El auge del imperialismo
1. Factores impulsores del imperialismo
La Segunda Revolución Industrial transformó la economía de las principales potencias europeas (Gran Bretaña, Bélgica, Francia, Alemania…). Aprovechando su superioridad económica, se lanzaron a la conquista.
1.1 Causas económicas y demográficas
El imperialismo tuvo motivaciones económicas: buscar nuevos mercados donde vender el excedente, comprar materias primas y productos coloniales, e invertir sus excedentes de capital con mano de obra barata. La población excedente estimuló la emigración.
1.2 Intereses políticos y estratégicos
Aumentar su prestigio y poder internacional. Las grandes potencias compitieron, y la rivalidad política y militar provocó conflictos internacionales, que acabarían desembocando en el estallido de la Primera Guerra Mundial.
1.3 Motivaciones ideológicas
La superioridad de algunas naciones y el derecho de estas a imponerse sobre otros pueblos. Misión civilizadora de los europeos que difundía por el mundo la educación, la cultura, la sanidad y la paz social. Estas posiciones desembocaban a veces en el racismo al considerar al hombre blanco superior.
2. Conquista, organización y explotación colonial
2.1 Exploración y conquista
Exploradores como Livingstone, Stanley y Brazza recorrieron y cartografiaron África central.
2.2 Organización colonial
Cuando la colonia ya estaba controlada militarmente, se procedía a organizar su administración política y económica.
Tipos de colonias:
- Colonias de explotación: territorios destinados a la explotación económica. Los colonizadores se apropiaban de las tierras. Además, la metrópoli poseía un monopolio sobre la explotación y el comercio de la colonia, y ejercía una verdadera política de ocupación.
- Colonias de poblamiento: por sus buenas condiciones climáticas o sus especiales riquezas, recibían numerosa población europea que había emigrado y se establecía en ellas de forma permanente (colonos). En el Imperio Británico eran llamadas dominios: Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudafricana.
- Protectorados: territorios en los que existían estados estructurados con reconocimiento internacional. Tras la ocupación europea, mantuvieron un gobierno indígena, pero la metrópoli impuso un gobierno paralelo que en la práctica dominaba el gobierno local. Por ejemplo, Marruecos fue repartido entre Francia y España, y Gran Bretaña estableció uno en Egipto, donde había participado en la construcción del Canal de Suez (1869).
3. Los grandes imperios coloniales
3.1 El reparto del mundo
La colonización del continente africano fue muy rápida. El choque de intereses entre las potencias rivales por el reparto de África impulsó la Conferencia de Berlín (1885), en la que se decidieron las normas y las zonas que ocuparían cada una. Gran parte del continente asiático fue ocupado por países deseosos de expandirse (Rusia, Estados Unidos, Japón). Las llamadas Guerras del Opio forzaron la apertura de algunos puertos del Imperio Chino al comercio.
3.2 El Imperio Británico
En África, los británicos intentaron formar un imperio continuo de norte a sur, que se extendió desde El Cairo hasta Ciudad del Cabo. La principal colonia británica fue la India, y para garantizar un territorio de seguridad se anexionaron Birmania, Afganistán y el Tíbet.
3.3 El Imperio Francés
El proyecto francés de ocupar en África un vasto territorio de este a oeste topó con los intereses británicos, lo que provocó un incidente militar (Fachoda) en el que se impusieron los británicos. Francia consolidó su dominio en Marruecos, Argelia y Túnez (África Occidental Francesa y Ecuatorial Francesa), y formaron la Indochina Francesa.
3.4 Otros imperios europeos
El rey de Bélgica Leopoldo II adquirió como propiedad privada una gran colonia que legó a Bélgica tras su muerte. Alemanes e italianos llegaron tarde: Alemania se estableció en Tanganica e Italia en Libia. Holanda en Indonesia, Portugal en Angola y Mozambique… Rusia en Asia, desde el Turquestán hasta Manchuria, y España en la zona del Golfo de Guinea, el Sáhara y el norte de Marruecos (Rif).
3.5 Los imperios extraeuropeos: Estados Unidos y Japón
Estados Unidos se expandió hacia el Pacífico, donde ocupó la posesión española de Filipinas, así como Hawái (1898). En el Caribe, expulsó a los españoles de Cuba y Puerto Rico (1898) y se apoderó de una franja de Panamá (construcción del canal transoceánico), de la República Dominicana y Nicaragua. Desde inicios del siglo XX, intervino en la elección de los gobiernos y en los asuntos internos de estos países, que quedaban sometidos a los intereses económicos de las grandes compañías estadounidenses. El expansionismo japonés fue el resultado de la modernización social y la industrialización del país en el período del emperador Meiji. Japón, apoyado por Gran Bretaña, detuvo el avance ruso en la provincia china de Manchuria y se anexionó las islas Kuriles, Corea y Formosa (Taiwán).
4. Las consecuencias de la colonización
Se introdujeron algunos avances que trastocaron las sociedades indígenas y generaron graves problemas, cuyas repercusiones llegan hasta nuestros días.
4.1 El impacto de la civilización europea
Se trazaron fronteras, se talaron bosques, se construyeron infraestructuras y se levantaron nuevas ciudades, lo que conllevó una profunda modificación del paisaje que no tuvo en cuenta las diferencias tribales, lingüísticas y religiosas de las poblaciones. También hubo un fuerte impacto demográfico: con la introducción de medidas higiénicas y la vacunación, la mortalidad descendió y la población aumentó. Se rompió el equilibrio entre recursos y población, y empezó a producirse una situación de subalimentación crónica. Los europeos levantaron escuelas y pretendían la aculturación (imposición). Los misioneros se encargaban de la educación y de las tareas sanitarias, y llevaban a cabo una obra de evangelización.
4.2 Las transformaciones económicas
Se impusieron los intereses económicos de los colonizadores, quienes contaban con la ayuda de los grupos aristocráticos y de la burguesía locales. Las condiciones de vida de la mayoría de los indígenas empeoraron. Muchas tierras pasaron a manos de colonizadores y se abandonaron cultivos tradicionales, que aseguraban la subsistencia de las familias indígenas. Se potenciaron las grandes plantaciones de productos que beneficiaban a la metrópoli. Los nativos debían trabajar en las plantaciones para subsistir y tenían que comprar los alimentos porque se impuso la economía monetaria y de mercado. La artesanía local se arruinó por la competencia de los productos industriales importados desde la metrópoli.
4.3 Los cambios sociales y culturales
Se trastocaron las formas de vida tribal y las jerarquías sociales tradicionales. Existía, además, una profunda segregación social e incluso racial. Las lujosas residencias, comida, ropa y diversión de los colonos contrastaban con la miseria de los poblados. Raramente ambos grupos se relacionaban. El impacto de la cultura occidental provocó una pérdida de identidad. Se impuso más en África, donde predominaban las culturas de tradición oral, que en Asia.