La Década Moderada (1843-1854)
Tras la regencia del general Espartero, comienza el reinado efectivo de Isabel II, marcado por la Década Moderada, el Bienio Progresista y la Segunda Etapa Moderada. Después de «La Gloriosa», acontecerá el Sexenio Democrático (1868-1874).
Con el general Narváez como presidente, se inicia la Década Moderada (1843-1854).
a) Constitución de 1845: Sustituye a la de 1837, de carácter más moderado, y se convierte en el principal documento del liberalismo doctrinario español. Otorgaba grandes atribuciones a la Corona y mantenía el sufragio censitario o restringido para elegir diputados. Declaraba la unión entre la Iglesia y el Estado.
b) Concordato con la Santa Sede (1851): Reconoce la religión católica, admite la desamortización de Mendizábal, y reconoce el derecho de propiedad de la Iglesia. Se acuerda la dotación del culto y el clero, y se realiza una nueva distribución de las diócesis en España.
c) Política centralizadora:
- A nivel jurídico: Se reforma el Código Civil y se publica un nuevo Código Penal.
- A nivel policial/seguridad: Se crea la Guardia Civil.
- A nivel administrativo: Se regula el funcionamiento de las provincias, cuyo gobierno se encomienda a los gobernadores civiles (Cea Bermúdez realizó la división provincial de España).
- Economía: Se reforma la Hacienda y se crea el Banco de España (fusión del Banco Español de San Fernando).
- Educación: Se reforma la enseñanza y se estructura la Universidad española con la Ley Moyano de Instrucción Pública.
Narváez impulsó obras públicas como el Canal de Isabel II en Madrid, carreteras y ferrocarriles. Sus reformas, mal acogidas por progresistas y moderados, provocaron su caída. Gobiernos moderados posteriores (Roncal, Sartorius) se vieron implicados en escándalos, desembocando en la Revolución de 1854.
La Revolución de 1854: Diversos factores contribuyeron a esta revolución: críticas a la vida privada de la reina, la subida del precio del grano, la tensión política y social, y un conflicto parlamentario que suspendió las sesiones del Senado. El pronunciamiento de O’Donnell en Vicálvaro contra el gobierno moderado y el Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas del Castillo, culminaron en el triunfo del pronunciamiento.
El Bienio Progresista (1854-1856)
Espartero, líder de los progresistas, es nombrado presidente, con O’Donnell, dirigente del nuevo partido Unionista, como vicepresidente. Moderados y demócratas quedan en la oposición.
- Constitución de 1856 («non nata»): No llegó a promulgarse, pero habría sido el documento principal del progresismo español.
- Prosperidad económica:
- Ley de Desamortización (1855) de Pascual Madoz: Generó importantes ingresos.
- Incremento de las exportaciones: La Guerra de Crimea favoreció las exportaciones españolas.
- Plan de Ferrocarriles: 500 km de vía radial con centro en Madrid.
Las movilizaciones obreras provocaron la salida de Espartero del gobierno en 1856, y O’Donnell asumió la presidencia.
La Segunda Etapa Moderada (1856-1868)
O’Donnell reinstauró la Constitución de 1845. Unionistas y moderados se turnaron en el poder. Destaca la política exterior de «grandeza» impulsada por O’Donnell, buscando recuperar el prestigio de España tras el desmantelamiento del Imperio Colonial. Intervenciones en Asia, la expedición a México (por Prim) y la guerra de Marruecos (toma de Tetuán y colonización de Ifni) tuvieron resultados poco positivos.
Fin del reinado de Isabel II (1866-1868): Crisis económica, social y política, revuelta estudiantil, pronunciamiento del cuartel de San Gil. El autoritarismo unió a progresistas y demócratas en el Pacto de Ostende para destronar a Isabel II. Tras la muerte de O’Donnell, Serrano, jefe de la Unión Liberal, se sumó al Pacto. «La Gloriosa» se hizo inevitable: las tropas de Serrano vencieron al ejército del Marqués de Novaliches en la batalla del Puente de Alcolea. La reina huyó a Francia, dando inicio al Sexenio Democrático.