El Reinado de Carlos II (1665-1700)
Minoría de Edad y las Regencias
Carlos II ascendió al trono con tan solo 14 años. Durante su minoría de edad, el poder recayó en su madre, Mariana de Austria, quien gobernó bajo la influencia del valido Fernando Valenzuela. Sin embargo, la nobleza, descontenta con esta situación, apoyó al hermanastro del rey, Juan José de Austria, quien dio un golpe de estado en 1677 y fue proclamado valido.
Inestabilidad Política y Pérdida de Territorios
Juan José de Austria expulsó a Valenzuela y apartó a la reina del poder. A pesar de implementar algunas reformas, la aristocracia recuperó su influencia y se perdió el Franco-Condado tras la Paz de Nimega (1678). Tras la muerte de Juan José en 1679, se sucedieron varios validos provenientes de la alta aristocracia, como el Duque de Medinaceli (1680) y el Conde de Oropesa. Estos impulsaron medidas económicas como la devaluación de la moneda, el control de precios y la reducción de gastos de la Corte. Sin embargo, la situación general del país era de crisis y estallaron conflictos y motines populares (Valladolid, Madrid, Segunda Germanía de Valencia) motivados por la subida de precios y los impuestos.
El Problema Sucesorio
Los últimos años del reinado de Carlos II estuvieron marcados por el problema sucesorio, ya que el rey no podía tener descendencia. España, aunque en decadencia, seguía siendo un reino codiciado por sus vastas posesiones. La corte se convirtió en un hervidero de intrigas y diplomáticos extranjeros. Francia y Austria se disputaban el trono español. Los austriacos fueron perdiendo apoyos frente a Luis XIV, quien hábilmente devolvió Luxemburgo, Rosas y Gerona. Además, la opción borbónica garantizaba la unidad del imperio y suponía una alianza contra Inglaterra. Tras varios intentos fallidos de repartir los territorios españoles, quedaron dos candidatos: el Archiduque Carlos de Austria y Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV. Finalmente, Carlos II murió en 1700 y nombró a Felipe de Anjou (futuro Felipe V) como su sucesor.
Evolución Económica y Social de España en el Siglo XVII
Crisis Demográfica
El siglo XVII fue una época de aguda crisis social y económica en España. La población disminuyó debido a varios factores: crisis de subsistencia, hambrunas, guerras, expulsión de los moriscos, emigración a América y epidemias de peste y viruela. La regresión demográfica afectó principalmente a la Meseta, siendo menor en la periferia. A finales de siglo, la situación mejoró ligeramente gracias a la introducción de nuevos cultivos como la patata y el maíz.
Repercusiones Económicas
- Agricultura: Caída de la producción, disminución de la demanda, aumento de precios y frecuentes hambrunas. Venta de tierras comunales y concentración de la propiedad en manos de la nobleza.
- Artesanía: Crisis en sectores como la textil castellana, las ferrerías vascas y la industria naval debido a la falta de demanda, la competencia extranjera, los altos impuestos y el atraso técnico.
- Comercio: Declive del comercio con América por la competencia extranjera, la piratería y las guerras. Reducción de las remesas de plata. El comercio interior también se vio afectado por las malas comunicaciones.
La crisis afectó a toda España, pero fue más grave en Castilla. Ciudades como Burgos, Toledo o Segovia entraron en decadencia, mientras que Cádiz y Madrid prosperaron. La Hacienda pública se vio afectada por la crisis y el aumento de los gastos. Se tomaron medidas como nuevos impuestos, devaluaciones y venta de títulos y tierras, pero la situación financiera fue crítica.
Organización Social
. La sociedad española dl s. XVII continuó siendo una sociedad estamental y con un claro predominio d los grupos privilegiados.
La aristocracia aprovechó la dbilidad d la Corona y d las instituciones para aumentar su podr y engordar su patrimonio con nuevas tierras y títulos. La alta nobleza se hizo urbana y cortesana, vivían d las rentas, d los cargos y d las inversiones en duda. (Alba, Pimentel, Guzmán, Medina Sidonia). El clero ofrecía una posibilidad d ascenso social d los segundones d la nobleza y fue refugio dl pueblo llano. Falta d vocación y poca preparación. Aunq había una gran dsigualdad entre el alto y el bajo clero no pasaban agobios gracias a las rentas, donaciones y servicios. Los campesinos sufrieron la crisis x las malas cosechas, las guerras, impuestos y los abusos d la nobleza. No obstante, había varias situaciones: medianos o peqños propietarios, arrendatarios o jornaleros. La mayoría eran ya hombres libres. En general, su situación empeoró y se produjeron algunas revueltas, otros emigraron a la ciudad o a América. En otros casos se ddicaron al bandolerismo. (Cataluña). La población urbana tendió a crecer x el abandono dl campo y era muy diversa. El patriciado urbano era una minoría enriqcida q imitaba los modos d vida d la nobleza y aspiraba a emparentar con ella, algunos aprovecharon las dificultads financieras d la Corona y compraron títulos (nobleza d toga). La clase media era poco numerosa, la integraban algunos profesionales liberales (bachilleres, escribanos, letrados) y peqños artesanos o comerciantes. El pueblo llano agrupaba a los trabajadores d oficios tradicionales, aprendices, sirvientes y grupos marginados: pícaros, mendigos, rameras; fueron los q más padcieron la crisis y la subida d impuestos. Condnados a pasar hambre protagonizaron algunos motines. MENTALIDAD, CULTURA Y ARTE. EL SIGLO D ORO.El apego a los valores aristocráticos y religiosos estuvo muy presente en la población española d la época. La Iglesia marcaba las pautas d la vida cotidiana: misas, procesiones, donaciones y presumir d cristiano viejo. El espíritu d la Contrarreforma había calado en la población ya fuera d manera sincera o mera apariencia. El modlo social d la mayoría d la población era imitar las costumbres d la nobleza: dsprecio x los trabajos serviles y vivir d las rentas. Una mentalidad poco emprenddora salvo en algunas zonas d la periferia. La literatura d la época refleja perfectamente estas costumbres: la preocupación x el honor o la honra, la vanidad dl hidalgo o la astucia dl pícaro. Crisis d valores. Qvedo. “Podroso caballero”La población era mayoritariamente analfabeta sólo una minoría podía accedr a la cultura y formarse en Colegios Mayores, controlados x las órdnes religiosas, o en universidads como Salamanca o Alcalá. Se estudiaba a los clásicos y los saberes tradicionales. Poco espíritu crítico salvo en una minoría ilustrada (arbitristas).Las universidads españolas qdaron al margen d las corrientes científicas europeas. Contrariamente a la difícil situación política y económica, dsd finales dl s. XVI las artes y la cultura española vivieron una etapa d gran esplendor conocida como el Siglo d Oro x la gran cantidad y calidad d artistas y escritores. En las letras las tragicomedias d capa y espada d Lope, Caldrón o Tirso d Molina entretenían a la población. Cervantes publicó en 1605 El Quijote la obra cumbre d la literatura española. La lírica nos djó la fértil rivalidad entre el conceptualismo d Qvedo y el culteranismo d Góngora. La novela picaresca, género típicamente español, continuó dando frutos como El Guzmán d Alfarache o El Buscón. Las artes reflejaron el espíritu d la Contrarreforma y sirvieron d exaltación dl podr d la Iglesia y d la monarquía. En arquitectura el estilo Barroco dominó el siglo con su gusto x dcorativo, los efectos d claroscuro y la línea curva. Se levantaron edificios religiosos, palacios y plazas. Dstacan las plazas mayores d Madrid (Juan Gómez d Mora) o Salamanca (A. Churriguera), El P. Real d Madrid (Juvara y Sachetti), La Clerecía o El Obradoiro.La escultura continuó en la misma línea dl siglo anterior: dramatismo y exaltación religiosa. Se hicieron retablos e imágenes d procesiones q fueron fiel reflejo d la religiosidad d la población. La escuela castellana fue la q con más dramatismo expresó este sentimiento. Los cristos yacentes o las dolorosas d Gregorio Fernándz son el mejor ejemplo. La escuela andaluza se alejó dl patetismo castellano y prefirió formas más serenas y dlicadas. Dstaca M. Montañés (Cristo d la Clemencia).En pintura el color y la tensión inundan los lienzos. Se evolucionó dsd el tenebrismo q oscurecía los fondos para dar más intensidad dramática, al naturalismo q ensalzaba la realidad y valoraba el paisaje. En la escuela valenciana dstacó Ribera y sus Inmaculadas, d la andaluza los grands maestros d la pintura religiosa: Zurbarán y Murillo, pintor también d conocidas cuadros costumbristas (Niños comiendo fruta). Sin embargo, el gran genio d la pintura barroca y universal es Velázqz. Su condición d pintor d la Corte d los Austrias menores le permitió pintar todos los géneros dsd el retrato (Olivares, El P. Baltasar Carlos o sus famosos bufones), al dsnudo (La Venus dl espejo). Sus cuadros más mas valorados son las lanzas,las hilanderas y las meninas.