El Reinado de Fernando VII y la Crisis del Antiguo Régimen en España

El Manifiesto de los Persas

Persas: El texto recoge varios fragmentos procedentes del manifiesto de los persas, un documento dirigido al rey Fernando VII y redactado por 69 diputados absolutistas fechado en Madrid el 12 de abril de 1814. En primer lugar, los absolutistas declaran su fidelidad al rey y su alegría por verlo otra vez en el trono, y critican que en España se haya transformado el sistema político durante la ausencia del rey. Después pasan a alabar a la monarquía absolutista como la mejor forma de gobierno y a solicitar al rey la derogación de la Constitución de Cádiz. También se rechaza la democracia por ser inestable ya que el gobierno está a manos del pueblo. Finalmente, reivindica que el poder resida en manos de la nobleza, es decir, en los firmantes del documento.

España a V.M: Con esta frase se refieren a los 6 años coincidentes con la Guerra de la Independencia y el reinado de José Bonaparte, en la que Fernando VII ha estado prisionero en Francia. Se comparan estos años con un periodo de anarquía y violencia.

Complicada: Los redactores explican a Fernando VII que durante los 6 años que ha estado ausente se ha producido una revolución en el país. La revolución hace referencia a las Cortes de Cádiz que elaboró una constitución que limitaba los poderes del rey.

Siempre: Los firmantes piden al rey que en su regreso a España derogue la constitución de Cádiz. Finalmente, el rey derogará la constitución y disolverá las cortes en 1814 restaurando así el absolutismo y el Antiguo Régimen.

Absolutistas: Grupo de españoles partidarios del Antiguo Régimen y del absolutismo monárquico. Se opusieron durante las Cortes de Cádiz a las reformas liberales y a la constitución.

Liberales: Grupo de españoles partidarios de la revolución liberal y de la implantación en España de un sistema político representativo y de libertades. Se impusieron en las Cortes de Cádiz. Tras el regreso de Fernando VII fueron perseguidos y tuvieron que exiliarse.

La Carta a Jovellanos

Jovellanos: El texto que se nos propone resumir trata de una carta que va dirigida a Gaspar de Jovellanos (político ilustrado español). En la carta le invitan a colaborar en el reinado de José I. La carta está publicada en la gaceta del gobierno un año después del inicio de la Guerra de la Independencia. En el texto expone los argumentos que utilizan para convencer a Jovellanos a dar su apoyo al gobierno francés: la guerra es desastrosa para España y los enemigos del rey luchan por la Inquisición. En cambio, apoyar al gobierno de José I, supone trabajar por la felicidad, progreso, prosperidad y libertad.

Prolongar esta lucha: El redactor hace referencia a que la oposición y resistencia de los españoles al gobierno de José I solo puede traer desgracia para España, ya que, presentado como un rey justo e ilustrado, solo quiere paz y prosperidad para España.

Despedazados en fracciones: El redactor indica la división de los patriotas españoles contrarios a José I: por un lado los patriotas absolutistas partidarios de la monarquía absolutista y el Antiguo Régimen y por otro lado, los liberales partidarios de la monarquía constitucional y la necesidad de reformas liberales. (Tercer grupo: reformistas)

Afrancesados: Grupo de españoles partidarios de la monarquía de José I Bonaparte y de la Constitución de Bayona. Se trataba de aristócratas, funcionarios del estado e intelectuales ilustrados que colaboraban con los franceses al considerar que era la mejor opción para reformar y modernizar España.

Patriotas: Grupos de españoles defensores de los derechos del trono del rey Fernando VII y contrarios a la monarquía de José I y la ocupación francesa de España. Constituían la mayor parte de la población. Los patriotas se dividían a su vez entre absolutistas, defensores del Antiguo Régimen y liberales defensores del liberalismo y reformistas.

Constitución de 1812: Conocida como «La Pepa». Fue la primera constitución de la historia de España además de la más larga. Fue elaborada en plena Guerra de la Independencia por los diputados en Cádiz: Defendía a la nación española, reconocía derechos y libertades individuales y declaraba el catolicismo como religión oficial.

La Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812

Guerra de la Independencia: En 1808 Godoy pretendió trasladar la corte a Sevilla, pero en Aranjuez tuvo que hacer frente a un motín. Finalmente Carlos IV abdicó en favor de su hijo Fernando VII. Napoleón aprovechó la crisis política para dominar España. Convocó a los dos monarcas en Bayona para hacerlos renunciar a la corona de España en su favor. Napoleón cedió la corona española a su hermano José Bonaparte. Su pasividad ante la ocupación extranjera provocó la insurrección popular del dos de mayo de 1808 en Madrid, se inició la llamada Guerra de la Independencia.

Organización de la resistencia. Las Juntas: La negativa de la mayoría de la población a acatar la soberanía francesa y la pasividad del gobierno provocaron la formación de juntas. Los miembros de cada junta eran elegidos por votación. Las juntas eran controladas por las clases privilegiadas para impedir que el pueblo pidiera mejoras sociales y el reparto de tierras. Las juntas se habían constituido en gobierno soberano por lo tanto asumían el poder que les delegaba el pueblo mientras estaba ausente el monarca, esto confirmaba la crisis del Antiguo Régimen. Las juntas no se formaban con la voluntad de una revolución, de hecho luchaban por el retorno de Fernando VII. Defendían un sistema político tradicional, absolutista y la religión católica.

Constitución: A pesar de las diferencias ideológicas y de la guerra, las Cortes de Cádiz intentaron llevar a cabo un proceso reformador. La constitución fue promulgada el 19 de marzo de 1812. Se basaba en la soberanía nacional, aunque el derecho de voto era indirecto y censitario, así como en la división de poderes. Reconocía la igualdad y garantizaba las libertades excepto la de culto que mantenía el catolicismo como religión única. Proponía una monarquía constitucional por lo que Fernando VII se consideraba como rey legítimo. Los decretos más significativos fueron la libertad de prensa y la abolición de la Inquisición, también se intentó aplicar el liberalismo económico. La labor legislativa no tuvo una aplicación práctica tanto por la guerra como porque no existía una burguesía liberal consolidada. Así pues Fernando VII no tuvo dificultades para derogar la obra legislativa de Cádiz y restaurar el absolutismo.

El Fin del Antiguo Régimen

Inicio: Tras el tratado de Valençay las tropas francesas abandonaron la península y Fernando VII recuperó el trono de España. Restauró el absolutismo y no juró la constitución. Tras la derrota de Napoleón las potencias europeas se unieron en la Santa Alianza.

Sexenio Absolutista: Fernando VII entró en España con un gran apoyo popular. Ante el apoyo de la mayoría el rey se impuso como autoridad absolutista. Este régimen no ayudó a recuperarse de la grave situación económica ya que buena parte de los ministros eran ineptos. Esta inestabilidad favoreció los pronunciamientos.

Trienio Liberal: Los pronunciamientos de los primeros años fueron un fracaso. Un pronunciamiento militar recogió el malestar generado por: la grave situación económica, pérdida de las colonias americanas y lentitud de las reformas políticas y administrativas. Finalmente, el Trienio Liberal acabó ya que la minoría liberal no tenía apoyo popular, la oposición absolutista fue constante y la oposición de los campesinos también fue intensa. Finalmente, el ejército francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, fue quien restauró el absolutismo.

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