una mayor liberalización económica. Se mantuvieron la represión social, política y todos los elementos típicos de un régimen dictatorial.
Económicamente, el período entre 1939 y 1959 se conoce como autarquía. España era un país arruinado demográfica y económicamente, y la mayoría de la población padecía hambre. El régimen afrontó esta situación con la autarquía económica y con la intervención del Estado.
El objetivo era la autosuficiencia económica para fortalecer la independencia del país. La política autárquica actuó en tres ámbitos:
- Reglamentación del comercio exterior: El comercio exterior pasó a estar controlado por el Estado.
- Fomento de la industria de interés estratégico y de bienes de equipo: Se crearon empresas públicas y se nacionalizaron sectores indispensables. En 1941, se creó el INI para promover la política industrial. Se crearon empresas como Iberia, Endesa y Seat.
- Regulación de la producción, comercialización, precios y consumo de los productos agrícolas: Se controló la producción y distribución de alimentos.
Los resultados de la autarquía fueron nefastos, provocando un estancamiento económico por el colapso del comercio exterior, el descenso de la producción y consumo, y la disminución del nivel de vida de la población.
3.2. El Tardofranquismo y el Desarrollismo (1959-1973): Apertura y Crecimiento Económico
Los años 60 supusieron la legitimación internacional definitiva del franquismo. Se intentó modernizar la estructura política con una apertura sin cambios democráticos y con una reforma de las instituciones que asegurase su continuidad. Se inició un distanciamiento entre la Iglesia y el régimen. También resurgieron las tensiones nacionalistas y en 1959 se fundó ETA.
Económicamente, los años que van de 1959 a 1973 se conocen como los años del desarrollismo.
La primera acción económica fue el Plan de Estabilización en 1959, con el objetivo de poner fin al intervencionismo estatal y liberalizar la economía. Fue un éxito.
Entre 1964 y 1975, se pusieron en marcha los Planes de Desarrollo Económico y Social, con el objetivo de impulsar el crecimiento de la economía española. Fueron un fracaso.
En conjunto, el crecimiento español entre 1961 y 1973 fue elevado y constante.
3.3. El Final del Franquismo (1973-1975): Crisis y Muerte de Franco
Tras el asesinato de Carrero Blanco, en 1973 en un atentado de la ETA, Franco nombró presidente a Arias Navarro.
En enero de 1974 se constituyó un nuevo gobierno cuyos deseos provocaron las división del bloque franquista en dos sectores, los aperturistas, partidarios de pequeñas reformas desde dentro, y el búnker, sector inmoviliza e intransigente. El clima d inestabilidad política y de protesta ciudadana iba en aumento y la represión era cada vez más desproporcionada. El 1 de octubre e 1975 fue la última aparición pública de Franco, el 20 de noviembre muere dejando a España con grandes posibilidades de futuro, pero inmersa en una profunda crisis y con un régimen político que no era democrático.