El Imperio Español: Descubrimiento, Conquista y Gobierno

Descubrimiento de América

Cristóbal Colón en 1482 presentó en Lisboa su proyecto de viajar a las Indias por occidente, y fue rechazado por los gobernantes portugueses. Desengañado, Colón se dirigió a Castilla. Tras una negociación, el 27 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe. En ellas se concedían a Colón, entre otras cosas, los títulos de virrey, gobernador y almirante en las tierras y mares que descubriera, y el 10% de los beneficios que se obtuvieran. Su viaje fue financiado por la Corona. El 3 de agosto de 1492 partieron y el 12 de octubre llegaron a las Bahamas y tuvieron contacto con los indígenas. Durante varias semanas exploraron las islas y siguieron ruta por las islas de Cuba y Santo Domingo. En septiembre de 1493 inició un nuevo viaje con el objetivo de colonizar y evangelizar a los indios.

Gobierno y administración de América

La conquista se realizó mediante expediciones particulares en las que los conquistadores firmaban unas capitulaciones con la Corona primero, y más tarde con sus gobernadores. En ellas se fijaban los objetivos y el reparto del botín. Los colonos se adueñaron de la tierra y obligaron a los indios a trabajarla mediante el sistema de encomiendas. Los conquistadores fueron creando ciudades según avanzaban en la exploración del territorio, habitadas por colonos castellanos. Desde 1502 la Corona estableció gobernadores que fueron los que lanzaron las expediciones de conquista al continente. En 1524, por otro lado, se organizó el Consejo de Indias, encargado de todos los asuntos relacionados con América. Una vez terminado el proceso de conquista la América española se dividió en dos grandes virreinatos: de Nueva España y del Perú. Los virreyes eran la máxima autoridad en América. Por debajo de ellos estaban las Audiencias, órgano administrativo y tribunal de justicia.

Imperio de Carlos V: Conflictos Internos, Comunidades y Germanías

Las revueltas más importantes se produjeron al comienzo del reinado de Carlos I. El conflicto de las Comunidades surgió como un movimiento de las ciudades en las Cortes castellanas, encaminado a ejercer el control sobre la monarquía y la nobleza. También aparece como protesta contra la consejería extranjera de Carlos I ya que los gastos imperiales eran sufragados con dinero castellano. A la vez los campesinos castellanos se levantaron contra el régimen de la propia nobleza. El caso de las Germanías de Valencia y Mallorca se trató de un conflicto más social que político. Comenzó en 1520 como la rebelión de los artesanos urbanos y pequeños propietarios rurales, que intentaron tomar el poder de las ciudades, controlado hasta entonces por la nobleza y familias burguesas más adineradas. Ambos movimientos tuvieron como colofón la derrota de los sectores burgueses y el refuerzo del poder de la monarquía aliada con la alta nobleza.

Modelo político de los Austrias

Los Austrias mantuvieron la organización política heredada de los Reyes Católicos. La política quedó exclusivamente en manos de los reyes, lo que no significa que los nobles no tuvieran responsabilidades. Tanto Carlos V como Felipe II convirtieron Castilla en la sede de su gobierno. En los demás reinos se hacían representar por virreyes o por gobernadores, como en los Países Bajos. Cargos representados por altos funcionarios o miembros de la familia real. Para asesorar al monarca en la toma de decisiones estaban los Consejos, formados en su mayoría por altos funcionarios, pero también por miembros de la nobleza y de la Iglesia. Por debajo de esta administración central permanecía la administración territorial compuesta por las mismas instituciones y funcionarios del pasado: Chancillerías y Audiencias para impartir justicia; corregidores para el control de las ciudades; recaudadores de impuestos; regidores, etc.

Austrias S. XVII: Gobierno de Validos y Conflictos Internos

La principal novedad introducida por los Austrias fueron los validos, personaje casi siempre miembro de la aristocracia en el que el rey depositaba su confianza entregándole las principales decisiones del gobierno. Pero la mayoría de los validos intentaron gobernar al margen de los Consejos, mediante juntas reducidas compuestas por sus propios partidarios, apartando a sus enemigos de los puestos importantes. La corrupción fue en aumento y aprovecharon el apoyo del rey para controlar la concesión de cargos, posiciones, etc. La oposición a los validos la conformaron los letrados que formaban los Consejos y los miembros de la aristocracia que no eran parte de la corte, por pertenecer a facciones enfrentadas al valido de turno. Otra novedad introducida por los validos fue la cuenta de cargos que iría desde regidores de las ciudades, escribanos y otras funciones menores.

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