El camino hacia la guerra: el Pacto Germano-Soviético
La anexión de Checoslovaquia puso en evidencia el **fracaso de la política de apaciguamiento** practicada por Reino Unido y Francia, que cambiaron de actitud. Las dos potencias acordaron ofrecer garantías a los Estados amenazados por el expansionismo germano-italiano.
Ante las exigencias de Hitler sobre Danzig y el *corredor polaco*, Reino Unido y Francia declararon su apoyo a la independencia de Polonia e iniciaron un acercamiento a la URSS. Pero las negociaciones se vieron entorpecidas por los recelos polacos a que las tropas soviéticas pudiesen atravesar su territorio en caso de un ataque alemán y la desconfianza entre los soviéticos y los franco-británicos. Además, paralelamente, los soviéticos estaban negociando en secreto con los alemanes.
El 23 de agosto de 1939 se firmó el **Pacto Germano-Soviético de no agresión**, por el que ambos países dejaban de lado temporalmente sus conflictos y diferencias ideológicas. Hitler quería evitar una guerra en dos frentes en caso de conflicto con Francia y Reino Unido, asegurándose la neutralidad de la URSS. Stalin justificó el acuerdo por el *temor al expansionismo alemán* y con el fin de evitar el aislamiento y prevenir una posible agresión alemana. Dicho pacto contenía además un **protocolo secreto** por el que se preveía el reparto de Polonia entre alemanes y soviéticos, así como el reconocimiento de los derechos de la URSS sobre Finlandia, los países bálticos y Besarabia.
Respaldada por el pacto, el 1 de septiembre **Alemania invadió Polonia**. Pero esta vez Reino Unido y Francia no cedieron y el día 3 declararon la guerra a Alemania. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial.
El expansionismo de Japón
Otro de los escenarios de la crisis de las relaciones internacionales de los años treinta del siglo XX fue Asia y el área del Pacífico.
Japón estaba muy afectado por la crisis económica de los años treinta y se lanzó a una política expansionista en China como remedio a sus graves problemas. En 1931 ocupó militarmente **Manchuria** y en 1932 anunció la constitución de un Estado satélite, **Manchukuo**. Las potencias apenas reaccionaron.
Entre 1932 y 1937, ante la falta de respuesta internacional, Japón se dispuso a **conquistar China y todo el sudeste asiático**. En 1937, aprovechando un incidente en Pekín, dio un ultimátum al Gobierno chino e inició la conquista de su *territorio*. Británicos y estadounidenses se limitaron a emitir protestas formales y abandonaron China, mientras que la Sociedad de Naciones ni declaró Estado agresor a Japón ni le impuso sanciones.
El desarrollo de la Segunda Guerra Mundial
Al inicio de la guerra las fuerzas enfrentadas mostraban una clara supremacía del Reich, pese a que Reino Unido y Francia eran superiores en población y recursos económicos. En el caso de las fuerzas terrestres, las divisiones de infantería alemanas sobrepasaban ampliamente a las de Reino Unido, Francia y Polonia. Alemania también demostró su predominio en las fuerzas aéreas.
No obstante, la maquinaria de guerra alemana se resintió de algunos fallos, como las carencias en hierro, gasolina, caucho y otras materias primas, que obligaron a Alemania a buscar fuentes de aprovisionamiento. Estas carencias fueron muy importantes para el desarrollo posterior del conflicto.
Las innovaciones técnicas y la táctica militar
Durante la Segunda Guerra Mundial se registraron grandes cambios en la táctica militar. Hitler y su Alto Estado Mayor eran conscientes de que la guerra tenía que ser corta y diseñaron la llamada **guerra relámpago** (*Blitzkrieg*). Esta táctica buscaba alcanzar un éxito rápido mediante la penetración en el territorio enemigo usando carros de combate, apoyados desde el aire por la aviación. Esta estrategia constituyó el elemento sorpresa y explica la superioridad del ejército alemán hasta 1941.
Los ejércitos aliados pensaban en una guerra similar a la Primera Guerra Mundial, que se había basado en el avance de la infantería y la lucha en trincheras, y no estaban preparados para esta nueva táctica. Por eso, solo pudieron pasar a la ofensiva cuando la guerra se alargó, con lo que el potencial económico y demográfico se convirtió en un factor fundamental para seguir fabricando armamento y ampliando el ejército.
Otras innovaciones importantes fueron la **aplicación de los avances científico-técnicos** (el radar británico, los sistemas de bombas dirigidas alemanas y la energía atómica por parte de Estados Unidos) y la **construcción de nuevas armas** (el desarrollo del tanque y de las unidades mecanizadas, de la aviación y de potentes portaaviones).