El Reinado de Felipe II: Hegemonía y Conflictos en la Monarquía Hispánica

Política Exterior

Idea política internacional: defensa del catolicismo y superioridad del Imperio en Europa.

  • 1577: Última cruzada contra los turcos. La armada de España + Roma + Venecia venció a la armada turca en la batalla de Lepanto; pero no impidió por completo la actividad de los turcos en el Mediterráneo.
  • 1566: Sublevación de Flandes. Felipe II no hizo concesiones a los protestantes del norte. Los rebeldes consiguieron ayuda de los príncipes protestantes alemanes y franceses e Inglaterra. La guerra fue larga y dura, y Felipe II no pudo derrotar a los flamencos. Se llegó a un compromiso: las provincias del sur se mantuvieron fieles a la monarquía hispánica; el estado protestante se convirtió en estado independiente. Supuso enormes gastos que recayeron sobre Castilla.
  • La relación con Inglaterra fue buena. Felipe II contrajo matrimonio con María Tudor (reina de Inglaterra). Pero tras su muerte, subió al trono Isabel I, que apoyaba a Flandes, por lo que en 1585, empieza una guerra con Inglaterra por causas religiosas y por el dominio de América.
  • 1588: Invasión a Inglaterra con la Armada Invencible. Fue un fracaso.
  • La relación con Francia fue poco conflictiva. Portugal: a la muerte del rey, le correspondió legítimamente la herencia, convirtiéndose así en rey del país vecino, con lo que logró la unidad peninsular ya pretendida por los Reyes Católicos, y la fusión de los dos imperios de ultramar. Portugal continuó gozando de independencia en la práctica, ya que solo se trató de una unión personal.

Administración y Poder Real

Creció el poder real y se mejoró la administración del Estado. Se sometió políticamente a la nobleza y a la Iglesia, a cambio de mantener y acrecentar su hegemonía social y los privilegios del sistema señorial. Carlos I y Felipe II siguieron la línea ya iniciada por los Reyes Católicos y desarrollaron una monarquía autoritaria.

La monarquía se rodeó de un conjunto de consejos. Los virreyes actuaban como delegados del rey para los reinos de la corona de Aragón, Navarra, Cerdeña, Sicilia y Nápoles, además de los americanos. Las cortes continuaron perdiendo competencias. Corregidores y alcaldes mayores en Castilla, merinos y bailes en Navarra y Aragón eran cargos de nombramiento real. En los poderes locales y municipales se produjo una constante degradación de la autonomía municipal a favor de los corregidores y regidores de nombramiento real. En cuanto a la administración de justicia, los Austrias crearon nuevas audiencias y mantuvieron instituciones tradicionales. Cada reino de la monarquía tenía sus instituciones peculiares, solo la política exterior era común y dirigida por el monarca.

Sublevación de los Moriscos y Defensa de los Fueros de Aragón

El reinado de Felipe II estuvo jalonado de conflictos internos. La población morisca siguió siendo objeto de presiones para que abandonase definitivamente sus costumbres y se asimilara por completo a los cristianos, al tiempo que sus miembros eran objeto de constantes vejaciones y de presiones económicas. En 1568, los moriscos de las Alpujarras granadinas se sublevaron; tras ser vencidos, fueron expulsados de Granada y repartidos por toda Castilla con el fin de facilitar su integración. A finales del siglo XVI, la rebelión estalló en Aragón, en este caso por la defensa de sus fueros, síntoma del deseo de mantener las características específicas entre los territorios que constituían la monarquía hispánica. El problema fue esencialmente político: Antonio Pérez fue acusado de traición por Felipe II, este recurrió a su condición de aragonés para refugiarse en Zaragoza y pedir el amparo de sus fueros. Felipe II reclamó su entrega a través del tribunal de la Inquisición, único común a toda la monarquía. La negativa aragonesa a la petición del rey estuvo encabezada por el Justicia Mayor de Aragón, encargado de la defensa de sus fueros, Lanuza; el rey respondió con el envío de un ejército que ocupó Zaragoza y mandó ajusticiar a Lanuza y otros.

Economía y Población

Los territorios más poblados eran los correspondientes a la Corona de Castilla. Este predominio demográfico es la base de la hegemonía castellana. La mayoría de la población se dedicaba a la agricultura. Los terrenos se ampliaron y por ello había cosechas, pero tecnológicamente hablando no estaban nada avanzados. Había un atraso general de la artesanía. La llegada masiva de plata americana provocó un aumento de la cantidad de moneda y como consecuencia un proceso inflacionario que afectó a toda la economía europea.

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