El Liberalismo en España: De la Guerra de la Independencia a la Revolución de 1868

El Liberalismo en España

Orígenes y Desarrollo

El liberalismo es una filosofía política que surgió en el siglo XIII y alcanzó su apogeo en el siglo XIX. Se basa en el racionalismo y defiende la libertad individual. En España, el liberalismo se introdujo durante la Guerra de la Independencia (1808-1814).

El Estatuto de Bayona y la Constitución de 1812

Durante la Guerra de la Independencia, José I Bonaparte promulgó el Estatuto de Bayona (1808), que establecía a España como un país católico con poderes concentrados en el rey. Sin embargo, la Constitución de 1812, aprobada por las Cortes de Cádiz, proclamó la soberanía nacional, la división de poderes y los derechos individuales.

El Reinado de Fernando VII y el Trienio Liberal

Tras la derrota de Napoleón, Fernando VII restauró el absolutismo. Sin embargo, los pronunciamientos militares (levantamientos del ejército) obligaron al rey a jurar la Constitución de 1812 en 1820, dando inicio al Trienio Liberal (1820-1823). Durante este periodo, se restauraron las reformas de Cádiz, pero la oposición de la monarquía y el descontento popular llevaron a su fin con la intervención de la Santa Alianza.

La Década Ominosa y la Primera Guerra Carlista

La Década Ominosa (1823-1833) fue un periodo de represión absolutista. El nacimiento de Isabel en 1830 provocó un conflicto dinástico, ya que la ley sálica impedía su acceso al trono. Los carlistas, partidarios del hermano de Fernando VII, Carlos, se negaron a aceptar a Isabel como reina, dando inicio a la Primera Guerra Carlista (1833-1840).

El Estatuto Real y la División de los Liberales

Tras la muerte de Fernando VII, María Cristina asumió la regencia hasta la mayoría de edad de Isabel. Se creó un Consejo de Gobierno y se promulgó el Estatuto Real (1834), que establecía una monarquía constitucional limitada. Los liberales se dividieron en moderados y progresistas.

El Gobierno Progresista y las Reformas Liberales

Los progresistas, liderados por Calatrava, restablecieron la Constitución de 1837, que proclamaba los principios del progresismo. Se llevaron a cabo importantes reformas liberales, como la disolución del régimen señorial, la desvinculación y la desamortización.

El Gobierno Moderado y la Constitución de 1845

Los moderados, liderados por Narváez, aprobaron la Constitución de 1845, que restringía el sufragio y fortalecía el poder de la monarquía. El modernismo pretendía consolidar el Estado liberal bajo los principios de centralismo, uniformidad y jerarquización.

La Crisis Política y la Revolución de 1854

Los gobiernos moderados no lograron dar estabilidad política. La descomposición interna del partido y el descontento general llevaron a la Revolución de 1854. Otras opciones políticas surgieron, como el partido demócrata, el republicanismo y la Unión Liberal creada por O’Donnell y Serrano.

La Revolución de la Gloriosa

O’Donnell dimitió y la reina entregó el poder a los moderados. Los unionistas se opusieron al gobierno y O’Donnell fue exiliado. Finalmente, Isabel II fue derrocada en la Revolución de la Gloriosa (1868) y se exilió.

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