El Régimen Político de la Restauración y sus Fundamentos Sociales
La Restauración fue un extenso período que abarcó los reinados de Alfonso XII, la Regencia de María Cristina de Habsburgo y parte del reinado de Alfonso XIII. Este nuevo sistema político se inició tras el golpe de estado de Arsenio Martínez Campos en Sagunto y supuso no solo el restablecimiento de la monarquía borbónica, sino también la restauración del liberalismo doctrinario, un liberalismo moderado que permitió que el poder político estuviera en manos de la burguesía conservadora.
Antecedentes y Ascenso de Cánovas del Castillo
Si bien Arsenio Martínez Campos precipitó la llegada de Alfonso XII con su acción, fue Antonio Cánovas del Castillo quien había preparado el terreno desde el Sexenio Democrático. La situación que vivía España se caracterizaba por:
- Fragilidad e incapacidad de la república para resolver los conflictos.
- Pasividad y debilidad de la oposición social a la restauración.
- Apoyo de grupos sociales que buscaban el orden y la estabilidad.
Cánovas, contando con estos apoyos, preparó la llegada al trono de Alfonso XII. Redactó el Manifiesto de Sandhurst, en el que se presentaba a Alfonso XII como el rey de todos los españoles. Para llevar a cabo su proyecto, necesitaba:
- Un partido conservador liderado por él mismo.
- Diseñar un nuevo sistema político basado en el poder compartido y en el turno pacífico de partidos que defendieran la monarquía.
Consolidación del Régimen y la Constitución de 1876
Tras el golpe de estado y la dimisión del gobierno republicano, Cánovas comunicó a Alfonso XII su proclamación como rey y desde el primer momento tomó diversas medidas para restablecer la autoridad de la Corona. Nombró a gobernadores y alcaldes monárquicos, decretó medidas de represión contra la oposición y buscó ganarse el favor de la Iglesia y de los líderes progresistas y demócratas.
Además, inició una política de pacificación que tuvo como resultado el fin de la guerra carlista y de la guerra en Cuba. Sin duda, la labor más importante de este primer gobierno fue la convocatoria a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino para dar legitimidad al nuevo régimen. La labor de estas Cortes fue la redacción de una nueva constitución, que fue el marco de actuación de todo el período.
La Constitución de 1876 fue un texto flexible con el objetivo de permitir gobernar de manera estable a los partidos que aceptaran el sistema, aunque su inspiración era claramente conservadora. En ella se recogía:
- Declaración de derechos y deberes.
- Principio de soberanía compartida entre las Cortes y el rey.
- División de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
- Centralismo administrativo.
- Confesionalidad católica del Estado.
El Turno de Partidos y su Funcionamiento
Para conseguir la estabilidad política, se hacía necesaria la alternancia pacífica en el poder. Ello se logró a través del turno de partidos. Dos partidos, el Conservador y el Liberal, considerados como partidos dinásticos, eran los que participaban en la alternancia política. Esta alternancia significó el fin del exclusivismo y la eliminación del recurso al pronunciamiento militar o la insurrección.
El Partido Conservador, liderado por Cánovas del Castillo, se basaba en la defensa del orden social, la monarquía y la propiedad. El Partido Liberal, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, defendía las libertades amplias, el sufragio universal, la libertad religiosa y la libertad de cátedra.
El turno de partidos se puso en marcha cuando Sagasta sustituyó a Cánovas en el gobierno, pero la consolidación definitiva tuvo lugar tras la muerte de Alfonso XII y la firma del «Pacto del Pardo». Desde este momento y hasta la Primera Guerra Mundial se mantuvo sin complicaciones. El funcionamiento del turno de partidos era el siguiente:
- Cuando el partido en el poder se veía sometido a fuertes presiones internas, el rey llamaba a gobernar al otro partido.
- El rey otorgaba al nuevo presidente del gobierno el decreto de disolución de las Cortes. Se preparaban nuevas elecciones que se manipulaban para que el resultado satisficiera al nuevo gobierno y respetara a la oposición.
El funcionamiento del sistema descansaba en dos condiciones pactadas:
- La implicación de la Corona en el sistema político como árbitro de los partidos.
- El falseamiento electoral, que era el único medio para crear las mayorías parlamentarias necesarias en cada momento.
Manipulación Electoral y Caciquismo
Esta manipulación electoral se conseguía con dos mecanismos: el encasillado y el pucherazo.
- **Encasillado:** las fuerzas políticas negociaban y se repartían los distritos electorales entre los partidos dinásticos.
- **Pucherazo:** era la manipulación o cambio de los resultados electorales para ganar las elecciones.
Toda esta manipulación era posible por la existencia del caciquismo, una relación política que se establecía entre una persona influyente y sus clientes, predominante en el mundo rural.
Desarrollo y Crisis del Sistema
El sistema de la Restauración consolidó en el poder a la burguesía moderada y, con su sistema de control de las elecciones, permitió el dominio de esa clase, pero también consiguió dar estabilidad política al país y comenzar un desarrollo industrial. Los partidos turnantes no tuvieron problemas inicialmente, pero tras la desaparición de sus líderes comenzaron las desavenencias y las primeras crisis del sistema.
En estas crisis intervinieron los partidos opositores que desde finales de siglo empezaron a organizarse y que contaron con apoyos populares importantes en el primer tercio del siglo XX: republicanos, socialistas, anarquistas y nacionalistas.