El Imperialismo: Un Fenómeno Global
A partir de ese momento se intensificó la injerencia económica británica. Este expolio originó reacciones nacionalistas, como la revuelta popular de los bóxers, que fracasaron. En Oceanía, los británicos poseían los dos territorios más importantes, Australia y Nueva Zelanda.
El Imperialismo de Estados Unidos
Las causas económicas son consecuencia directa del intenso proteccionismo europeo. Las crecientes dificultades arancelarias impuestas a la exportación de los productos americanos difundieron el convencimiento de que era necesario establecer relaciones privilegiadas con áreas que pudieran asegurar sus futuros mercados. En EE. UU., el imperialismo se sustentó sobre unas bases ideológicas que lo justificaban. La aplicación de la teoría de la supervivencia de las especies de Charles Darwin a las sociedades, alcanzó una notable difusión. La opinión mayoritaria defendió que el continente americano era su espacio natural de expansión y que EE. UU. podía intervenir en cualquier lugar para defender sus intereses. De este modo, la política expansión de EE. UU. se orientó hacia el Caribe y el centro y el sur del continente americano, con el objetivo de situar en sus islas unas bases navales que protegieran la ruta hacia los mercados potenciales en Asia. El colonialismo americano, a diferencia del europeo y del japonés, no se caracterizó por la conquista territorial, sino por la injerencia en los asuntos internos de los países y la sumisión económica de los gobiernos autóctonos a sus intereses.
El Expansionismo Japonés
Como consecuencia de la revolución Meiji, Japón inició un proceso de modernización económica. El Estado fue el principal impulsor del desarrollo económico con el objetivo de convertir a Japón en una potencia industrial. Los sucesivos gobiernos orientaron el expansionismo exterior hacia la ribera asiática del Pacífico, con el fin de abastecerse de alimentos para su creciente población y de las materias primas para su industria textil, con el propósito de defenderse del poder de China y Rusia, al que inicialmente prestaron apoyo las potencias occidentales para frenar el poder de China y Rusia. Japón intervino en la península de Corea, pero en realidad vasallo de China. La victoria de Japón se tradujo en su control de Formosa, en el extremo sur de Manchuria, a la que fue obligado a renunciar por las presiones occidentales. El expansionismo nipón se enfrentó con los rusos en Manchuria. Japón se consolidó como una potencia imperialista, en la zona asiática del Pacífico.
La Administración Colonial
La extensión de los imperios, su lejanía de la metrópoli y la diversidad social de su población empujaron a las metrópolis a crear sistemas específicos de gobierno, podemos distinguir dos tipos diferentes de colonias:
- Las colonias de explotación tenían escasa población emigrada de la metrópoli, y se centraban en la explotación sistemática de sus recursos.
- Las colonias de poblamiento contaban con un fuerte contingente de población europea emigrada que gozaba de los mismos derechos y privilegios que los metropolitanos y se imponía a la población indígena.
El imperio británico fue el que implantó un modelo de organización administrativa que se generalizó al resto de los imperios coloniales. Las colonias según el tipo de gobierno impuesto por la metrópoli, se dividieron en:
- Las colonias, no tenían gobierno propio y dependían directamente de la administración metropolitana, que ejercía una verdadera política de ocupación. La autoridad solía estar en manos de un gobernador, que constituían una auténtica élite dirigente.
- Los protectorados, en los que subsistía y actuaba un gobierno indígena que era respetado formalmente por la administración metropolitana. En la práctica, la metrópoli creaba e imponía un gobierno paralelo y dominante que ejercía las funciones de defensa y representación exterior.
- Los dominios, territorios con escasa población indígena, en los que la minoría blanca dispuso de un gobierno y de un sistema parlamentario propio, aunque mantenían relaciones de dependencia con la metrópoli.
- Los mandatos nacieron después de la Primera Guerra Mundial para administrar los territorios dependientes de las potencias perdedoras de la contienda.
Las Consecuencias para los Pueblos Colonizados
Desde el punto de vista económico, la situación empeoró para la mayoría de la población. Se produjo un proceso de expropiación de tierras, que pasaron a manos de colonizadores. Se abandonaron los cultivos tradicionales, y se potenciaron las plantaciones, implantando un monocultivo extensivo.
En el orden demográfico, la introducción de nuevas vacunas, de medidas higiénicas y la construcción de hospitales permitieron reducir la mortalidad y aumentar la población. El aumento de habitantes rompió el equilibrio población-recursos y empezaron a producirse problemas de abastecimiento de alimentos que dieron lugar a una situación de subalimentación crónica.
La estructura social cambió. Se desorganizó la vida tribal y el antiguo sistema de jerarquías sociales. Igualmente, unidades étnicas fueron divididas o unidas de manera artificial y, de esta forma se rompieron etnias y se forzó la convivencia de grupos enfrentados. Por último, los europeos favorecieron a determinadas élites a cambio de su fidelidad.
En el ámbito cultural, el impacto de la cultura occidental, les hizo perder una buena parte de su identidad y perturbó sus creencias y tradiciones, en beneficio de las lenguas, las creencias y los modos de vida occidentales.