El Imperio austrohúngaro en 1940

Francia:


Luis Napoleón Bonaparte fue elegido en 1848 presidente de la II República, realizó un Golpe de Estado en 1851, con el apoyo de los sectores más conservadores. En 1852 proclamó el II Imperio francés y se coronó emperador.
Su mandato se caracterizó por tener un poder personalista basado en el orden, el crecimiento económico y la persecución de la oposición. La buena circunstancia económica permitíó una cierta paz social: se hicieron grandes obras públicas (ferrocarril) crecíó la industria y se promulgaron leyes para proteger a los obreros. Pero las diferencias sociales y  la falta de libertades mantuvieron una fuerte oposición a su mandato. También emprendíó una política exterior intervencionista que terminó con la declaración de guerra a Prusia. La derrota francesa en Sedán frente a Prusia (1970) provocó la caída del Imperio de Napoleón III y la proclamación de la República. La III República francesa tenía dos cámaras legislativas el Senado y la Asamblea, y un presidente electo con pocos poderes. En este periodo se impulsó la democratización política. El asunto internacional que dividía a la opinión pública francesa eran las relaciones con Alemania, muy conflictivas por la pérdida de Alsacia y Lorena.

Austria-Hungría:

En el Imperio austríaco, tras la revolución de 1948, se vlció a reafirmar una monarquía autoritaria. En 1867 el emperador Francisco José se convirtió en rey de Hungría para solucioanr las nacionalidades del Imperio. El emperador nombraba a los ministros de Asuntos Exteriores, de Guerra y de Finanzas, mientras que cada uno de los reinos tenían un gobierno. En Austria, la Constitución reconocía las libertades públicas y se constituyó un parlamento elegido por sufragio censitario. De este modo el gobierno solo era responsable ante el emperador. En Hungría, el sistema era más restrictivo y los nobles controlaban los poderes legislativo y ejecutivo. El acuerdo de la monarquía dual solo daba solución al problema húngaro, pero dejaba sin resolver las aspiraciones nacionales del resto de pueblos del Imperio. A esto se le unía el conflicto generado en los Balcanes por la desintegración del Imperio Turco. Desde principios del S.XIX, los movimientos nacionalistas habían conseguido desmembrar su territorio como Grecia en 1820 y posteriormente Rumanía o Bulgaria. El Imperio Austro-Húngaro pretendía influir en esa regíón y ampliar su espacio.. En 1878 ocupó los territorios eslavos de bosnia. Gran parte de las alianzas y  problemas que condujeron a la Primera Guerra Mundial tuvieron su origen en tensiones generadas en la zona de los Balcanes del Imperio austrohúngaro.

La Rusia Zarista:

Su fuerza era sólo aparente al presentar grandes desequilibrios. Grandes zonas del Imperio estaban deshabilitadas, la población se encontraba en el oeste, su economía era esencialmente rural y estaba constituido por gran número de nacionalidades, lenguas y religiones Rusia era un gran Imperio tradicional que a finales del S.XIX manténía una monarquía absoluta en la que el zar tenía el poder autocrático que provénía de Dios. Gobernaba por decreto y ninguna institución controlaba ese poder. El zar se sustentaba en cuatro grandes instituciones: una administración con poderosa burocracia, un ejército dirigido por la nobleza, una policía que se encargaba de mantener el orden público, y la Iglesia ortodoxa, que tenía gran influencia en la población y que bendecía al zar y a la sociedad estamental. En Rusia existía una poderosa aristocracia que poseía inmensos territorios en los que se manténía una estructura rural y señorial, al margen de las transformaciones europeas. Los campesinos no podían abandonar las tierras y eran vendidos con ellas. Cultivaban parcelas cedidas por señores y debían pagar censos en trabajo y en dinero. Con la llegada al poder del zar Alejandro II, y ante la grave situación económica, se iniciaron una serie de reformas en la administración, en la enseñanza, y en el ejército. Las reformas de Alejandro II: La reforma más importante del Alejandro II fue la abolición de la servidumbre en 1861 pero los campesinos quedaron decepcionados porque podían comprar tierras pero a la mayoría les era imposible pagar esas cantidades lo cual generó una nueva burguésía rural (kulaks). Mientras otros campesinos quedaron en la miseria (mugics) y tuvieron que emigrar a ciudades. Alejandro II impulsó la industrialización y la construcción del ferrocarril. De este modo se recurríó a las inversiones extranjeras provocando una rápida industrialización del país

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