El Sistema Político Durante el Reinado de Alfonso XIII
La regencia termina el 17 de mayo de 1902 con la entronización de su hijo Alfonso XIII, que reina hasta abril de 1931. La monarquía de Alfonso XIII se caracteriza por la crisis generalizada del sistema, provocada por:
- La desaparición de los líderes que gestaron y dirigieron la Restauración.
- La falta de respuesta a las demandas de los partidos ajenos al turnismo.
- La rigidez de un sistema que apenas promueve cambios en el campo español.
Los Primeros Gobiernos de Alfonso XIII
3.1 Gobierno Conservador (1902 – 1904)
La entronización tiene lugar durante el gobierno de Francisco Silvela, que lidera brevemente el partido conservador a la muerte de Cánovas. Su principal obra es la creación del Instituto de Reformas Sociales. Este organismo trata de desarrollar la política de reformas sociales; debido al rechazo de los trabajadores, solo genera una actividad burocrática.
En 1903 inicia un breve gobierno Maura que se enfrenta a los intereses de reformar la administración local y dimite en diciembre de 1904.
3.2 Los Gobiernos Inestables del Partido Liberal (1905 – 1907)
La inestabilidad política determina la existencia de cuatro presidentes en apenas dos años. El partido liberal retorna al poder en 1905, con un cierto agotamiento de su programa. La acción del gobierno de los liberales tiene lugar en medio de tensiones con el ejército, que es objeto de la crítica catalana, cuyas sedes son asaltadas por un numeroso grupo de oficiales.
El gobierno de Moret, presidente desde diciembre de 1905, lleva a las Cortes la Ley de Jurisdicciones en 1906, por la cual los delitos de injurias al ejército se juzgan por los militares.
El Regeneracionismo Conservador de Maura (1907 – 1909)
Antonio Maura, líder conservador, asume la jefatura en enero de 1907 con la obsesión de posibilitar la participación política de la masa neutra.
Entre sus medidas destaca la Ley de Reforma Electoral de 1907, por la que se establece la obligatoriedad del voto, la Ley de Descanso Dominical y la creación del Instituto Nacional de Previsión.
En el plano económico destaca la obra intervencionista y proteccionista que realiza sobre la industria y la siderurgia. No obstante, la iniciativa que expresa más nítidamente los deseos regeneracionistas de Maura es la Ley de Administración Local, dirigida a contrarrestar el caciquismo.
El proyecto contempla la creación de las Mancomunidades.
El proyecto no pasa de su discusión en Cortes, pues los sucesos acaecidos en Barcelona en 1909 provocan la caída del gobierno de Maura.
La Semana Trágica
Después de la firma del Tratado de París se inicia el periodo de penetración de España en el norte de África. La Conferencia de Algeciras consolida el reparto del territorio marroquí entre España y Francia, en régimen de protectorado. Los ataques a los obreros españoles provocan la reacción de las tropas españolas que, al mando del general Pintos, son acorralados en el Barranco del Lobo y sufren numerosas bajas.
La campaña de Marruecos moviliza a los reservistas para proteger unos enclaves mineros. Aquí se producen durante el verano de 1909 manifestaciones y agitaciones promovidas por radicales partidarios del periodista Alejandro Lerroux. La protesta se concreta en Barcelona, sede de la Tercera Brigada, ciudad que respira un clima antimilitarista.
El 26 de julio de 1909, la Solidaridad Obrera proclama la huelga general.
El movimiento huelguístico, con escasa dirección, provoca altercados callejeros, situación que aterra a las clases medias clericales, que se desmarcan de la protesta.
El ejército reprime con extrema dureza a los huelguistas y se hace dueño del centro de Barcelona, y el gobierno recupera el control en los primeros días de agosto.
El balance es trágico: más de cien muertos y prisión para más de mil personas. Francesc Ferrer Guardia es detenido y juzgado por un tribunal militar como inspirador, es declarado culpable y es fusilado.
Alfonso XIII, que ha sostenido a Maura, fuerza su dimisión y da paso a un breve gobierno de Moret.
El Regeneracionismo Liberal de Canalejas (1910 – 1912)
El ferrolano José Canalejas se erige en el gran líder del partido liberal desde febrero de 1910 hasta el 12 de noviembre de 1912. Tiene que resolver la crisis social y política derivada de los acontecimientos de la Semana Trágica.
Canalejas promueve la reforma del servicio militar haciéndolo obligatorio para tiempos de guerra y redimible en tiempos de paz, suprime el impuesto de consumos.
Fomenta la separación Iglesia-Estado y abre una crisis con el Vaticano. Esta situación de tensión aumenta con la llamada «Ley del Candado», por la que se prohíbe durante dos años la instalación de nuevas congregaciones.
Canalejas, que se enfrenta a un amplio movimiento huelguístico, suspende las garantías constitucionales para evitar las convocatorias de huelga. El proyecto de las Mancomunidades, una concesión al catalanismo y fruto del acuerdo, es aprobado por el Congreso, pero su tramitación en el Senado queda paralizada a causa del asesinato de Canalejas.