El País Vasco durante la Guerra Civil y el Franquismo

1. El exilio

Tras el estallido del conflicto, se produjeron movimientos de población reseñables, especialmente hacia Francia. El primer éxodo importante tuvo lugar durante la campaña de Guipúzcoa (septiembre de 1936), con la huida de mujeres y niños. La primera expedición infantil se produjo en marzo de 1937, desde Bermeo a San Juan de Luz. Tras los bombardeos de Durango y Guernica, el Gobierno Vasco organizó la evacuación a gran escala de la población civil, con el apoyo de Gran Bretaña y Francia. Las últimas evacuaciones se produjeron desde Santander y Asturias tras la caída del cinturón de hierro de Bilbao.

2. El franquismo en el País Vasco: crecimiento económico y cambio social

Los años de postguerra fueron económicamente duros debido a la destrucción de la guerra y la política autárquica. Sin embargo, en los años 40 hubo un débil crecimiento industrial y económico, y en los 50 una reindustrialización. El País Vasco seguía siendo una de las principales zonas industrializadas de España.

El control económico lo ejerció la alta burguesía vasca. Con el Plan de Estabilización de 1959 se abandonó la autarquía y se inició el desarrollismo, con resultados positivos y negativos. Se reforzó la industrialización y surgieron nuevas áreas industriales. Nació el movimiento cooperativo en Mondragón y se expandieron Caja Laboral y Eroski.

Hubo un fuerte crecimiento demográfico gracias a la inmigración y a las altas tasas de natalidad. Creció también la clase obrera, provocando problemas sociales y ciudadanos como escasez de viviendas, carencia de servicios y construcción de nuevos barrios obreros sin equipamiento básico.

3. La oposición antifranquista

La oposición al franquismo fue débil, pero comenzó a fortalecerse. El movimiento opositor tradicional se articuló en torno al relevo generacional, la infiltración en el sindicato oficial, el cooperativismo y las huelgas.

Un nuevo intento de reacción fue el Congreso Mundial Vasco (1956), que reivindicó el Estatuto Vasco y el Pacto de Baiona. Sin embargo, tuvo un éxito relativo debido a las discrepancias surgidas.

La Iglesia en el País Vasco estuvo controlada por el Régimen Franquista, pero algunos sacerdotes y religiosos eran proclives al nacionalismo. A partir de los años 60, adquirió una postura militante y nacionalista.

La lentitud de reacción del PNV motivó la aparición de EKIN (1950), que en 1959 se autodisolvió para formar ETA. En sus primeros años, ETA se dedicó a realizar pintadas y colocar explosivos.

4. La crisis de la Dictadura en el País Vasco

Los años finales del Franquismo avivaron la oposición en la sociedad vasca. Los partidos políticos trataron de reorganizarse, pero los republicanos quedaron inoperantes y los socialistas sufrieron tensiones internas. Los comunistas mantuvieron la lucha a través del»maqui».

En el nacionalismo vasco tuvo lugar un relevo generacional e ideológico, con la escisión de las bases del PNV y la fundación de ETA. El»Juicio de Burgo» (1970) internacionalizó la organización. La Iglesia acentuó su crítica, siendo su momento álgido el conflicto con el Obispo de Bilbao, don Antonio Añoveros.

El Movimiento obrero amplió la protesta social, política y económica, con la incorporación de UGT, USO y ELA, junto al PCE y PSOE.

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